El conflicto nunca tiene lugar en el mundo de las ilusiones; entre personas, circunstancias, países, etc., aunque así lo parezca. El conflicto surge en la mente. Es entre el deseo de la mente retornar a su estado natural de paz, de unidad, de la verdad, en otras palabras a despertar, pero que a su vez, el miedo que tiene a despertar es la que la lleva a proyectar un mundo de ilusiones.
Una vez el mundo de
ilusiones es proyectado la mente se le olvida que fue la culpa inconsciente la
que la llevó a proyectar las ilusiones y ahora cree que ese conflicto que
siente tiene lugar entre sus proyecciones.
Es por eso que siempre
y cuando se desee algo del mundo la mente permanecerá en conflicto. ¿Significa
eso que hay algo malo en tener deseos en el mundo? No es eso lo que significa
pues siempre que creamos ser un cuerpo no podremos sino que desear y tener
experiencias en el mundo.
Solo que si podemos
ver esos deseos y llevarlos ante un Nuevo Maestro (Espíritu Santo) Él los re
interpretará y la mente sanará todo ese miedo a la verdad hasta que las
proyecciones dejen de tener efecto sobre ella y por consiguiente la paz retorna
a la mente donde solo se desea la verdad. Es por eso que el curso nos recuerda:
“El Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus
pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te atraiga, te
unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte.” T-16.VI.12:1-