Un curso de milagros me estaba
preparando para ello, pero todavía había una sensación de que algo no encajaba.
Y lo que no encajaba era de la manera en la que estaba lidiando con mis
emociones y sentimientos.
Eso se debe a que cada sensación o
emoción, el sistema de pensamientos del ego trata de alguna manera u otra hacer
sentido de ella. Esas son las historias en la mente que nos conduce al miedo,
al sufrimiento, a la preocupación. Siempre queremos experimentar paz mientras
estamos resistiendo lo que estamos sintiendo. La mente trata de buscar en tu
pasado, tus relaciones, tus experiencias para ver cual es la causa de lo que
estas sintiendo, etc., etc., etc. Como si hubiese una causa en si, sin darse
cuenta que es nada mas que una historia para justificar o darle sentido a lo
que sentimos. Que es por eso que
el curso nos recuerda, “Nunca estoy disgustado por la razón que creo.” W-pI.5
Cuando el curso me recuerda, “Cuando de alguna manera tu paz se
vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente: No conozco el significado de
nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré
de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora.” T-14.XI.6:6-9, eso lo practicaba con el deseo de
experimentar paz queriendo que esos sentimientos o emociones, llamemosla
frustraciones o dolores desaparecieran.
Pero una vez mas, esas sensaciones
no son nada mas que lo que le vamos a llamar para efectos de lenguaje dual, la
vida expresandose a través del “yo” que se cree ser un cuerpo, y por lo tanto,
juzgando todo lo que siente para tratar de, o hacer sentido de ello, o de
reemplazarlos por algo “mejor” o algo mas “agradable.”
Sin embargo, también me he dado
cuenta que el mismo curso me recuerda que el guión esta escrito, y por ende,
todo lo que estoy haciendo es observando como la vida se expresa en este plano,
en el cual creo que soy yo el que esta tomando decisiones, cuando en realidad,
las decisiones ya tomadas proceden de mi elección subconsciente de todavía
querer seguir jugando el papel del “yo” que se cree estar aquí. Citando el
curso una vez mas, “Lo que ocurrió hace mucho parece estar ocurriendo
ahora. Las decisiones que se
tomaron en aquel entonces parecen como si aún estuviesen pendientes; como si
aún hubiera que tomarlas. M-2.3:2-3
¿Pues a que se debe toda
preocupación y sufrimiento? A que yo creo que puedo controlar la vida, y por
ende me encuentro constantemente peleando con cada momento, con cada emoción,
con cada experiencia, queriendo que fuese diferente en vez de aceptarla tal y
como es. EL dolor no es diferente que el placer a menos que yo haga un juicio
en contra de ello. Sin embargo, si me identifico con mi Ser (sencillamente
aceptando lo que es, de reconocer que no se nada) puedo inclusive estar bien
con cualquier experiencia y reconocer que es solo una ola pasajera del Océano
que es mi verdadero Ser. En otras palabras, Yo Soy! Que es otra manera de
decir, Yo Soy el Océano.
Sin embargo, si me identifico con
cada ola que tiene lugar en mi vida, emoción, sentimiento, pensamiento, etc.,
voy a sufrir las consecuencias de haberme identificado con la ola, y por ende,
voy a continuar experimentando eso que tanto estoy tratando de querer dejar ir.
Es por eso que hay un dicho que dice, “lo que resistes persiste.”
Pues todo con lo que me identifico
se convierte en mi ser, mi identidad. Y si mi identidad, o mejor dicho, si creo
que mi identidad es una ola, la ola al ser pasajera tarde o tempranos se tendrá
que ir, y mi apego a no dejarla ir
(al resistir lo que es) me conduce a tratar de controlar esa ola para poder
entonces experimentar lo que yo creo que esa ola me pueda proveer. Y lo que esa
ola, al igual que cualquier ola me podría proveer es NADA!!!
Si acaso mas sufrimiento, aunque a
veces escondido detrás de aparentes placeres, que es por eso que el curso me
recuerda, "El pecado oscila entre el dolor y el placer, y de nuevo al
dolor. Pues cualquiera de esos testigos es el mismo, y solo tienen un mensaje:
'Te encuentras dentro de este cuerpo (ola),
y se te puede hacer daño. También puedes tener placer, pero el costo de este es
el dolor'. A estos testigos se unen muchos más. Cada uno de ellos parece
diferente porque tiene un nombre distinto, y así, parece responder a un sonido
diferente. A excepción de esto, los testigos del pecado son todos iguales.
Llámale dolor al placer, y dolerá. Llámale placer al dolor, y no sentirás el
dolor que se oculta tras el placer. Los testigos del pecado no hacen sino
cambiar de un término a otro, según uno de ellos ocupa el primer plano y el
otro retrocede al segundo”. T-27.VI.2:1-9
Ese es el error de confundir
nuestra Verdadera Fuente de todo que Es (el Océano), que es lo que Soy, y
reemplazarla con la ola como si la misma fuese mi fuente. Ahora, ¿cual es el
problema con este tipo de analogía o ilusión? Pues si creo que la ola es mi
vida, me voy a ver en un constante sentido de escasez, buscando en la ola
(controlando la vida) para que me provea de lo que necesito, ya que se me ha
olvidado que la Fuente, o mejor dicho, la Infinita Fuente, es el Océano (Dios)
de la cual la ola es parte De. Obviamente no hay olas pues Dios es paz, pero es
la analogía que estamos utilizando para diferenciar Dios con el “y” (ola) que
se cree estar escribiendo estas palabras, o desde tu perspectiva, el “yo” que
se cree estar leyendolas.
Soy el Océano, y sin embargo, me
enfoco en la ola como si la misma fuese mi fuente, mi ser. Y como toda ola es
pasajera, lo que ahora creo que tengo, en otro momento lo pierdo. Pero si
recuerdo que soy el Océano, me puedo disfrutar la ola sin miedo de perdida,
pues estoy identificado con lo que Realmente Soy.
Otro pequeño detalle. El Océano
tiene un solo propósito. Hacerme recordar que Soy Océano. Y por lo tanto, Su
Voluntad es la misma mía ya que Yo y el Océano son lo mismo! “...porque al
negar al Padre te niegas a ti mismo.”
T-8.IV.7:4 Y por lo tanto, por mas
que yo quiere aferrarme a la ola, la ola nunca será permanente y se va a ir, solo para que una vez mas pueda reconocer Quien realmente
Soy (Océano, Dios).
Así que como yo no puedo controlar
la ola, (mi vida) solo me queda una opción. Permitir que la vida sea, sin yo
tratar de controlarla ni de manipularla, pues por mas que trate de controlarla
y manipularla, la Vida continuara haciendo Su trabajo. Y lo que será será, y no
hay nada que pueda hacer para controlarla.
Esa es la raíz de todo
sufrimiento, primero el tratar de controlar la Vida, y luego CREER que puedo
controlarla jajaja!, hasta que llega el momento en que no puedo mas, y me daré
cuenta que lo único que de verdad puedo
hacer es empezar a CONFIAR en Ella. De lo contrario, mi propio dolor y
sufrimiento me llevará a ese punto, que es cuando el Curso me recuerda, "La
resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy
vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor." T-2.III.3:5-6”
Esto no es algo que se puede
experimentar a través de solo leer estas palabras, pues el sistema de
pensamientos del ego esta muy anclado en la mente y nos a convencido de que
nosotros podemos hacer algo al respecto, que es también la razón por la cual el
curso nos recuerda, "Si
quieres ser como yo, te ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres ser
diferente, aguardaré hasta que cambies de parecer." T-8.IV.6:3-4
¿Y por qué no vamos a poder hacer
algo al respecto, por mas que tratemos, por mas que suframos, por mas que
hagamos afirmaciones, por mas que hagamos visualizaciones, por mas que recemos,
por mas que supliquemos, por mas que resistamos, por mas que peleemos, por mas
que…? Una vez mas, porque solo hay Una Voluntad, y es la del Océano. Y lo Único que esa Voluntad quiere es
tu verdadera felicidad, no tus placeres
temporales (olas). Es por eso que se ha dicho, “No tengáis miedo, pequeño
rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido daros el reino." Lucas: 12:32
O de la forma que el Curso lo
propone: “Se te ha
dado todo. La
confianza que Dios tiene en ti es infinita. Él conoce a Su Hijo. Él da sin
hacer excepciones y sin reservarse nada que pudiera contribuir a tu felicidad.
Sin embargo, a menos que tu voluntad sea una con la Suya, no podrás recibir Sus
dones. Mas ¿qué podría hacerte pensar que hay otra voluntad aparte de la
Suya?” W-pI.166.1:1-6
Es por eso que mi libro se titula, Lo Que Pasa Cuando Dejas Ir