Comentario:
Ningún enojo es natural. Inclusive, el curso nos recuerda que “la ira nunca está justificada.”
T-30.VI.1:1 Y para los efectos, ninguna emoción es natural. Eso no
significa que no sintamos ira ni emociones ya que nuestra experiencia es de ser
cuerpos en un mundo dual donde la mente se cree estar dividida. Sin embargo, la
ira, al igual que toda emoción que sentimos tiene que ver con la identificación
con el cuerpo (ego).
Recuerda, el ego es la experiencia de estar aquí, en otras
palabras, la creencia de que nos separamos de Dios, y ahora nos sentimos solos
en este mundo destituidos. Sin embargo, cuando sientas ira, lo que puedes hacer
es sencillamente observarla reconociendo que “nunca estoy disgustado por la razón que creo,” W-pI.5 y
sencillamente pedirle al Espíritu Santo que te ayude a corregir tu percepción,
donde la ira pueda ser reemplazada por la paz de Dios. En otras palabras, “podría ver paz en lugar de esto.” W-pI.34
Pero tienes que mirar primero de frente lo que crees que te
molesta, sin enjuiciarlo ni darle significado, siempre recordando que “nada de
lo que veo significa nada” W-pI.1 de manera que el Espíritu Santo pueda
entonces ayudarte a corregir tu percepción. En otras palabras, para poder
regresar al amor, tienes que pasar por el velo que has interpuesto tu.
Esa es la razón por la cual el curso no es un camino fácil,
pues tenemos que mirar nuestra oscuridad para poder entonces transcenderla.
Solo que ahora tenemos un Maestro que nos agarra de la mano mientras pasamos
por esos periodos de deshacimiento.