Comentario: Cuando comentas, “Me siento como dando vueltas en círculos!” Es exactamente lo que hacemos cuando le tratamos de “entregar” al Espíritu Santo esa sensación que le llamamos “celos.”
Celos es nada mas y nada menos que una etiqueta de las miles que conocemos que se le ha otorgado al miedo. Miedo es miedo no importa como lo llamemos ni como sea que lo estemos experimentando.
Ahora, vamos a mirara a los celos un poco mas de cerca. ¿Que son los celos, sino que otra manera de sentir carencia? Buscamos cosas, experiencias, relaciones en el mundo para tratar de llenar ese espacio, ese vacío que naturalmente sentimos cuando nos experimentamos como seres separados de nuestro Creador, de nuestro Ser.
Por lo tanto, resolver ese “problema” tratando de entregarle los celos al Espíritu Santo es tan inútil como lo es tratar de entregarle al Espíritu Santo nuestras “enfermedades” o nuestras “finanzas” o nuestro problema en el “trabajo”. En otras palabras, cuando tratamos de “entregarle” nuestros deseos con la expectativa de que El los va a reemplazar por otros mas placenteros. Que es por eso que el curso nos recuerda, “...,para que el cambio sea real y no imaginado, las ilusiones tienen que ceder ante la verdad y no ante otros sueños igualmente irreales.” T-22.II.3:9
Pues como todo, el trabajo no es entregarle los celos al Espíritu Santo sino que establecer una relación con nuestro verdadero Ser. Una vez esa relación esta establecida la sensación de carencia, sea cual sea la forma que la misma aparente tener naturalmente desaparecerá. Es por eso que el curso nos recuerda, “La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensación de estar separado de dios.” T-1.VI.2:1
Ahora, ¿como se puede hacer esto de una manera practica? Empecemos por la lección 5 del curso que nos recuerda, “Nunca estoy disgustado por la razón que creo.” W-pI.5 Podríamos decir que nunca estoy celoso por la razón que creo. La razón por la cual esa lección es vital y cuidado si no es una de las mas importantes, es porque retorna la mente al reconocimiento que no puede juzgar, ni siquiera lo que la misma se cree estar sintiendo. Que es otra manera de reconocer que no sabemos nada.
Una vez que reconocemos que no sabemos por qué sentimos lo que sentimos, que en tu caso serian los celos, lo que tenemos que aprender es a sentir esa experiencia, sin juicio.
En otras palabras, siente esas sensaciones, sin pelear con ellas, sin juzgarlos, sin resistirlas, pues es ahí donde el perdón se trabaja, ya que es ahí donde estas de verdad no entregando, sino que PERMITIENDO que el Espíritu Santo pueda trabajar esa culpa, ese miedo en tu mente.
Recuerda sin embargo, que tu no estas sintiendo para erradicar los celos, ya que los celos son nada mas que la etiqueta con la cual estas justificando lo que sientes, que es nada mas que una ola de energía que esta pasando por tu consciencia, y lo que la mantiene ahí estancada en tu cabeza, en tu pensamiento, en tu consciencia, es el mero hecho de tu etiquetarla.
Una vez que la juzgas, la paralizas, y por lo tanto, como ya tienes una etiqueta para ella, la haces parte de ti, cuando en realidad es otra oportunidad que te estas brindando para sanar un sentido de carencia que esta muy escondido en algún lugar de tu mente. Mas nada!
La bendición ahora de ver esa sensación que tu decides etiquetarla celos, es que te esta brindando una oportunidad para remover un obstáculo al amor, es simplemente algo que se esta llevando a la luz para ser sanada. Así que cuando comentas, “...estoy francamente agotada...” My respuesta, o la del Espíritu Santo seria, YEEEE! QUE BUENO!!!! YA ERA TIEMPO PARA QUE YO TE PUEDA AYUDAR!!!!
Ok, estoy chistando. Pero con un poco de seriedad, esa sensación de no poder mas es la razón por la que generalmente tenemos que pasar antes de entregarnos de lleno al Espíritu Santo, no para que sane nuestros celos, sino que para que sane nuestra mente de manera que ahora podamos compartir el amor que somos con todo sin necesidad de posesivismo ni nada así por el estilo. Pues todos somos lo mismo, ya que solo hay uno.
Así que tranquila, todos tenemos nuestro tendón de aquiles, y los celos es otro que yo tuve que sanar mucho, y a veces siento que hay un poco por ahí rodando, pero muchísimo menos que lo que sentía hace unos pocos años atrás, y cada vez me doy cuenta que no tiene nada que ver con relaciones de pareja, sino que con mi relación con mi Ser.
Ese es el único trabajo que hay que hacer, es el único que hago, y es el único que de verdad ha trabajado en mi vida. Así que perdona, y confía en el proceso, el cual es, recordar que tu lo que quieres es sentirte cada vez mas cerca de Dios y no de tus relaciones especiales de pareja.
A su vez que tu relación con Dios se fortalece, no te preocupes que las parejas que necesites para continuar sanando se te presentarán en tu vida, solo que ahora se les adjudica un propósito completamente opuesto al que antes se le adjudicaba, el de perdonar y sanar en vez de celar o de poseer. Así que tranquila, estas por buen camino, es cuestión de paciencia y confianza.