Cuando por lo general entramos en una relación de pareja típica (especial), lo que buscamos es placer, o mas bien llenar los vacíos, o mejor dicho, el único vacío; la carencia de amor que creemos experimentar en nuestra vida y que creemos que la relación nos lo va a proveer.
No obstante, cuando emprendemos un camino como el de recordar que somos amor, ahora las relaciones tienen un nuevo propósito, el cual es traer a la superficie los obstáculos que no nos permiten reconocer la verdad de lo que somos para que puedan ser removidos.
Por algo Un Curso de Milagros nos recuerda; “Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.“ T-In.1:7 Esos obstáculos salen, no para ser juzgados, sino que para ser sanados.
Si no estamos consciente de ello, creeremos que la razón por la que se siente la ira, resentimiento, odio, inquietud, preocupación, intentar controlar, expectativas que no son cumplidas, en otras palabras, falta de amor (miedo), es porque la “otra” persona me está diciendo esto, o está haciendo esto, o se está comportando de esta manera, o no me entiende, o no me da lo que quiero, etc., etc., etc.
Todo con el objetivo de ir “culpando” o “justificando” el comportamiento del “otro” para que el sentido de victimismo (obstáculo a la Verdad) se mantenga escondido en lo más profundo del inconsciente y por ende cumplir su único propósito el cual es, alejarme más y más del amor que ya Soy.
Este es un proceso difícil y muy doloroso si no estoy consciente de la sicología del miedo porque todos mis sentimientos van a dar testimonio de lo que creo que es real para mi, lo cual seria que no soy amor, que no soy suficiente, que soy carente y así sucesivamente.
Compartiendo ahora una experiencia personal, cuando embarqué en una reciente relación, hubo una atracción la cual yo muy conscientemente reconozco de donde provenía (ego). No obstante, ademas de que ella me gustaba mucho, bueno, todavía me gusta lo que sucede es que no estamos juntos jejeje! Pero quise darme la oportunidad teniendo en mente de que mi único propósito en la vida es sanar, es perdonar, para así ver como se desenvolvía esa relación.
Sentí que la vida me encaminaba hacia esa nueva experiencia ya que como siempre digo en mis charlas, es muy fácil ser soltero y “espiritual”, por lo tanto es ahora tiempo de mirar un poco mas profundamente.
Par de días después de empezar a compartir con ella, de mi empezaron a salir juicios y miedos, y yo como siempre invitando al Espíritu Santo, pero llegó un momento en que los sentimientos de miedo no cesaban. Vi no obstante, basado en como me aferraba antes a una relación, el efecto de la práctica del perdón en referencia a como me relacionaba con esta nueva experiencia. Solo que ahora afloraron otros sentimientos ocultos para continuar viendo lo que falta por sanar. Por algo el Curso me recuerda, “Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.” T-In.1:5
En otras palabras, uno puede sanar hasta un punto y si siente que el proceso es muy abrumador, puede pretender poder distraerse y no seguir. Pero se continuarán presentando los obstáculos para que, o continuemos con el camino de sanación, o vivimos con ese miedo hasta que no podamos mas con el. NO HAY ESCAPATORIA!
Eso me recuerda los dos extractos del Curso donde se nos dice: "La resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor." T-2.III.3:5-6
O mi favorita: "Si quieres ser como yo, te ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres ser diferente, aguardaré hasta que cambies de parecer." T-8.IV.6:3-4
Y la razón por la que no hay escapatoria es porque nos guste o no, vamos a ver todos los obstáculos presentes para que una vez por todas se erradique todo el miedo que hay en la mente para recordar que somos amor, que somos inocentes, que somos dicha, que somos paz, que somos Dios.
Pues a raíz de esa experiencia, y llegando un momento en el que creo que las cosas se estaban “mejorando”, siempre en nuestra interacción algo sucedía que lo fastidiaba todo. Ya sea que yo decía algo, o interpretaba algo mal, o yo percibía que ella hacia algo que me molestase, en fin, para los efectos de mi personaje, me sentía culpable porque creí que estaba “equivocándome” siempre.
Me sentí como que yo estaba mal de la cabeza, que era culpable, y que nadie que estuviese en este camino haciende su trabajo “bien” no tenia problemas de pareja o que sus miedos no estaban ahi tan presentes, etc.
A raíz de ello, me puse a hablar con algunas parejas que conozco que según mi juicio, son personas muy amorosas con ellos mismo y sus parejas, practican el Curso o el perdón, que sentí tenían en trabajo muy integrado, y les compartí los miedos que surgían en mi experiencia. Para mi sorpresa, empezaron a compartir conmigo que ellos también tienen todas esas inquietudes.
Inclusive, me contaban que muchas veces consideraron dejar la relación porque era muy doloroso el proceso en algunos momentos. Me contaba uno de ellos, que el se sentaba a meditar por las mañanas, que reconocía que todo es una petición de amor, que el santo hijo de Dios es inocente (el santo hijo de Dios somos todos nosotros), y en el momento que su pareja llegaba, todo eso se iba a la basura y se encontraba de nuevo en el especialísimo y el miedo. No obstante, también compartieron algo muy importante, y es que ellos tienen claro cual es el propósito de sus relaciones, recordar que el santo hijo de Dios es inocente.
Por lo tanto, la diferencia es que en sus relaciones, su objetivo, aunque por más que practican el perdón y Un curso de milagros, siempre va a aflorar lo que está latente en lo más profundo del inconsciente. Ellos saben que su relación es para sanar su mente del miedo y reconocer que lo único que es real es el amor y la inocencia.
Si aunque fuese uno de ellos, o los dos no están consciente de ese trabajo, al salir todos esos obstáculos, la relación no podría sostenerse porque uno o el otro saldría corriendo de esa relación. Pues a final de cuentas, ¿quien quisiera estar constantemente mirando los miedos que hemos interpuesto para huir del amor? Mejor vamos a distraernos para no mirar.
Sí, hay relaciones que aunque no practiquen nada de esto se sostienen y aparentan ser muy felices. Bueno, yo no puedo especular ahi, pues cada uno de nosotros tienes sus oportunidades de perdón en su guión. Quizás para esas personas el area de relaciones no es algo que tengan que trabajar. Yo solo puedo hablar de mi proceso, y ese si que ha sido uno que he tenido que trabajar muy profundamente. Yo creo que por eso es que la Vida me puso en la tarima a compartir estas enseñanzas, para que YO las aprenda, de manera que con la repetición me las recuerde, hasta que finalmente pueda aplicarlas.
Eso no significa que una relación tiene que estar basada en sufrimiento y trabajo espiritual. No nos vallamos a confundir. Lo que si implica es que si queremos de verdad sanar, tenemos que estar conscientes de que las relaciones van a invitar esos obstáculos a salir, y por consiguiente, hay que reconocer siempre cual es el propósito de la relación.
Ese propósito no es unirte a la otra persona, sino que unirte a Dios a raíz de sanar el miedo que aflora en nuestras relaciones. Paradójicamente, mientras mas unido te sientes a Dios (a Ti), mas unido te sientes a tu pareja, solo que libre de especialísimos.
Así puedes por lo menos reconocer la inocencia en tu hermano pasando por alto su comportamiento para que así recuerdes TU inocencia. ¿Eso significa que si las cosas no van bien que me tengo que quedar en esa relación hasta que completamente sane la mente? No. Lo que significa no obstante, es que si por alguna razón decidimos salir de esa relación, ya sea porque la situación pueda ser muy abrumadora, o porque la comunicación sea imposible, que la separación ocurra sin juzgar, sin culpar al otro, sin justificar nada, sino que humildemente reconociendo que la oportunidad de enseñanza y aprendizaje con esa persona por ahora ha terminado.
No obstante, lo que no se ha sanado ahi, se continuará en la próxima relación. Si de lo contrario, aun cuando haya habido una separación, durante el tiempo en que estamos sin pareja lo utilizamos para continuar perdonando, cuando llegue la próxima relación (oportunidad de aprendizaje/enseñanza) lo que solo una relación puede aflorar aflorará. Recuerda una vez más, solo las relaciones nos brindan la oportunidad de ver lo que no se puede ver cuando estamos solos.
Es muy fácil meditar en nuestra cueva, estar “tranquilos” en la casa leyendo libros espirituales, compartiendo con nuestros compañeros de grupos metafísicos y comunidades donde todos estamos “de acuerdo”. Pero la sanacion ocurre cuando nos brindamos la oportunidad de sacar lo que está escondido en la mente a través de la interacción con el “mundo”, a través de la interacción con nuestras “relaciones”. Pues nuestras relaciones, sobre todo las mas interpersonales (pareja, hijos, padres) sirven para que ahora podamos invitar a un Nuevo Maestro (Espíritu Santo, Amor, Paz, Mente Recta, Dios, o como quiera llamarlo) ya que son un fuertísimo espejo que refleja lo que más escondido está en nuestra mente, que a veces el espejo del mundo no puede llegar. Eckart Tolle una vez dijo, “Si quieres ver que tan iluminado tu estás, pásate un fin de semana con tus parientes.”
Doy gracias por todas mis relaciones pues me brindan constantemente la oportunidad de sacar lo que está escondido en las bóvedas del inconsciente. Y cuando hablo de relaciones, no hablo solo de relaciones de pareja, sino que mis relaciones con las personas que van a mis charlas, con el taxista que me lleva al aeropuerto, con la persona que está detrás de la caja registradora en el supermercado, con el vagabundo que pide una limosna, con el perrito de mi vecino, con el ordenador, en otras palabras, con todo, porque el todo y yo somos lo mismo.
Si no estoy consciente de ello, y ataco o me siento atacado por una parte del todo, no puedo sino que sentir los efectos del ataque hacia mi mismo. Y es muy fácil atacar al otro o percibirnos atacados por el otro en una relación de pareja, pues es ahi donde se esconde el miedo mas profundamente. Es ahi donde las emociones toman mas auge, y sin embargo es ahi donde, o me pierdo a mi mismo en el “otro”, o me encuentro a mi mismo en el “otro.”
Pues si percibo a mi pareja, no importa lo que haya sucedido, como culpable, no puedo sino que sentirme yo culpaba. Si la percibo como inocente, no puedo yo sino que percibirme como inocente, ya que somos lo mismo! Y el ego argumentaría, “¿pero si mi pareja me engaña con otra persona, o si ella me maltrata, o si ella o el me…, etc., etc., etc.?"
Pues o te sales de ahi, o no. Pero lo haces sin culpar ni justificar la situación pues tenemos que recordar que nada sucede al azar. “En la salvación no hay coincidencias. Los que tienen que conocerse se conocerán, ya que juntos tienen el potencial para desarrollar una relación santa. Están listos el uno para el otro.” M-3.1:6-8
Y que lo que está sucediendo en nuestra vida es porque en algún nivel así fue como lo pedimos y así se nos concedió. Por algo se nos recuerda, “Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos." T-31.V.15:8 Otra manera de decirlo sería, "Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas." T-12.VII.7:6
O el famoso extracto que dice, ”El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. No importa quién desempeñe el papel de enemigo y quién el de agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cuál parezca ser la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. Pues no reaccionarías en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No importa cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio sueño." T-27.VIII.10:1-6
También quisiera compartir lo siguiente. Cuando me sentí culpable por creer haberme “equivocado” en la relación, por creer que yo debí haber dicho, o hecho algo diferente, que es ahi donde la culpa se esconde, un buen amigo me recordó algo que yo siempre comparto, pero que obviamente se me olvidó, y es lo siguiente: es imposible “equivocarte” con nadie porque el personaje (el yo que se cree estar viviendo esta experiencia física) no está a cargo de su vida sino que mas bien está observando las constantes consecuencias de lo que es elegir entre el miedo y el amor en su mente. Eso no necesita castigo sino que corrección.
Y como la Vida está a cargo del montaje, y el único propósito de la Vida es que el hijo regrese a la Verdad (Amor), si se supone que esté con esa persona, se podrá “equivocar” cientos de veces, y continuaremos juntos. ¿Por qué? Porque si esa relación es la que se necesita para sanar los obstáculos al amor, la misma continuará, y no hay nada que ninguno de los dos pueda hacer para que la relación no continúe.
Por algo Un curso de milagros me recuerda, “El tercer nivel de enseñanza se da en relaciones que, una vez formadas, son de por vida. En estas situaciones de enseñanza-aprendizaje se le provee a cada persona de un compañero de aprendizaje determinado que le ofrece oportunidades ilimitadas de aprender: Por lo general no hay muchas relaciones de este tipo, ya que su existencia implica que las personas en cuestión han alcanzado simultáneamente un nivel en el que el equilibrio entre aprendizaje y enseñanza es perfecto. Esto no significa que necesariamente se den cuenta de ello; de hecho, en la mayor parte de las ocasiones no se dan cuenta. Puede que incluso haya bastante hostilidad entre ellos por algún tiempo, o tal vez de por vida. Mas si así lo deciden, tienen ante sí la lección perfecta y pueden aprenderla. Y si deciden aprenderla, se convierten en los salvadores de los maestros que flaquean y que incluso parecen fracasar. Es imposible que un maestro de Dios no encuentre la Ayuda que necesita.” M-3.5:1-8
Lo que si podemos hacer para evitar el sufrimiento y el dolor innecesario, es entregársela al amor para que el amor sea quien la sostenga.
Por lo tanto, yo no se si esa persona estará en mi vida, o quien estará en mi vida. Solo puedo recordarme que la Vida se está viviendo a través de mi, y lo único que puedo hacer es observar. Por lo tanto, el mensaje es el mismo, SUELTA! SUELTA!, SUELTA! Por algo mi libro se titula, Lo Que Pasa Cuando Dejas Ir.
En este momento, suelto todo aferramiento, toda expectativa, y todo deseo de controlar, y CONFIO en que la Vida sabe lo que está sucediendo en cada momento, en cada instante, en cada paso que se toma. Continuaré caminando, aferrado de la mejor manera que pueda a la paz en mi, aunque a veces eso no sea lo que aparente estar sucediendo conmigo, y confiaré en que soy inocente, en que todos somos inocentes, pues solo desde la inocencia se experimenta el amor, y solo en el amor recuerdo lo que Soy!
La pregunta que todos tenemos que hacernos es, ¿quiero sanar la culpa inconsciente para poder recordar que soy en santo hijo amado, donde no le tengo miedo al amor, donde me dejo amar por todo y por todos, donde amo sin limites a todos y a todo? Si la respuesta es si, empieza a reconocer que no hay nada ni nadie que culpar, que, "Todas las cosas obran conjuntamente para el bien. En esto no hay excepciones, salvo a juicio del ego.” T-4.V.1:1-2 Invita a un Nuevo Maestro (Amor) a que sane la culpa interna que simplemente se está constantemente proyectando en tu mundo. ¿Y como se hace eso?
Algunas sugerencias que el Curso ofrece serían: “Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9
Que sería lo mismo que decir; “Si estás dispuesto a renunciar al papel de guardián de tu sistema de pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios.“ T-4.I.4:7
Que sería lo mismo que decir; "Nada de lo que veo significa nada." W-pI.1
Que sería lo mismo que decir; "Lo esencial, sin embargo, es que reconozcas que no sabes nada. El conocimiento es poder y todo poder es de Dios. Tú que has tratado de quedarte con el poder para ti sólo lo has "perdido". Todavía lo tienes, pero has interpuesto tantos obstáculos entre él y tu conciencia de él que no puedes utilizarlo. Todo lo que te has enseñado a ti mismo, ha hecho que seas cada vez menos consciente de tu poder." T-14.XI.1:1-5
Y podría citar cientos de pasajes a través del curso que dicen lo mismo. Una práctica que recomendaría a diario son los cuatro hábitos para la paz interior, y se pueden leer a través del siguiente enlace:
http://www.theradicalkid.blogspot.com/2014/03/los-cuatro-habitos-para-la-paz-interior.html
En realidad todo se resumen a esto: "…poner tu mente a disposición de la verdadera Autoridad." T-1.V.5:7
Así que sé paciente contigo mismo, honra todas las experiencias que por muy dolorosas que aparenten ser, fueron nada mas que obstáculos que surgieron para que puedas una y otra vez elegir otro Maestro y por ende se desintegren en la luz de la Verdad. Practica a diario elegir la paz como lo mas importante en tu vida. No tienes que buscar “relaciones”, la vida misma sabe lo que necesitas y las mismas se presentarán en tu vida a raíz de que estés listo para mirar el proximo obstáculo. Y que conste de que nunca te presentará una relación con la que no puedas lidiar, aun cuando aparente ser muy difícil.
El Amor está contigo y nunca te abandonará. Simplemente no permitas que ninguna relación, por mas abrumadora que aparente ser se convierta en una distracción a la Verdad. Utilízala como un recordatorio de que solo el amor es real, y el resto es ilusión. Dale gracias a todas tus relaciones, sobre todo las que sientes fueron las mas difíciles, pues estaban mostrando la obscuridad que se tenía que sanar en ti para que puedas más y más recordar que eres Amor.
Y no estás solo en este camino, pues a final de cuentas, “Si supieras Quién camina a tu lado por la senda que has escogido, sería imposible que pudieses experimentar miedo.” T-18.III.3:2
Y te preguntarás, “¿y como se que El está ahi conmigo? No lo veo.” Mi respuesta sería la siguiente. Sí lo ves, te estuvo hablando a través de estas palabras. ;o)