Pregunta: “Hola Nick, me peleé con mi mama y siento el dominio del ego. Me quiero sacudir eso y no logro conciliar la paz.”
Comentario:
No puedes sacudirlo porque eso es un deseo secreto inconsciente donde
quieres sentirte como víctima y con tu mamá pudiste ver ese deseo
secreto manifestado en forma. "Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos." T-31.V.15:8
No
obstante tu reacción a ella da testimonio que se te olvidó que a un
nivel inconsciente esa escena se generó para que puedas ver tu propia
rabia.
Luego al atacarla a ella, como solo hay uno, te atacaste a ti misma y eso es lo que sientes. Por algo se nos recuerda, “¿Quién transmitiría mensajes de odio y de ataque si entendiese que se los está enviando a sí mismo?” T-19.IV.B.i.14:11
Por lo tanto si no perdonas eres tu la que experimenta las consecuencias de ese juicio. “Aprende
esto, y apréndelo bien, pues con ello la demora en experimentar
felicidad se acorta por un tramo de tiempo que ni siquiera puedes
concebir: nunca odias a tu hermano por sus pecados, sino únicamente por los tuyos.” T-31.III.1:4-5
Auch! :o&
Ten
presente de que el enfoque no es perdonarla a "ella" sino que tomar
consciencia de que ella te ha brindado una oportunidad para sanar algo
que hay en ti, y por ende dejas de poner tu atención en ella y retornas
tu atención a tu interior para que el Espíritu Santo pueda sanar ese
obstáculo sin interferencia del ego.
A raíz de que ese miedo sana
en ti podrás no solo tener compasión hacía ella, sino que hacía ti
misma mientras que simultáneamente podrás estar agradecida por la
oportunidad que ella te ha brindado para sanar.
Por lo tanto,
recuerda que solo la paz de Dios es lo que quieres, siente lo que tengas
que sentir sin juzgar, y el Espíritu Santo hará Su trabajo. No
obstante, habiendo dicho eso, también continúa practicando a diario tus
espacios de silencio, donde puedes empezar a percibir tu experiencia
física con mas desapego, ya que el trabajo interno es ir deshaciendo la
creencia en la separación.
Recuerda, “Ni Dios ni el ego
proponen un sistema de pensamiento parcial. Ambos sistemas son
internamente coherentes, aunque diametralmente opuestos en todo, de tal
modo que una lealtad parcial es imposible. Recuerda también que sus
resultados son tan diferentes como sus cimientos, y que sus naturalezas
fundamentalmente irreconciliables no pueden ser reconciliadas alternando
entre ellos. Nada que esté vivo es huérfano, pues la vida es creación.
Por lo tanto, toda decisión que tomas es invariablemente la respuesta a
la pregunta: "¿Quién es mi padre?" Y serás fiel al padre que elijas.” T-11.In.1:3-8
Observa como hace hincapié en que “Ambos sistemas son internamente coherentes, aunque diametralmente opuestos en todo, de tal modo que una lealtad parcial es imposible.”
Si
entiendes esto, lo que dice es que el sistema de pensamientos del ego
es completamente coherente a sus reglas, de la misma manera que el
sistema de pensamientos del Espíritu Santo es también completamente
coherente a las suyas. Solo que o estás cien por ciento identificado con
uno, o cien por ciento con el otro. Y con el que te estés
identificando, ese será tu padre.
Ese es en si el problema que la
gente constantemente tiene, que por un lado quieren aplicar el curso
solo a situaciones especificas (cosas que le molestan) pero no quieren
dejar a un lado su identidad como ser separado, como individuo, como
ego, y se preguntan por qué el curso les es tan difícil de practicar
cuando, “La razón de que este curso sea simple es que la verdad es
simple. La complejidad forma parte del ámbito del ego y no es mas que un
intento por su parte de querer nublar lo que obvio.” T-15.IV.6:1-2
Así
que una vez mas, mientras practicas el proceso del perdón a tus
aparentes experiencias, una de ellas siendo lo que aconteció con tu
mama, a diario practica también elegir la paz de Dios, espacios de
silencio (instantes santos) para que vallas poco a poco reforzando tu
relación con Dios y esas situaciones de pelearte con tu mama, o
naturalmente se desvanecen, o cuando ves el conflicto llegar ni siquiera
reaccionas, simplemente lo vez y decides no engancharte en el drama.