Bueno, has manifestado la vida perfecta: un hermoso auto, una gran relación, un negocio exitoso, perfectas experiencias espirituales de dicha interminable, ¡todo ha llegado a buen término! ¡Eres rico, tienes una magnífica salud, has conquistado el mundo, alcanzaste una honesta e insuperable iluminación! ¡Maravilloso!
Pero, por supuesto, todo será vacío y sin sentido si no sabes quién eres en realidad, más allá de la manifestación y el tiempo.
Y luego está el lado oscuro de la manifestación, los temores, las dudas, la ansiedad murmurando por debajo de cada proyecto: Todo lo que tengo lo puedo perder, todo lo externo me podría ser quitado. Otros pueden hacerlo mejor que yo. Las manifestaciones podrían desaparecer. Hasta los estados de pura alegría espiritual podrían volverse impermanentes. Y la creciente comprensión: Independientemente de lo mucho que tenga, jamás será suficiente. Entre más acumule, más insatisfecho me sentiré. ¿Cuándo alcanzaré un punto de completa satisfacción? ¿Cuándo terminará la búsqueda? ¿Cuándo seré capaz de descansar profundamente? ¿Cuándo me sentiré completamente vivo? ¿Cuándo llegaré por fin a casa?
Es natural que la Ley de la Atracción te llevará no a la perfecta satisfacción, sino a la perfecta desilusión. Esto no es un error, o alguna falla de la Ley (porque la Ley no puede fallar en sus propios términos), sino el comienzo de una madurez espiritual verdadera. Todas las ilusiones deben morir, incluso las más preciadas. ¿Y la ilusión más grande de todas? El 'yo'.
¿Quién es el que está llevando a cabo la manifestación? ¿Qué es el 'yo' que manifiesta o no manifiesta? ¿QUIÉN SOY YO? Esta pregunta llega hasta la raíz misma. Y la vida te llevará hasta esta pregunta, de una manera a otra.
Pierdes tu dinero, tu éxito, tu popularidad, tu fama, tu apariencia. Te diagnostican alguna enfermedad. Alguien a quien amas te deja. El sufrimiento aparece de la nada. ¿Acaso tú manifestaste lo 'negativo' con tu actitud 'negativa'? ¿Todo ha sido tu culpa? ¿Acaso fracasaste en tu proyecto de manifestación? ¿El 'yo' no es como debería ser? ¿Todo ha sido un error? ¿Se ha equivocado el universo? ¿Acaso eso es posible?
Si crees que eres tú - personalmente - quien está llevando a cabo la manifestación, si crees que tú eres quien tiene el control, entonces la presión de manifestar 'adecuadamente' eventualmente comenzará a sofocar tu alegría. Y habrá una violencia interna - culpa auto impuesta, sentimientos de limitación y fracaso espiritual - cuando las manifestaciones no resultan lo que quieres y planeas. Te castigas a ti mismo por no lograr cumplir la Ley. Y luchas con mucha más fuerza, con todo tu empeño, agotándote a ti mismo. ¿Para qué? ¿Por quién?
Relájate, amigo. Nunca fuiste 'tú' quien estaba manifestando, en primer lugar. El ego separado, el 'yo que está a cargo' es, y era, y siempre será, la mayor ilusión de todas. El sueño de perfección del ego debe colapsarse en una absoluta humildad, y en una total gratitud por lo que hay aquí, por lo que ha sido dado, por mucho que choque con los planes del ego. La vida nunca ha sido realmente tuya, para empezar. Lo bueno, lo malo, y lo feo, todos son regalos inexplicables.
El Amor incondicional es mucho más elevado que cualquier Ley. La ola no puede manifestar el océano, ni tampoco ninguna ola puede controlar el océano, aunque ésta pueda creer en el control por un tiempo. Entiende esto y siempre estarás en paz, independientemente de si las cosas van bien o no, independientemente de si la historia de tu vida parece positiva o negativa, independientemente de si tus manifestaciones resultan maravillosas, de si te aman o te crucifican a ti y todo lo que representas. Como una aparentemente perfecta o una gloriosamente imperfecta ola, incluso en medio de todos tus defectos y excentricidades, eres una perfecta manifestación del inefable océano no-dual de la Consciencia. Eres la Vida misma, y allí es en donde reside tu completud y tu alegría inquebrantable.
Así que sí, sueña, manifiesta, crea una increíble vida para ti mismo, ¡si eso es lo que se mueve a través de ti! ¡Juega, juega, juega! Y sabe bien que no hay ninguna presión para que tengas éxito, para nada. Sabe que incluso en tu fracaso, incluso en tu desesperación, incluso cuando tus sueños se hagan polvo, incluso cuando tus manifestaciones caigan en pedazos sobre el suelo, todo está maravillosamente bien aunque nada esté bien, y que no hay ningún plan divino que se haya roto alguna vez, y que eres amado más allá de cualquier medida, más allá del tiempo mismo. Simplemente no hay ninguna presión para que sostengas ninguna imagen de ti mismo, y nunca la hubo. Siempre has estado libre de toda culpa.
Hay una Luz que nunca se apaga, y siempre has sido Tú.
Jeff Foster