Pregunta: “Hola,
Nick! Hoy quiero preguntarte acerca del capítulo 12, III. Cómo invertir en la
realidad (pág.244 y 245). La verdad es que no entiendo muy bien a lo que se
refiere el curso en el párrafo 2 y luego en el 4. Pues por un lado comprendo
que el mundo no tiene ningún significado más el que le otorgamos, y que
entonces cualquier petición de un hermano nuestro tiene el mismo peso que otra.
Ahora bien, me siento confundida porque, si bien por un lado comprendo que si
rechazo una petición de mi hermano, primero me la estoy rechazando a mí, y
segundo, estoy haciendo real la separación así, por otro lado me sugiere muchas
preguntas. Porque imagínate que estoy en pareja y esta pareja quiere que yo me
quede en casa el mayor tiempo posible, me pide que no mire o hable con otros
hombres, etc. Entonces, entiendo que esta pareja me muestra dónde tengo que
perdonar, vale. Pero al mismo tiempo, según el curso, ya que mi hermano piensa
que su salvación depende de que yo haga esas cosas, ¿debo hacerlas? ¿Aunque no
sienta que deba hacerlo, porque en ese caso, me privaré de libertad y perderé
mi coherencia interna de lo que siento que quiero hacer a cada momento? No sé
si me he explicado con claridad, pero me gustaría que echaras luz a este
asunto, porque siento que mi ego rebota con esto jeje, porque se va al extremo
de: nunca decir no a un hermano, porque estarás haciendo real la separación.
Muchas gracias por tu respuesta!”
Comentario: Me gustaría
comenzar con el primer párrafo de ese capitulo que nos dice: “Te pedí una vez que vendieses todo
cuanto tuvieses, que se lo dieses a los pobres y que me siguieras. Esto es lo
que quise decir: si no inviertes tu atención en ninguna de las cosas de este
mundo, puedes enseñarle a los pobres dónde está su tesoro. Los pobres son
sencillamente los que han invertido mal, ¡y vaya que son pobres! Puesto que
están necesitados, se te ha encomendado que los ayudes, pues te cuentas entre
ellos. Observa lo bien que aprenderías tu lección si te negases a compartir su
pobreza, pues la pobreza no es otra cosa que insuficiencia, y sólo hay una
insuficiencia, ya que sólo hay una necesidad.” T-12.III.1:1-6
Observa que te dice que los pobres son
los que invierten su atención en el mundo. No los que no tienen dinero ni
posesiones materiales. Es una manera de decir que dejes de poner tu atención en
el mundo de lo ilusorio, de lo transitorio, que dejes todo eso y que pongas tu
atención en el Reino, en la paz de Dios. Entonces, como te encuentras en este
mundo eres tan pobre como ellos a menos que empieces a poner tu atención en la
paz interior y así te conviertes en su guía hacia la verdad. No hay “otros” a quien
“guías” ya que todo es parte de ti, pero es el lenguaje que estamos utilizando.
Por lo tanto es a tí a quien guias, es tu mente la que se unifica. Eso fue lo
que Jesus hizo. Eso es invertir en la realidad. Dejar de poner tu atención en
el mundo de las formas. La Biblia por ejemplo tienes algunos extractos que
dicen exactamente eso:
“Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.” [Mateo 6:33] El curso inclusive lo
plantea de la siguiente manera: “En
vez de "Busca primero el Reino de los Cielos" di: "Que tu
voluntad sea antes que nada alcanzar el Reino de los Cielos" y habrás
dicho: "Sé lo que soy y acepto mi herencia”.” T-3VI.11:8
“No os hagáis tesoros
en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladronas minan y
hurtan; Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y
donde ladrones no minan ni hurtan: Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí
estará vuestro corazón.” [Mateo: 19-21]
“Es más fácil que un
camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de
Dios.” [Marcos 10:25]
“Por tanto,
cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a
un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron
los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó,
porque había sido fundada sobre la roca. Y todo el que oye estas palabras mías
y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su
casa sobre la arena; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los
vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.” [Mateo: 24-27]
¿Ves como de una forma u otra todo te
está diciendo lo mismo?
Por lo tanto, cuando tu atención está
puesta en el mundo de las formas, en éste experiencia física, eres pobre. Vamos
a mirar ahora tu inquietud: Dices, “…ya
que mi hermano piensa que su salvación depende de que yo haga esas cosas, ¿debo
hacerlas?”
¡No! Eso no es de lo que habla la frase
que te dice, “Suponte que un
hermano insiste en que hagas algo que tú crees que no quieres hacer. Su misma
insistencia debería indicarte que él cree que su salvación depende de que tú
hagas lo que te pide. Si insistes en que no puedes satisfacer su deseo y
experimentas de inmediato una reacción de oposición, es que crees que tu
salvación depende de no hacerlo. Estás, por lo tanto, cometiendo el mismo error
que él, y haciendo que su error sea real para ambos.” T-12.III.2:1-4 Al igual que, “Reconoce lo que no importa, y si tus hermanos te piden algo
"descabellado", hazlo precisamente porque no importa. Niégate, y tu
oposición demuestra que sí te importa.”
T-12.III.4:1-2
Eso es lo que sucede cuando se toma todo
lo que el curso dice literalmente sacándolo fuera de contexto. Cuando habla de
que si tu hermano cree que su salvación depende de que hagas algo es porque él
es pobre y cree que el mundo le da su felicidad, su salvación. Es por eso que
intenta manipularlo o controlarlo. Por eso está invirtiendo en el mundo por lo
que en ese párrafo que acabo de compartir finaliza con, “Insistir significa invertir, y aquello en lo que inviertes está siempre relacionado con tu
idea de lo que es la salvación.” T-12.III.2:4-5
De la misma manera si tu crees que tu
pareja de puede hacer “feliz”, estás tu también invirtiendo en el mundo. Eres
pobre. Si por el contrario eres consciente de que tu fuente es el amor interno
y no proviene de nadie ni de nada de lo que el mundo ofrezca, si un hermano te
pide que hagas algo descabellado, que seria otra forma de decir que te pide que
inviertas en el mundo y tu no reaccionas a ello, pues no estás compartiendo su
sistema de pensamientos, y si lo haces o no te da igual porque tu salvación no
depende de que lo hagas o no. ¿Significa eso que si te pide que robes un banco
que lo hagas? No. Solo significa que no le estás otorgando realidad al sueño. Y
por consiguiente no te opones a su pedido, pero no significa que tienes que
hacerlo si no tiene sentido.
En tu caso, si te pide que te quedes en
la casa, no mires a otros hombres y tu lo haces, ¿lo haces por miedo a
“perderlo” o lo haces porque te da igual? Si lo haces por miedo a que tu pareja
se enfade, o miedo que la relación se deshaga, entonces éstas invirtiendo en el
mundo y terminarás pagando las consecuencias del resentimiento porque al hacer
eso, además de que le estás otorgando realidad el mundo, no estás demostrando
amor hacia ti misma. Por lo tanto, siempre recuerda que el curso no habla de lo
que se hace en el mundo de las formas sino que siempre habla de nuestro estado
mental.
Si no obstante te da igual quedarte en tu
casa y no mirar a mas ningún hombre porque este mundo no tiene nada que
ofrecerte entonces hazlo, pues qué diferencia hay. Pero toda esa sección habla
de en donde estás invirtiendo. El mundo, tu pareja, todas las ilusiones te
apoyan simplemente a ver donde estás invirtiendo para que dejas la pobreza a un
lado (dejes de hacer algo especial del mundo de las formas) y re establezcas tu
plenitud que solo tiene lugar cuando tu atención está en Dios.