Mi hijo hace unos años
tuvo un estado de falta de salud mental y creemos que fué por el consumo y
quizás la mezcla con alcohol. Fueron momentos feos, yo igual gracias al Curso
me mantuve en calma y le decía (hablandole a su parte sana) que no tema, que ya
se iba a dar cuenta que estaba equivocado (yo pensando que era sólo un tema de
confusión de él en su pensamiento y no de consumo). Fuimos a psiquiatra, salió
de ese estado, está bien, pero lamentablemente después nos enteramos que fumó y
ahora me entero que sigue fumando. Cómo reacciono? qué le digo? qué hago? lo
tengo que "castigar" con algo? Desde ya MUCHAS GRACIAS!!! y
Bendiciones!
Tu libro está
ESPECTACULAR!!! Y aún no lo terminé! voy por la mitad!!! Gracias”
Comentario:
Estas haciendo preguntas que no tienen contestaciones. En este mundo haces lo
que cualquier madre haría. El problema aquí no tiene nada que ver con lo que
harías, sino que como tu lo estas interpretando.
Lo que determina como vas a lidiar con cualquier
experiencia, es decidiendo a que Maestro vas a elegir antes de hacer lo que
hagas.
En otras palabras, si eliges al Espíritu Santo, reconociendo
que no sabes absolutamente nada, y que solo quieres que el amor sea tu guía y
no el miedo, lo que termines haciendo seria lo mas bondadoso para los dos, aun
cuando lo que termines haciendo sea algo que para efectos aparente ser como un
castigo.
Lo importante es que ni te culpes a ti, ni a el por lo que
este haciendo. Sencillamente observa los hechos tal y como son, siempre
recordando que no hay intereses separados, y haz lo que sea mas apropiado en
ese momento.
Esto porque te lo diga no te va a servir de nada hasta que
tu de corazón no practiques lo que Cristo te enseña a través del Curso. Pues
vas a continuar reaccionando a tus proyecciones, y buscando contestaciones que
solo van a mantenerte enfocando en tu mundo de los efectos, en vez de retornar
tu mente a la causa.
Esto es lo único que podría ofrecer. Antes de tomar algún
tipo de acción, respira profundamente, imaginate a Cristo en tu mente y haz la
siguiente oración:
"Estoy aquí
únicamente para ser útil.
Estoy aquí en
representación de Aquel que me envió.
No tengo que preocuparme
por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me
guiará.
Me siento satisfecho de
estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo.
Sanaré a medida que le
permita enseñarme a sanar." T-2.V.18:2-6