Pregunta:
"Estimado Nick: Ayer te conocí viendo
las dos horas de tu ponencia en el Congreso del perdón en España. Vivo en
Argentina. Deseo hacerte una pregunta: he fabricado una situación
"afuera" que me produjo dolor, entonces me miro por dentro...y me
hago responsable, la pregunta es: ¿es mi culpa la que lo fabricó? ¿CÓMO CAMBIO
ESO? Y si no es eso, ¿Qué lo fabricó? Pues quiero salir de ese lugar de
percepción. Muchas gracias desde ya. Saludos afectuosos."
Comentario:
Primero que nada, no es tu culpa, pues tu no eres responsable de la proyección,
de lo que tu eres responsable es de elegir con que maestro percibirla. Tu en si
eres una proyección de la mente que se cree estar separada, así que tu no
tienes control de lo que proyectas sino de lo que percibes al hacer una nueva
elección.
Pues lo primero que tienes que "hacer" es tomar
completa responsabilidad de que nada te esta sucediendo a ti, sino que esta
sucediendo a través de ti. Eso te pone en posición de poder, pues ahora
reconoces que no eres víctima del mundo que ves.
Eso no tiene nada que ver con ser tu culpa, que por cierto,
eso es lo que el ego ahora trata de hacer. Al darse cuenta que tu eres la
responsable de lo que experimentas, el ego trata de que tu te culpabilices por
tus experiencias. Y eso esta muy lejos de la verdad.
Recuerda que el tomar responsabilidad de nuestras
proyecciones no tiene nada que ver con que hayamos "pecado" o que nos
sintamos culpables, es sencillamente la oportunidad que nos damos para que
podamos experimentar una sanación ya que si las cosas nos estuviesen sucediendo
a nosotros, entonces seriamos las víctimas de nuestras circunstancias, y por lo
tanto no podríamos hacer nada al respecto.
Es la forma invertida a través la cual creemos estar
viviendo. Creemos que somos los efectos de una causa externa a nosotros, cuando
en realidad, nosotros somos la causa, y los efectos es lo que creemos ver
"afuera." Pero en si, todo esta sucediendo en el mismo lugar, la
mente que se cree estar separada de si misma y por ende proyecta esta
experiencia.
Lo podríamos ver de esta manera. Cuando anoche te acostaste
a dormir, y empezaste a soñar, jurabas que estabas en otro lugar. Pues esa
persona (tu en el sueño) que se cree estar en otro lugar no tiene el poder de
elegir, ya que esa persona (tu en el sueño) es una proyección de tu mente que
esta soñando.
Pues la primera parte de tu pregunta ya esta contestada. No
eres culpable de nada, sencillamente estas experimentandote como un ser
separada de Dios en un mundo dual y nada mas. Con relación a la segunda parte
de tu pregunta, "¿CÓMO CAMBIO ESO?".
Ojo, aquí tienes que tener mucho cuidado. No tienes que cambiar nada pues nada
existe. Ni siquiera tienes que tratar de verlo tu (ego) de otra manera.
Sencillamente reconoces que no estas en paz, ya que a un nivel mas profundo le
has otorgado significado a esa ilusión.
El ego te hace creer que la razón por la cual te sientes así
es por la proyección o experiencia que tienes al frente. Sin embargo, esa no es
la realidad. La única razón por la cual te sientes mal o incomoda es porque
crees haberte separado de Dios. Sin embargo, la experiencia que se esta
proyectando en tu guión es la excusa que el ego utiliza para justificar de la
manera que te sientes.
Es por eso que aquí no tienes que hacer absolutamente nada,
sino que reconocer que no sabes nada, sentir lo que estés sintiendo, mientras
que al mismo tiempo eliges la paz de Dios como manera de decir, "no se que significa esto, y solo permito que la paz
de Dios permee mi mente."
Eso no significa que automáticamente se va a eliminar tu
circunstancia, o que algo tenga que cambiar, significa solamente que estas
permitiendo el juicio correcto del Espíritu Santo a que haga un cambio de
percepción en tu mente, de manera que entonces puedas percibir esa experiencia
de otra manera. En otras palabras, que puedas percibir esa experiencia a través
de la paz y no del miedo.
Este trabajo toma tiempo y paciencia en lo que poco a poco
empiezas a experimentar un desapego sicológico, y eso depende de que tan
dispuesta estas tu a de corazón elegir
la paz de Dios. Es por eso que la lección 185 del curso nos recuerda, "Deseo la paz de Dios. Decir estas palabras no es
nada. Pero decirlas de
corazón lo es todo. Si
pudieras decirlas de corazón, aunque sólo fuera por un instante, jamás
volverías a sentir pesar alguno, en ningún lugar o momento."
W-pI.185.1:1-3
Ten lo siguente en mente, cada vez que le dices al Espíritu
Santo, "quiero cambiar esto..."
lo que esta haciendo es haciendo real en tu mente lo que crees que quieres
cambiar, y por lo tanto el Espíritu Santo no puede ayudarte a reconocer que no
hay nada que cambiar, pues el "problema" en si no existe."
Es mas fácil pedirle que te ayuda a corregir tu percepción,
y una manera simple de hacerlo es a través de lo que Cristo nos recuerda cuando
nos dice, “Cuando de alguna manera tu paz
se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente: No conozco el
significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he
aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora."
T-14.XI.6:6-9