Pregunta: “Cómo
hacemos para ver a Dios en el círculo de estrategas que están
dirigiendo el bombardeo de una ciudad indefensa...? Si me concentro en
visualizar al Espíritu Santo que anima el alma de todos ellos, en
perdonarlos y perdonarme (ya que em mí mismo residen sus egos
violentos), puede eso cambiar lo que está sucediendo en ese sueño de
violencia cruel?”
Comentario: Cuando dices que si te
concentras en visualizar el Espíritu Santo que anima el alma de todos
ellos, etc., ¿quien es el “yo” que está tratando de visualizar el
Espíritu Santo? El ego.
Y el ego no puede ver ni visualizar amor
de ninguna manera. En otras palabras, a Dios no se puede ver a través
del sistema de pensamientos del ego, no obstante se puede aprender a
través de un cambio de mentalidad a pasar por alto el comportamiento del
ego, que seria lo mismo que decir, a pasar por alto el comportamiento
de un hermano que está lleno de miedo y reconocer que todos somos
inocentes. O también reconocer que todos estamos llenos de miedo, pues
de no haber miedo no estaríamos experimentándonos en un mundo separados
el uno del otro.
Solo que en el “mundo” en el que aparentamos
vivir, al igual que tu y yo, todos tenemos el libre albedrío de poder
elegir entre el sistema de pensamientos del Espíritu Santo o el del ego,
y lo que tu estás aparentemente percibiendo no son ni víctimas ni
villanos, aunque así es como el ego te lo pinta, lo que estás siendo
testigo es de lo que sucede cuando uno elige el sistema de pensamientos
del ego (miedo) sobre el amor (Espíritu Santo).
Por lo tanto, el
objetivo no es de tratar de ver a Dios en nadie, sino que mas bien
permitir que la mentalidad del Espíritu Santo rija tu mente para que no
te dejes distraer de lo que tus ojos creen estar viendo, pues a fin de
cuentas recuerda que; “Una vez que alguien queda atrapado en el mundo
de la PERCEPCIÓN, queda atrapado en un sueño. No puede escapar sin
ayuda, porque TODO LO QUE SUS SENTIDOS LE MUESTRAN da fe de la realidad
del sueño.” (Prefacio)
Ahora, para hacer un poco mas fácil la
posibilidad de percibir a un hermano inocente, aun cuando su
comportamiento aparente ser muy violento, recuerda que todos queremos lo
mismo, paz interior. Lo que sucede no obstante es que esos hermanos
creen que a raíz de ese comportamiento lo van a conseguir. Por lo tanto
lo que se requiere aquí no es culpar sino que mas bien ser compasivo.
Por algo el curso nos recuerda que solo el amor es real, y lo que no
aparenta ser un comportamiento amoroso es mas bien una petición de amor.
No hay que estar de acuerdo con el comportamiento de un hermano, pero
si se puede reconocer su motivo y por lo tanto extender compasión. Y esa
compasión es la que compartimos con ellos, pues a fin de cuentas es
cono nosotros con lo que la compartimos ya que solo hay uno.
Sin
embargo, tu objetivo, una vez más, sigue siendo no permitirte distraer
por esas imágenes y simplemente reconocer que desde su miedo, desde su
deseo de sentirse separados, que es el mismo tuyo solo que es mas fácil
proyectárselo a un hermano (a una imagen ilusoria) que reconocerlo en
uno mismo, actúan de esa manera. Y desde tu miedo, juzgas de esa manera.
¿Vez como tu también estás igualmente atrapado tal como ellos. Solo que
desde tu perspectiva tu eres el “bueno” y ellos son los “malos.” Pero
no hay ni “buenos” ni “malos” porque nada de esto sucedió.
Por lo tanto, permíteme compartí el siguiente párrafo del curso: “¡Imagínate
cuán hermosos te parecerán todos aquellos a quienes hayas perdonado! En
ninguna fantasía habrás visto nunca nada tan bello. Nada de lo que ves
aquí, ya sea en sueños o despierto, puede compararse con semejante
belleza. Y no habrá nada que valores tanto como esto ni nada que tengas
en tanta estima. Nada que recuerdes que en alguna ocasión hiciera cantar
a tu corazón de alegría te brindó ni una mínima parte de la felicidad
que esta visión ha de brindarte. Pues gracias a ella podrás ver al Hijo
de Dios. Contemplarás la belleza que el Espíritu Santo adora contemplar,
y por la que le da gracias al Padre. Él fue creado para ver esto por ti
hasta que tú aprendas a verlo por tu cuenta. Y todas Sus enseñanzas
conducen a esa visión y a dar gracias con Él.” T-17.II.1:1-9
Y regresando a tu pregunta de como ver a Dios en un mundo lleno de miedo, la contestación es simple, perdonando!