Pregunta: “Hola
nick! Como estas? te escribo simplemente para agradecerte todo lo q nos
brindas. Gracias por enseñar. De paso te comento, no se si alguna vez
te paso de estar aplicando el curso, digo las ideas que ya compre
supuestamente y de repente una situación se presenta y zas entré de
lleno en el combate olvidando absolutamente todo. Entiendo q es mi
resistencia a dejar de escuchar al ego. ¿Es que aun no confío quizás en
esto? Si podes me hablas, siempre es un placer saber de vos. Te mando un
beso y abrazo. Que estés bien!"
Comentario: El Dr.
Kenneth Wapnick contestó una pregunta similar a esa y lo que comentó fue
que a veces estudiantes sentían que después de muchos años con el curso
y sintiéndose mas tranquilos, de buenas a primeras sienten que caen
fuertemente en el sistema de pensamientos del ego. Y eso no es razón
para sentir culpa, simplemente es que cuando uno se va acercando mas y
mas al amor de Dios, le teme a ese amor y retorna a sus viejas amistades
(pensamientos de culpa).
Por consiguiente, lo que podría
compartir, y es basado en mi experiencia con el curso, es que como se
está deshaciendo el sistema de pensamientos del ego, y no es cuestión de
deshacer una parte y quedarte con otra, sino que deshacerlo todo, la
oscuridad continúa saliendo a la superficie para ser sanada.
Por
lo tanto, yo no te diría que se me olvida todo cuando caigo en la trampa
del juicio y del victimismo, simplemente reconozco que estoy en la
trampa del juicio y del victimismo y ahí pongo en practica el perdón.
Solo
que el episodio no dura tanto como antes, y si dura, tampoco me juzgo
por ello. Por lo tanto, si tu estás haciendo tu trabajo, entonces confía
en tu proceso y no te culpes por creer que no lo estás haciendo “bien”
sino que es simplemente otra oportunidad para sanar.
Y mientras
tengamos la experiencia de ser seres humanos en un mundo físico,
continuaremos perdonando hasta que haya un desapego sicológico TOTAL del
mundo, y una vez que la identificación con el “yo” personal deja de
tener poder sobre mi, y en la que el mundo deja de tener valor para mi,
es tiempo de dejar el cuerpo a un lado para que Dios tome el ultimo paso
y se deshaga la ilusión del sueño.
Y ese es el miedo subyacente,
el de dejar esta experiencia física a un lado. Por eso es que no se te
pide que sacrifiques nada, sino que continúes invitando a Otro Maestro
(Espíritu Santo) para que con Su ayuda puedas sanar la percepción errada
que tienes de ti misma y del mundo, y en su debido momento eres tú
quien lo dejaras a un lado abriéndote a la mentalidad del Espíritu
Santo. Por eso el curso nos recuerda: “No estamos haciendo hincapié en que renuncies al mundo, sino en que lo intercambies por algo mucho más satisfactorio, algo rebosante de alegría y capaz de ofrecerte paz. ¿Crees acaso que este mundo puede ofrecerte eso?” W-pI.129.1:3-4