Pregunta: “Hola
Nick te hago una pregunta, ¿llegara algún momento donde tenga que
comunicarme con Dios padre directamente o siempre es por el Espíritu
santo ?? De intermedio ??”
Comentario: No puedes
comunicarte con Dios directamente desde la forma porque ya tu eres Dios.
Lo que sucede es que te crees ser un ser humano separado de Dios y por
consiguiente el intermediario es el Espíritu Santo. Recuerda que ésta
experiencia física es la negación a Dios. Si no se niega el Padre no
existe un “Hijo”.
El Espíritu Santo juega el papel de intermediario porque como el curso nos recuerda:
“La función de Su Voz - Su Espíritu Santo- es mediar entre los dos
mundos. El Espíritu Santo puede hacer eso porque, si bien por una parte
conoce la verdad, reconoce también nuestras ilusiones, aunque no cree en
ellas. El objetivo del Espíritu Santo es ayudarnos a escapar del mundo
de los sueños, enseñándonos cómo cambiar nuestra manera de pensar y cómo
corregir nuestros errores.” (Prefacio)
Si Dios, que es lo
único que hay, se comunicase contigo personalmente estaría entonces
validando el sistema de pensamientos del ego que dice que hay un “yo”,
que hay un “mundo”, que la separación de Dios verdaderamente ocurrió.
Por
consiguiente, el ego, que es una creencia en la mente el cual se
proyecta como un personaje en un mundo al igual que como un mundo, el
Espíritu Santo es también otra idea en la mente, solo que esta es mas
bien la memoria que constantemente nos recuerda que este mundo no es mi
realidad, que este “yo” que se cree estar aquí no es real.
Una
vez que el Santo Hijo de Dios, que somos todos, despierta del sueño,
obviamente desaparece el ego por lo cual desaparecen todas las ilusiones
incluyendo el “yo” que se cree estar experimentándolas, y también
desaparece el Espíritu Santo pues no hay necesidad de intermediario
debido a que el despertar simboliza la union con el Padre.Y en el Padre
solo hay Uno, solo hay Dios, solo hay lo que aunque utilizamos la
palabra Amor para intentar describir lo indescriptible no se puede
describir ni nombrar. Solo está lo Infinito, lo Omnipresente, lo
Omnipotente.
Así que para hacerlo mas simple, voy a decir lo
mismo de esta otra manera. Imagínate que te acuestas a dormir y te pones
a soñar. En tu mente hay un sistema de creencias que dice que el sueño
es tu realidad. Sin embargo, Dios en vez de meterse en el sueño contigo
simplemente deposita en tu cabecita Su Ayudante, el Espíritu Santo para
que Él pueda lidiar con lo que está ocurriendo en tu cabecita.
El ego en tu mente te dice, “esta es tu realidad.” El Espíritu Santo te dice, “nada de esto es tu realidad, tu estás ahora mismo descansando en la paz de Dios y lo tienes todo!”
Ese
elegir entre dos voces está ocurriendo en tu cabecita. La voz del ego
es la que te hace aferrarte al sueño, la del Espíritu Santo te lo re
interpreta de otra manera para que el sueño no tenga efecto sobre ti y
finalmente estés dispuesto a dejarlo a un lado. Pues el Espíritu Santo
no va a pretender que dejes el sueño, sobre todo cuando para ti tiene
tanto valor. Lo que el Espíritu Santo va a hacer no obstante es apoyarte
a que lo intercambies por algo mejor. Que por algo se nos recuerda: “No
estamos haciendo hincapié en que renuncies al mundo, sino en que lo
intercambies por algo mucho más satisfactorio, algo rebosante de alegría
y capaz de ofrecerte paz. ¿Crees acaso que este mundo puede ofrecerte
eso?” W-pI.129.1:3-4
Una vez que intercambias tus ilusiones,
no por algo que puedas imaginarte, sino que por la paz de Dios, entonces
te darás cuenta que esa paz es lo que realmente deseas. Y de ahí en
adelante, según dejas de valorar las ilusiones, aun cuando todavía te
experimentas como un cuerpo en un mundo, vives mas tranquilo, mas en
dicha, mas en paz, que por algo se nos recuerda; “Hay una manera de
vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias
de apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo. Tu frente se
mantiene serena; tus ojos están tranquilos.“ W-pI.155.1:1-3
Y
ya estás en la última etapa preparado para dejar las ilusiones y unirte
a Dios, unirte a tu Realidad, unirte a Ti Mismo. Como vez, no tiene ni
siquiera sentido decir “unirte a Ti Mismo, pero esos son los términos
que se utilizan en este nivel dual.
Por lo tanto, no intentes
escuchar al Espíritu Santo. Mas bien, elige la paz de Dios y estás en
comunicación con el Espíritu Santo. Y cuando tu paz se vea amenazada por
tus interpretaciones de las ilusiones, descansa en ese instante santo,
sintiendo sin juzgar, sin justificar, sin analizar, y confía en que el
Espíritu Santo está haciendo Su trabajo. De nuevo, es así como estás en
comunicación con Él. ¿Ves que simple es estar en comunicación con el
Espíritu Santo?