Pregunta: “Saludos
Nick!! Voy por la lección 109 del Curso. Me preocupa un poco aquello de
la "Visión", pues no aun no comprendo esta función (don, facultad,
etc.). Al momento sólo puedo entender que sea un tipo de entendimiento
de las cosas, más allá de la forma material. ¿Crees puedas explicar algo
de esto brevemente? Gracias!!”
Comentario: La vision
es la manera que se ve el mundo perdonado. A través de la vision del
Espíritu Santo solo percibes amor. No obstante, los ojos no ven nada
sino que juzgan un mundo de miedo y separación.
Por lo tanto, al
compartir la vision del Espíritu Santo no te dejas distraer por las
imágenes del “mundo” que ves, y al pasar por alto todo juicio puedes
entonces percibir lo que hay detrás de ellas, amor.
Mirémoslo de
esta manera. Imagínate que vas al cine a ver una película. Lo que en
realidad tienes frente es una pantalla blanca. Sin embargo, en el
momento que se le proyecta imágenes a esa película, ¿que sucede? Se te
olvida que lo que realmente esta ahi es una pantalla blanca. Y por ende
crees todo lo que tus “ojos” ven, y como resultado de ello interpretas
lo que crees que tus ojos ven y por lo tanto reaccionas.
¿Pero
que pasaría si en vez de enfocar en las imágenes proyectadas tomas
consciencia de que lo que realmente esta ahi es una pantalla blanca?
Entonces dejas de prestar atención a las imágenes, aunque aun estén ahi,
y ves mas allá de ellas y puedes entonces reconocer que lo que
realmente esta ahi es una pantalla blanca y por ende, no reaccionas a
las imágenes.
Bueno, pues la vision del Espíritu Santo nos está
constantemente exhortando a que podamos ver mas allá de las imágenes.
Sin embargo la razón por la que no queremos hacer eso es porque hay
algunas imágenes que nos gustan y no queremos soltarlas.
El
problema es que no te puedes quedar con unas partes de la película o
otras no. O enfocas en la película completa, no la dejas a un lado. Y
por lo tanto, las imágenes que nos gustan las interpretamos como reales,
nos dejamos llevar por el placer que nos brindan a cuesta de que detrás
de ellas están las imágenes dolorosas.
Lo lindo del trabajo del
perdón es que nos ayuda a percibir el mundo de manera que no nos
apegamos a ninguna de las imágenes y así podemos vivir en paz sin
dejarnos distraer por ellas. Pero como mi identidad está basada en la
creencia en las imágenes, al dejar a un lado las imágenes tengo que
dejar a un lado mi sentido de identidad.
Pero si permitimos que
la vision del Espíritu Santo pernee nuestra mente, entonces dejar las
imágenes que constantemente están cambiando a un lado nos permite
reconocer algo que va mas allá de las imágenes cambiantes. Nos permite
reconocer que no somos las imágenes separadas que nacen y mueren, que
ganan y pierden, que experimentan placer y dolor, que experimentan
“felicidad” y tristeza, sino que somos el amor puro, la abundancia
infinita, la paz eterna, la felicidad inquebrantable. Y sin embargo
queremos sustituir todo lo que somos por una imagen fragmentada y
diminuta del todo.