Pregunta: “Te
escribo para que me aclares un término. Que está en el texto 2. IV.1:3
curación y liberación del miedo. Hablar de una "curación milagrosa " es
combinar impropiamente dos órdenes de realidad diferentes.”
Comentario: Ese párrafo dice: “Vamos
a hacer ahora hincapié en la curación. El milagro es el medio, la
Expiación el principio y la curación el resultado. Hablar de "una
curación milagrosa" es combinar impropiamente dos órdenes de realidad
diferentes. Una curación no es un milagro. La Expiación -el último
milagro- es un remedio, y cualquier clase de curación es su resultado.
Es irrelevante a qué clase de error se aplique la Expiación. Toda
curación es esencialmente una liberación del miedo. Para poder llevarla a
cabo, tú mismo debes estar libre de todo miedo. No entiendes lo que es
la curación debido a tu propio miedo.” T-2.IV.1:1-8
Recordemos
que el Curso no está hablando de resolver problemas en el mundo físico,
o para los efectos de lo que percibo de tu pregunta, “curar” cuerpos.
El curso es siempre para la mente pues es ahí donde el miedo reside lo
cual da lugar a esta proyección de mundo, de cuerpos separados, de un
“yo”, etc.
Por lo tanto repito que el milagro no es para el
mundo físico sino que para la mente aun cuando a este nivel podríamos
experimentar algún efecto secundario a raíz de que un milagro (cambio de
mentalidad) haya tenido lugar en la mente. Pero no confundamos los
niveles creyendo que porque algún cambio haya tenido lugar a nivel de la
forma que un “milagro” haya ocurrido o que por consiguiente eso
signifique que nos estamos liberando de la culpa inconsciente. Esto me
recuerda un extracto del curso que nos dice, “Curar un efecto y no su causa tan sólo puede hacer que el efecto cambie de forma. Y esto no es liberación." T-26.VII.14:2-3
Miremos ese extracto con los paréntesis añadidos; “Curar un efecto (el aparente problema) y no su causa (creencia en la separación) tan sólo puede hacer que el efecto cambie de forma (el aparente problema se “arregle” o simplemente cambie de forma). Y esto no es liberación (no es liberación porque todavía te crees separado de Dios viviendo una experiencia física).” T-26.VII.14:2-3
Así
que, y voy a hablar a nivel puramente físico, una vez que un milagro
ocurre en la mente, que seria lo mismo que decir, una vez que en la
mente hay un cambio de percepción donde un miedo es reemplazado por el
amor, puede que tenga efectos a nivel físico. Pero ese nunca es el
objetivo pues el mundo físico és el resultado de una mente que está
llena de miedo. En otras palabras, de no haber miedo no habría
separación, no habría un “yo”, no habría un “mundo“.
El curso lo pone de esta manera, “El
miedo se ve adentro o afuera, o en ambos sitios. O puede estar oculto
tras formas agradables. Pero nunca está ausente del sueño, pues el miedo
es el elemento básico de todos los sueños.” T-12.IV.2:3-5”
Ahora
sabemos que solo “existe” un miedo que se proyecta como muchos. Un
miedo porque es la creencia en la separación, y se percibe como muchos
porque se proyecta como si fuese un mundo lleno de objetos separados, y
uno de esos objetos separados sería el "yo" que se cree ser parte de ese
"mundo."
Pues como solo hay un miedo, por algo el curso me recuerda: "Es
fácil entender las razones por las que no le pides al Espíritu Santo
que resuelva todos tus problemas por ti. Para Él no es más difícil
resolver unos que otros. Todos los problemas son iguales para Él, puesto que cada uno se resuelve de la misma manera y con el mismo enfoque (el verdadero perdón). T-26.II.1:1-3
Pero
como el miedo se deshace parte por parte pues si se deshiciese todo en
un instante seria el desaparecer de está experiencia que para el ego es
morir y eso nos aterrorizaría, cada vez que en la mente un pedazo de ese
miedo se desintegra a raíz de la practica del perdón, eso es un
milagro. Y lo que suceda o no en el mundo de las formas es completamente
irrelevante. Por algo el curso me recuerda: “Un milagro es una corrección. No crea, ni cambia realmente nada en absoluto. Simplemente contempla la devastación y le recuerda a la mente que lo que ve es falso.“ W-pII.13.1:1-3
Este
proceso de ir deshaciendo el miedo nos conlleva a recordar gradualmente
que solo el amor (unidad) es real, sin permitir que nos sintamos
distraídos por las ilusiones (percepciones separadas). Si yo quisiera
aplicar el milagro al mundo físico, estaría dándole realidad a esta
experiencia, y eso es lo contrario a lo que el Espíritu Santo intenta
hacer con el curso.
Así que el milagro es el medio por el cual la
mente recuerda su verdadera identidad (amor). La expiación es el
principio lo cual conduce a que la mente se sane y la curación es el
efecto de una mente sanada. La curación seria otra manera de decir el
despertar de este sueño, no que nada ocurra en este mundo.
Hablar
entonces de una curación milagrosa no haría sentido porque la verdad es
que la mente nunca se enfermó, y por consiguiente no habría necesidad
de ningún milagro. De la misma manera que el perdón no es necesario pues
no hay nada ni nadie que perdonar ya que la separación de Dios nunca
ocurrió. “El perdón no perdona pecados, otorgándoles así realidad.
Simplemente ve que no hubo pecado. Y desde este punto de vista todos tus
pecados quedan perdonados.” W-pII.1:1-4
Pero como es aquí
donde creemos estar, se utiliza un lenguaje que aplica a este mundo como
si la separación hubiese ocurrido y por eso practicamos el perdón hasta
que se deshaga toda la culpa inconsciente y una vez mas recordemos lo
que realmente somos, Mente, Amor, Dios.