El
título de este articulo es basado en un extracto del libro de Liz
Cronkhite titulado (Four Habits for Inner Peace) Cuatro Hábitos Para La
Paz Interior. El libro se consigue solamente en Inglés. Y podria decir
que esa es mí practica.
“Un buen maestro enseña
mediante un enfoque positivo, no mediante uno negativo. No hace hincapié
en lo que tienes que evitar para escapar de lo que te puede hacer daño,
sino en lo que tienes que aprender para ser feliz. Piensa en el miedo y
en la confusión que un niño experimentaría si le dijeran: "No hagas eso
porque es muy peligroso y te puede hacer daño, pero si haces esto otro,
no te harás daño, estarás a salvo y no tendrás miedo". Definitivamente
es mucho mejor usar tan solo tres palabras: ‘¡Haz sólo esto!’ Esta
simple afirmación es perfectamente inequívoca y muy fácil de entender y
de recordar.” (T-6.V.3)
Últimamente algunos estudiantes han
pedido una simplificación de lo que deben hacer para "aceptar la
expiación" por sí mismos y estar en paz. Un Curso de Milagros enseña
ciertos hábitos en el libro, y hace hincapié en ciertos comportamientos
en todo, y he destilado éstos en lo que yo llamo los "Cuatro Hábitos para la Paz Interior".
Estos
hábitos son los que desarrollé para mí, primero para retornar a ellos
espacialmente durante momentos difíciles, y luego por decisión debido a
la paz que me brindaban. Al aplicar estos hábitos primero tu vida será
más simple y cada parte de tu vida se desarrollará de forma natural y
sencilla a raíz de aplicarlos.
La meta es llegar a vivir estos
hábitos. A medida que desarrollas estos hábitos, naturalmente,
encontrarás obstáculos a la paz. Los hábitos mismos te ayudarán a
trabajar a través de los obstáculos al motivarte a aceptar la paz en
lugar de miedo.
Todos estos hábitos trabajan en conjunto para
apoyar los otros hábitos y se pueden desarrollar de forma simultánea,
aunque es posible que desees hacer hincapié en un hábito sobre otros
hasta que sientas que entiendes el proceso.
Comulgar con Dios a Diario
“La oración es un hacerse a un lado, un abandonar, un tiempo sosegado de escuchar y amar.” (S-1.I.5)
Por
"Comulgar" me refiero a simplemente estar con Dios. Esta es la
verdadera oración. Te sientas en algún lugar donde no serás distraído,
cierras los ojos y tranquilizas tu mente. Deja que todos los
pensamientos pasen y te sumerges en la tranquila en el centro de tu
mente. No estás pidiendo nada, no pretendes nada. Te abres a Dios sin
condiciones. Esto es lo más importante hacer todos los días. Esto por sí
solo hace que cambios increíbles te apoyen hacia la paz dentro de ti.
Practicar el Instante Santo a lo Largo del Dia
“Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar.” (W-182)
Esta
es una mini versión de la comunión con Dios. En varias ocasiones a lo
largo del día - al igual que el libro de ejercicios te enseña - deja de
prestar atención al mundo por un instante y recuerda que estás en Dios.
No tienes que establecer un horario rígido. Hazlo simplemente cada vez
que dejes de estar ocupado y tengas un momento. Puedes incluso
desarrollar este hábito de dejar de poner tu atención en el mundo y
recordar tu unidad con Dios en medio del ajetreo y ruido. Según esto se
convierte en un hábito la conciencia de Dios permanece contigo cuando
vuelves a poner tu atención en mundo y no tendrás que dejar de poner tu
atención en el mundo tan a menudo - ya estás "ahí".
Extiende Amor para Mantener el Amor en tu Consciencia
“Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres.” (T-6.I.13:2)
Una
vez que hayas establecido una relación con Dios y sientes esa conexión
durante todo el día, te sientes una persona llena y completa. Debido a
que estás descansando en el amor, se amplía automáticamente. Pero hasta
que tengas esa sensación de plenitud, debes elegir conscientemente pasar
por alto tus proyecciones de ego y buscar el amor de Dios en su lugar.
Extendiendo el amor es la forma de mantener el amor en tu conciencia y
recordar que eres el amor.
Permite Que El Espíritu Santo te Guíe
“Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino.” (W-155)
No
hay ningún punto en desarrollar una relación con Dios si vas a
permanecer separado de Dios. Puedes tener momentos de paz, pero seguirás
experimentando conflicto la mayor parte del tiempo. El desarrollo de
este hábito lleva la mayor parte del tiempo, ya que es el habito que mas
resistimos.
Debes dejar a un lado tus metas
personales (ego), al igual que dejar todos los juicios y decisiones al
Espíritu Santo. Esto requiere que puedas discernir entre lo que es ego y
lo que es el Espíritu Santo en tu mente. Cuando se practica el instante
santo y recuerdas dejar que el Espíritu Santo sea tu único Guía, puedes
estar seguro de que estás siendo guiado, incluso aun cuando no parezcas
sentirlo.
Uno de los primeros obstáculos que encontrarás según
intentas poner estos hábitos en practica son objetivos distintos a Dios.
Cuando te confundes, recuerda que sólo tienes que practicar estos
cuatro hábitos, y nada más, no importa lo que esté sucediendo en tu vida
o en qué etapa del despertar de la consciencia te encuentres.
Al
experimentar la paz que estos hábitos producen, te sentirás motivado
más y más a que sean lo mas importante de tu vida. Cuando vives estos
hábitos es cuando realmente vas a ser un instrumento de Dios.
“Aceptar
la salvación como tu única función entraña necesariamente dos fases: el
reconocimiento de que la salvación es tu función, y la renuncia a todas
las demás metas que tú mismo has inventado.” (W-65.1)
Para
más información sobre Liz Cronkhite y su trabajo con Un curso de
milagros, o para alguna consulta privada visita su pagina web: www.ACIMMentor.com (Liz solo habla Inglés).