Comentario: El Espíritu Santo no existe de la misma manera que el ego tampoco
existe sin embargo creemos en la existencia de un ego y por consiguiente el
Espíritu Santo representa la parte de la mente que recuerda lo que realmente
somos. Una vez que despiertas del sueño desaparece el ego que nunca existió y
desaparece el Espíritu Santo porque ya eres una con Dios, o mejor dicho eres
Dios. Y donde solo hay uno no puede haber múltiples. Si el Espíritu Santo
existiese después de haber despertado del sueño es el equivalente a decir que
hay Dios y hay Espíritu Santo, otra forma de decir que hay más de uno.
También recuerda que el espíritu Santo al
igual que el ego no aparecen en el sueño debido a que los dos se encuentran en
la Mente. El ego en la mente proyecta aún sueño para distraer a la misma mente
de si misma, ya que es en la mente donde se deshace el ego. Sin embargo el
Espíritu Santo utiliza las mismas proyecciones de el ego para recordarle a la
mente su verdadera identidad.
Un ejemplo sería el libro azul de Un Curso
de Milagros. El ego proyecta un sueño en el que aparenta haber un “yo” en un
“mundo” lleno de imágenes, como libros por ejemplo. El Espíritu Santo puede
utilizar esa misma imagen con palabras que el yo aparenta estar leyendo con el
propósito de dirigir la atención una vez más hacia el interior.
Lo que sucede es que para nosotros poder estar
abiertos al mensaje del Espíritu Santo tenemos que desear la verdad sobre todas
las cosas. De lo contrario el ego utilizará los mismos símbolos que el Espíritu
Santo utiliza para recordarnos la verdad y los tergiversará. Es por eso que las
enseñanzas de maestros como Jesús, Buda, Kristina y así sucesivamente han sido
interpretadas con un propósito opuesto al mensaje original. Pues tenemos que
recordar que el sistema de pensamientos de el ego hace lo que sea necesario
para su supervivencia.
Y el ego no tiene poder sobre nosotros a
menos que nosotros se lo concedamos. Y lo hacemos cada vez que deseamos lo
opuesto a la vedad. Es por eso que el pre requisito para poder elegir el
sistema de pensamientos de el Espíritu Santo es un deseo profundo por la verdad,
por la paz y no por las ilusiones.
A final de cuentas, como solo hay Uno, se
podría decir que el Espíritu Santo ere
tú. Sólo que mientras te percibas como una entidad separada el Espíritu
Santo juega el papel de una parte de ti que una vez aceptada te das cuenta que
siempre fuiste tú hablando contigo mismo.