Pregunta: “Estoy
en un punto en el que no quiero ni sentir. No quiero que se mal
interprete lo que digo, no estoy deprimida, solo se ,que no quiero no
deseo saber nada. Como que estoy molesta con mi cabeza que no deja de
pensar. Quiero tener momentos muchos momentos de silenció y se me olvida
el silenció.
PD. TENGO 5 hijos 3 pequeños, eso ayuda
bastante a mi falta de tiempo personal. Siento que en el refugio del
silencio hallaré respuestas. Solo es cuestión de tiempo. No he logrado y
deseo real y verdaderamente acostumbrar a mi mente a permanecer en
silencio. Te amo, Gracias.”
Comentario: No querer
sentir es una manera de evadir el miedo, no obstante, el sentir nos
brinda la oportunidad de mirar el miedo de frente para que se desintegre
en la luz de la Verdad; para que se vea que era falso. Un curso de
milagros me recuerda; “Escapar de la oscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la oscuridad no puede ocultar nada. Este paso generalmente da miedo. Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees ocultar aunque pudieses hacerlo. Este paso te libera del miedo.
Cuando ya no estés dispuesto a ocultar nada, no sólo estarás dispuesto a
entrar en comunión, sino que entenderás también lo que es la dicha y la
paz.” T-1.IV.1:1-5
En tu pregunta dices, “…no estoy deprimida, solo se ,que no quiero no deseo saber nada. Como que estoy molesta con mi cabeza que no deja de pensar.”
La depresión por lo general ocurre cuando se internalizan las
emociones, cuando intentamos esconder lo que está ahi, y lo que el
sentir hace es que nos brinda la oportunidad de que eso que está ahi
salga a la superficie para ser sanado.
Lo que si
es que el sentir es simplemente eso, no juzgar ni justificar lo que
sentimos, pues de lo contrario estaríamos sintiendo con el ego y el ego
simplemente utiliza el sentir para maximizar la culpa y mantenernos
aprisionados. El Espíritu Santo no obstante utiliza el sentir para
liberarnos de la culpa, y por algo las lecciones del curso son muy
claras con relación a no hacer historias ni juzgar lo que sentimos
cuando por ejemplo nos recuerdan;
Nada de lo que veo... significa nada. W-pI.1
Le he dado a todo lo que veo... todo el significado que tiene para mí W-pI.2
No entiendo nada de lo que veo W-pI.3
Estos pensamientos no significan nada W-pI.4
Nunca estoy disgustado por la razón que creo W-pI.5
Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí W-pI.6 Y así sucesivamente.
O como se nos recuerda en el capitulo 14 del curso: "Cuando
de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo
siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por
lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en
el pasado para que me sirva de guía ahora." T-14.IX.6:6-9
De la manera que la gente lidia con la depresión es a través de distracciones. Es como decir, “siempre y cuando mi vida este llena de distracciones creo que las cosas van ‘bien.’” Pero a lo que voy es a lo siguiente, dices, “Quiero tener momentos muchos momentos de silenció y se me olvida el silenció.”
No se si a lo que te refieres es a que se te olvida practicar la
quietud. Y si ese es el caso, no es que se te “olvide” practicar esos
espacios de silencio, sino que para ti no es prioridad.
Si fuese
prioridad para ti, yo te garantizo que el tiempo para darte esos
espacios de silencio los encuentras. Lo que se nos “olvida” es lo que
para nosotros no tiene importancia, por lo tanto le damos importancia a
cosas mundanas, esas sí que no se nos olvidan.
No
estoy haciendo un juicio de ti, simplemente las cosas como son. Luego
utilizas lo siguiente para “justificar” que no tienes tiempo: “TENGO 5 hijos 3 pequeños, eso ayuda bastante a mi falta de tiempo personal.”
Si te aferras a esa excusa, entonces tienes razón, no vas a tener
tiempo. No obstante, mi pregunta para ti seria, ¿cuanto mas quieres
continuar sufriendo hasta que empieces a priorizar tus momentos de
silencio?
Y no se requiere horas para hacer esto, unos minutos
son suficiente en lo que la mente se entrena a de corazón querer la paz
de Dios. Por algo se nos recuerda: “Uno puede fácilmente pasarse una
hora sentado inmóvil con los ojos cerrados y no lograr nada. O bien
puede, con igual facilidad, dedicarle a Dios sólo un instante, y en ese
instante unirse a Él completamente.” M-16.4:5-6
Pero
si vas a dedicarle ese minuto, que lo hagas conscientemente. Y como
todo, una vez más, esto va a requerir un deseo de de corazón querer esa
paz, de de corazón establecer esa relación con Dios en ti.
También comentas, “Siento que en el refugio del silencio hallaré respuestas.”
Primero que nada si dices que en el silencio hallaras respuestas, sin
embargo no te estás brindando la oportunidad de estar en silencio,
podrás ver que hay una resistencia muy grande, y la justificas con que
tienes 5 hijo… Pero de nuevo, puedes tener diez hijos, y si tienes
tiempo de pararte frente a la television por 10 minutos, me imagino que
entonces seria cuestión de tu decidir, ¿que es para mi mas importante,
la paz interna o la television? o ¿La paz interna o Facebook?
No
estoy insinuando que no puedas tener una vida normal ni social, pero
como todo, al principio hay que hacer cambios que quizás no aparenten
ser cómodos.
Una persona que vive muy estresada
sabe que su salud está en peligro pero prefiere seguir con su estrés
hasta que le diagnostican algo, y entonces la persona empieza a hacer
cambios pues hay algo que lo motiva. Pues cuando te motive el silencio,
cuando te motive la paz, te garantizo que el espacio y el tiempo para ti
lo vas a encontrar. Luego aprenderás a estar en ese espacio mientras le
cambias los pañales a tus hijos, o cuando los llevas a la escuela. Pero
vamos paso por paso.
Decide tu si de corazón quieres la paz, y
si dices que si, te garantizo que desde hoy encuentras tiempo. Una
ultima observación sobre eso de que en la quietud encontraras
"respuestas". No te aferres a esa idea. Esto me recuerda cuando le
pregunta un estudiante a su maestro; “¿Maestro, si practico la meditación se me contestarán mis preguntas?” El maestro le contesta; “No, no te contestará ninguna de tus preguntas, pero va a eliminar al que está preguntando.”
Permíteme cerrar esta nota con el siguiente extracto del Manual para el Maestro del curso:
“Este
curso es siempre práctico. Puede ser que el maestro de Dios no se
encuentre en una situación que sea conducente a pasar unos minutos en un
estado de quietud nada más despertarse (ya esa porque tiene 5 hijos). Si ése es el caso, que recuerde tan sólo que su elección es pasar un rato con Dios lo antes posible, Y QUE LO HAGA.
La cantidad de tiempo que dedique a ello no es lo más importante. Uno
puede fácilmente pasarse una hora sentado inmóvil con los ojos cerrados y
no lograr nada. O bien puede, con igual facilidad, dedicarle a Dios sólo un instante, y en ese instante unirse a Él completamente.
Quizá la ÚNICA GENERALIZACIÓN que puede hacerse al respecto es la
siguiente: dedica un rato lo antes posible después de despertarte a
estar en silencio, y continúa durante uno o dos minutos más después de
que haya comenzado a resultarte difícil. Probablemente descubrirás que
la dificultad disminuye y desaparece. En caso de no ser así, ése es el
momento de parar.
5. Por la noche se debe seguir el mismo
procedimiento. Tal vez tu período de sosiego deba ser temprano en la
noche, si no te es posible hacerlo inmediatamente antes de irte a
dormir. No debes hacerlo acostado. Es mejor estar sentado, en cualquier
postura que prefieras.” M-16.4:1-9;5:1-4