La
pregunta Quien o Que soy es simplemente un concepto que no se puede
definir ni explicar, y es una pregunta que no se puede contestar.
Explicar que soy la totalidad desde la experiencia de la individualidad
es imposible. Pues la experiencia de la individualidad és lo que no me
permite recordar o experimentar la totalidad que realmente Soy.
No
obstante, puedo experimentar lo que no soy y por ende permitir que lo
que Soy me demuestra que no soy lo que creía ser. El mundo que veo forma
parte de lo que no soy convirtiéndose en una distracción. Pero para
percibir un mundo tengo que creer que soy el que percibe el mundo. Y ese
que percibe el mundo tampoco es lo que realmente Soy.
Entonces
¿que puedo hacer para recordar lo que realmente Soy? Aunque no hay una
contestación directa a esa pregunta, sí puedo recordar que lo que
percibo no tiene nada que ver con lo que soy. Lo que mis ojos aparentan
ver, lo que mis oídos aparenta oír, lo que mi mente aparenta imaginarse,
lo que mi cuerpo aparenta sentir, todo eso es parte del perceptor que
cree percibir pero que en realidad no hay ni perceptor ni percepción,
por lo tanto, nada de eso forma parte de lo que Soy sino que de lo que
no soy.
Dejando a un lado todos los conceptos, ideas, creencias,
percepciones, es ahí donde abro mi mente y me abro a la paz que se
convierte en el puente a través el cual una vez se cruza recuerdo lo que
Soy. Y no es en si un puente que haya que cruzar, pues lo que Soy
simplemente Es y no hay que ir hacia el. No se necesita un puente para
ir a Casa, ni para regresar a Casa pues la realidad es que Soy la Casa.
La
pregunta luego es, ¿como sé que he experimentado lo que realmente Soy?
La contestación es muy simple porque ya esa pregunta no será necesaria.
Por lo tanto, si la pregunta todavía continúa, es que no sé lo que Soy.
Intentar
contestar esa pregunta me mantiene distraído con la pregunta al igual
que con esperar una contestación y por lo tanto la mente no se puede
abrir a la experiencia que és la contestación. Sin embargo, con la
experiencia de lo que Soy desaparece la pregunta ya que una vez más, la
experiencia es la respuesta.
Por lo tanto, la simpleza de este
camino es que no me pide que recuerde lo que soy, sino que mas bien no
me deje distraer con los conceptos e ideas de lo que no soy. Al
humildemente reconocer que no se nada, y desear solo la paz, es todo lo
que se requiere para no permitir distraerme con las ilusiones y confiar
de que en su debido momento, sin expectativas, sin apegos, el mundo Real
será mi experiencia, y como lo que percibo a través de mis sentidos es
lo que no soy, estoy consciente de que este mundo en el que me encuentro
no es mi realidad.
En resumen, no tengo que preocuparme por
encontrarme a mi mismo, pues Soy lo que Soy, simplemente tengo que
recordar que nada de lo que veo significa nada, que nada de lo que mis
sentidos perciben tiene ningún valor, que nada de este mundo tiene algo
que yo desee, y que solo en el silencio recuerdo lo que Soy. Paz!
Es ahí donde ocurre el cambios de mentalidad, y entonces hará perfecto sentido cuando se me recuerda que, "Hay
una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca
serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo.
Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos." W-pI.155.1:1-3