Pregunta: “Digamos
que hemos comprendido la naturaleza ilusoria de este mundo; y aceptado
que todo aquí es un sueño. Y resulta que un día, encuentras en tu camino
a una persona que al tenerla cerca sientes una inmensa alegría; te
sientes feliz, en ebullición, pleno, en paz. Te gusta mucho pasar
momentos a su lado y son inmensamente disfrutables. Es del sexo opuesto
al tuyo y eso quizá le adiciona un ingrediente de secreta emoción. Pero
entonces amas su alma, su ser y no buscas nunca ir “más allá”; es decir,
no buscas sexo o una relación de ese tipo (supongamos que estás casada
(o); pero aunque no intentas llegar a nada sexual con esa otra persona,
el sentimiento por ella es intenso; te alegra la vida su presencia.
Teniendo en cuenta que todo es ilusión y que no estás buscando “llenar”
un hueco ni nada de eso, ¿sería esto equivocado o desviado de alguna
manera?
El otro escenario. Pongamos la misma situación,
pero en ésta, sí te interesa vivir una experiencia intensa y física con
esa persona. Estás casado (a) y eres muy feliz y pleno con tu pareja;
pero te gustaría vivir una experiencia de este tipo simplemente porque
al estar junto a esa otra persona te sientes, feliz, grande, pleno, como
que abarcas todo el universo dentro de ti; y deseas vivirlo simplemente
por el gusto, porque quieres. Y no estás pensando cambiar uno por otro,
ni buscar a ver si con este sí; simplemente te gusta lo que sientes y
deseas vivirlo. Si es sexo o no, cercanía, convivencia o sólo momentos,
no importa, lo que venga; lo deseas. Aunque nunca te olvidas de la
naturaleza ilusoria de esa experiencia y de que el cuerpo no existe.
Pero para efectos de esta experiencia terrenal, sí existe y tú,
consciente del sueño, quieres soñar el sueño de esa aventura. ¿Es eso
malo? ¿Te aleja del plan de Dios para la salvación? ¿Esto va en contra
de las enseñanzas del Curso?
Te lo pregunto porque el
Curso nunca toca estos temas así como tal; y yo muchas veces en terapia
me enfrento con estas preguntas e inquietudes de la gente (muchas
mujeres sobre todo); y también hablo por mí. Yo les digo que si lo
quieren vivir, lo vivan, conociendo las “consecuencias”; pero ya ahora a
la luz del Curso, ¿Cuál sería el mejor camino?“
Comentario:
Cualquier tipo de sensación que tu crees es causado por el “mundo” ya
sea excitación por otra persona donde crees esa persona es la que te
hace sentir así o resentimiento o dolor que crees es causado por alguna
persona o circunstancia “externa” a ti, surge a raíz de una mente que se
cree ser un cuerpo. Lo que sentimos simplemente da testimonio de la
creencia errada en la mente donde dice, “soy un cuerpo separado de otros
cuerpos en un mundo de separación y por consiguiente todo lo que siento
da testimonio de mi percepción, de mi “realidad.”
Por lo tanto,
cuando la culpa inconsciente se deshace en la mente, el cuerpo se
convierte en un vehículo para fines del despertar y no para buscar
“aventuras”, o para continuar seguir distrayéndonos con el mundo. , “El
cuerpo, que de por sí no tiene valor ni es merecedor de la más mínima
defensa, sólo requiere que se le perciba como algo completamente ajeno a
ti (como algo completamente ajeno a tu Realidad, Mente), para
convertirse en un instrumento saludable y útil a través del cual la
mente puede operar hasta que deje de tener utilidad. Pues ¿quién querría
conservarlo una vez que deja de ser útil? W-pI.135.8:1-3
El
curso no aborda esas preguntas porque el curso no le otorga realidad al
mundo, al “yo” que se cree estar aquí, pues esta experiencia no es
nuestra realidad. También en tu pregunta, cuando hablas de que aunque
sabes que esto es una ilusión por ejemplo, la pregunta ahora es, ¿quien
es el “yo” que dice que “sabe” que todo esto es un alusión? ¿Ves la
trampa?
Si de verdad fuese una ilusión no habría siquiera
necesidad de mencionarlo. Es como si yo mirase un vaso de agua y te
dijera, “ese vaso no existe.” Si no existiese, no estaría ahí, por lo
tanto ni se mencionaría. Y aunque el curso nos recuerda que este mundo
es ilusorio, también nos advierte no intentar negarlo, “El cuerpo es
sencillamente parte de tu experiencia en el mundo físico. Se puede
exagerar el valor de sus capacidades y con frecuencia se hace. Sin
embargo, es casi imposible negar su existencia en este mundo. Los que lo
hacen se dedican a una forma de negación particularmente inútil.” T-V.3:8-11
Aquí
se está deshaciendo EN LA MENTE el “yo” que he creído es mi identidad,
que es el que hace esas preguntas. Nuestra realidad es espiritual no
física. Ahora, ¿como lidiar con todas esas sensaciones que surgen las
cuales el ego hace historias como lo planteas en tu pregunta, “…resulta
que un día, encuentras en tu camino a una persona que al tenerla cerca
sientes una inmensa alegría; te sientes feliz, en ebullición, pleno, en
paz. Te gusta mucho pasar momentos a su lado y son inmensamente
disfrutables…”?
Esta es una sugerencia que el curso te ofrece: “El
Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus
pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te
atraiga (tentación, algo que crees te causa placer), te unas a Él
en un instante santo y ahí le permitas liberarte. Lo único que necesita
es que estés dispuesto a compartir Su perspectiva, para que Él te la
conceda en su totalidad. Y no tienes que estar completamente dispuesto
porque Él lo está. Su tarea es expiar tu renuencia mediante Su perfecta
fe, y es Su fe la que tú compartes con Él en el instante santo. Como
resultado de reconocer que no estás dispuesto a ser liberado, se te
ofrece la perfecta buena voluntad de la que Él goza. lnvócale, pues el
Cielo responde a Su llamada. Y permítele que Él invoque al Cielo por
ti.” T-16.VI.12:2-7
No obstante no podemos negar eso que
estamos sintiendo. Pero si podemos tomar consciencia de que eso que
sentimos no tiene nada que ver con esa “persona” o con nada del mundo
pues como el curso muy bien nos recuerda, “nunca estoy disgustado por la razón que creo.” W-pI.5. Puedes utilizar esa misma lección con cualquier cosa que sientas como “nunca estoy excitado por la razón que creo,” “nunca estoy atraído por la razón que creo,” “nunca estoy resentido, triste, etc., por la razón que creo.”
Y
si en presencia de alguna persona sientes esas sensaciones de placer
sabes que está el ego por ahí utilizando esas imágenes para mantenerte
distraída de la Verdad. Si de lo contrario sientes paz y felicidad,
recuerda que esas sensaciones están en ti, y por alguna razón esa
persona sirvió de espejo para reflejar lo que ya está en ti, solo que
como estamos operando a través de una creencia de carencia,
inmediatamente asumimos que nos sentimos así porque esa persona está en
nuestra vida. Eso se le achaca mucho a un gurú o cualquier figura
“espiritual” que sintamos nos cause ese efecto y por lo tanto los
seguidores no pueden vivir sin su gurú o su líder “espiritual”. Y si es
una pareja, cuando ya esa persona no puede cumplir con el papel de
“llenarnos” o “satisfacernos”, de “hacernos felices” como al principio
que nos conocimos, entonces buscamos la próxima pareja u objeto para
llenar ese vacío.
Recordamos que siempre estamos trabajando con
la culpa inconsciente que se proyecta como esta experiencia física, y
que luego se sub proyecta a todas las escenas todo lo que sentimos para
así poder mantener la culpa inconsciente “fuera”.
Esto es un
proceso que según la mente sana la consecuencia será la manera en la que
responderemos a cada una de nuestras experiencias. Basándome en a
naturaleza de tu pregunta, recuerda que la gente no busca terapia para
deshacer el ego sino que mas bien para que de alguna manera puedan
mantener su identidad como ego solo que mas cómoda. Por algo el manual
de sicoterapia nos recuerda: “La psicoterapia es necesaria para que un individuo pueda comenzar a cuestionar su realidad.
Algunas veces puede comenzar a abrir su mente sin ayuda formal, pero
incluso entonces es siempre algún cambio en su percepción de las
relaciones interpersonales lo que le permite hacerlo. Algunas veces
necesita una relación más estructurada y extensa con un terapeuta
"oficial". En ambos casos la tarea es la misma: el paciente debe ser ayudado a cambiar de idea acerca de la "realidad" de las ilusiones.” P-In.1:5-8
Según
tu vas haciendo este trabajo las palabras que comparto harán perfecto
sentido. Yo también todavía reconozco mi identificación con el ego, pero
en vez de culparme por ello, lo trabajo reconociendo donde aparentan
haber áreas donde la culpa inconsciente quiere tomar posesión. Y el área
de relaciones de pareja o familia es por lo general la mas difícil de
trabajar por las sensaciones intensas que se generan que inmediatamente
se las queremos proyectar a la otra persona entregando nuestro poder al
mundo.
Y cuando preguntas: “Pero para efectos de esta
experiencia terrenal, sí existe y tú, consciente del sueño, quieres
soñar el sueño de esa aventura. ¿Es eso malo? ¿Te aleja del plan de Dios
para la salvación? ¿Esto va en contra de las enseñanzas del Curso?”
No es que sea malo ni bueno, solo que el plan de Dios es completamente opuesto al del ego. Por algo se nos recuerda: “Tal
vez aún no te hayas percatado de que el ego ha urdido un plan para la
salvación que se opone al de Dios. Ese es el plan en el que crees. Dado
que es lo opuesto al de Dios; crees también que aceptar el plan de Dios
en lugar del del ego es condenarte. Esto, desde luego, parece absurdo.
Sin embargo, una vez que hayamos examinado en qué consiste el plan del
ego, quizá te des cuenta de que, por muy absurdo que parezca, es
ciertamente lo que crees.
El papel de tu mente en este plan
consiste, pues, en determinar qué es lo que tiene que cambiar -a
excepción de ella misma- para que tú te puedas salvar. De acuerdo con
este plan demente, cualquier cosa que se perciba como una fuente de
salvación es aceptable, siempre y cuando no sea eficaz. Esto garantiza
que la infructuosa búsqueda continúe, pues se mantiene viva la ilusión
de que, si bien esta posibilidad siempre ha fallado, aún hay motivo para
pensar que podemos hallar lo que buscamos en otra parte y en otras
cosas. Puede que otra persona nos resulte mejor; otra situación tal vez
nos brinde el éxito.
Tal es el plan del ego para tu salvación.” W-pI.71:1-5;3:1-3;4:1
Por
consiguiente si quieres seguir soñando te tendrás que adherir a las
consecuencias. Pero si eliges al Espíritu Santo, tendrás la oportunidad
de que haya un cambio de percepción en ti de manera que el sueño dejará
de ser una distracción. Inclusive, puedes disfrutar del sueño sin culpa
solo que sin el poder que le hablas otorgado para quitarte tu paz. Y no
tienes que preocuparte por lo que hagas o no hagas, o por lo que sientas
o no sientas, simplemente aprovecha cada oportunidad para continuar
practicando el perdón y en su debido momento entenderás cuando se te
recuerda: “Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo,
aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes mucho
más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos.“ W-pI.155.1:1-3
De
nuevo, esto requiere un deseo de de corazón querer esa paz de Dios, y
no podemos decir que es fácil pero sí es posible. Por algo se nos
recuerda, “Deseo la paz de Dios: Decir estas palabras no es nada.
Pero decirlas de corazón lo es todo. Si pudieras decirlas de corazón,
aunque sólo fuera por un instante, jamás volverías a sentir pesar
alguno, en ningún lugar o momento." W-pI.185.1:1-3 Luego en esa misma lección nos recuerda: “Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2
La
pregunta ahora es, ¿quiere esa persona la paz de Dios, o buscar la
manera de satisfacer esas necesidades o esos deseos físicos de estar con
otra persona que según el ego surgen a raíz de estar al lado de esa
nueva persona? Si somos honestos, por lo general preferimos los deseos
físicos. Por eso no estoy hablando de negación, pero de sí tomar
consciencia de como el sistema de pensamientos del ego opera para poder
poner en practica el proceso del perdón. Y eso es lo que la persona
tiene que tomar consciencia de, primero de las consecuencias de lo que
es elegir el ego como su maestro para que pueda elegir al Espíritu Santo
(la paz de Dios).
De ahí en adelante cada uno tiene su camino
por recorrer y sus oportunidades para perdonar. Así que, a nivel
practico, si un individuo está en una relación y se siente atraído por
otra persona pues que practique el perdón y si siente deseos de decirle a
su pareja que prefiera estar con otra persona, pues será lo que será.
Pero en realidad aquí no es cuestión de negociar con el ego sino que mas
bien, reconocer las trampas.
Recordemos, "Cualquier cosa en
este mundo que creas que es buena o valiosa, o que vale la pena luchar
por ella te puede hacer daño y lo hará." T-26.VI.1:1 ¿Por qué lo
hará? Primero que nada porque en este mundo todo cambia, nada es
permanente y aquello a lo que te apegas tarde o temprano dejara de
existir, el cuerpo siendo una de ellas. Mas lo que te aferras a este
mundo es una cadena que te ata a él y por consiguiente no podrías
despertar de él. Por algo se nos recuerda: "Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito.“
W-pI.128.2:1 Y la atadura al mundo es el velo que no permite ver lo que
realmente esta ahí, libre de apariencias, libre de ilusiones, libre de
distracciones, libre de separación, lo que las palabras no pueden ni
definir ni describir.
Teniendo eso claro, ahora es ver todos los
obstáculos que salen a la superficie que son nada mas que distracciones
de manera que se pueda invitar a un Nuevo Maestro (Espíritu Santo) y
servir de apoyo para sanar la culpa inconsciente que no permite recordar
que la realidad es Una, Amor, no separación.