Pregunta: “Hola
nick gracias por estar ahí y poder contar con tu ayuda para mi es una
bendición . Llevo 2 años Un Curso de Milagros. Soy consciente de los
pensamientos de ataque que tengo del significado q le doy a una
situación en esta conciencia que cada día esta mas despierta puedo
reconocer que son los errores de mi mente que hacen que proyecten
situaciones de conflicto o de agrado en las cuales a veces me veo
atrapada emocionalmente reaccionando a ellas, me doy cuenta y se las
entregó todos mis pensamientos acerca de estas situaciones y todas mis
sensaciones bien sean de rabia o de placer para que el E.S las
reinterprete y decida en favor de dios por mi, no quiero juzgarlas ,
pero sigo experimentado esa rabia aunque cada vez menos y con el placer
me cuesta un poco mas soltarlo , te explico
Actualmente
estoy casada con hijas y tengo una amistad con un chico muy profunda y
en ocasiones se me dan las situaciones donde podría estar con el
íntimamente, sexualmente porque a los dos nos apetecería compartir algo
mas que una amistad, es decir si yo no estuviera casada pues empezaría
una relación de pareja con el, pero trato de verlo como que son
distracciones que mi ego me manda para sentirme culpable o para buscar
fuera lo que en mi relación me falta(no estamos apenas unidos ) y no
quiero dejarme distraer por estas sensaciones no quiero sentirme
especial cuando estoy con el aunque muchas veces así es, trabajo el
perdón diciendo que no hay nadie que son mis pensamientos en imágenes y
que la sensación de carencia que tengo con mi pareja es solo un error en
mi mente igual que esta otra relación, y entrego las dos relaciones al
E.S para que el decida en favor de dios por mi, no quiero tomar una
decisión de dejar a uno por el otro porque no se si seria una decisión
desde el ego . Me podrías dar tu visión ? Cuando me reprimo a la hora de
decir que no al sexo aun teniendo ganas como puedo liberarme de ese
malestar? Gracias”
Comentario: Permíteme empezar por compartir algo sobre el sexo y el placer que escribió Liz Cronkhite el cual dice: “Lo
que se llama placer son aquellas actividades que causan las endorfinas
que se liberan en el cerebro. Esto es lo que hace que el cuerpo se
sienta bien. Esto es algo que sólo ocurre en el cuerpo y es la razón por
la cual placer no exime de culpa.
La culpa es una idea
en la mente, por lo que el placer físico sólo te distrae de la
culpabilidad. Y al tratar de deshacer el dolor psicológico y emocional a
través del placer físico en realidad solo refuerza tu creencia en el
cuerpo haciéndolo real para ti. Por lo tanto reforzando la culpabilidad
en tu mente
Para el sistema de pensamiento personal (ego)
el cuerpo es el símbolo de su aparente-realidad. Así que el cuerpo es un
símbolo de la culpa. El placer físico y el dolor tanto centran tu
atención en el cuerpo. Ellos parecen ser la "prueba" de que el cuerpo es
real. Así que refuerzan la culpa en tu mente. Pero ellos sólo hacen que
el cuerpo sea real para ti si tu eliges interpretarlo de esa manera.”
Habiendo compartido eso, vamos ahora a algo que el curso me recuerda cuando se encuentras uno atraído a una relación especial: “El
Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus
pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te
atraiga te unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte." T-16.VI.12:2
Unirte
a Él (Espíritu Santo) no es pretender no sentir lo que sea que estés
sintiendo. Es mas bien tomar consciencia del juego y confiar en que esa,
o cualquier experiencia te brinda la oportunidad de sanar. Lo que hace
este proceso difícil no es sentir esos deseos sino que no queremos
soltar esos deseos porque nos hacen sentir “vivo”, nos hacen sentir que
existimos, no queremos soltar ese placer, y aunque por un lado decimos
que queremos sanar por el otro no queremos soltar el sueño, no queremos
soltar nuestra identidad como “seres humanos” separados de Dios, no
queremos soltar el “yo”.
Sí, queremos evadir y evitar el dolor,
pero no el placer, aun cuando el placer es parte de la misma trampa, que
por algo el curso nos recuerda: “El pecado oscila entre el dolor y
el placer, y de nuevo al dolor. Pues cualquiera de esos testigos es el
mismo, y solo tienen un mensaje: ‘Te encuentras dentro de este cuerpo, y
se te puede hacer daño. También puedes tener placer, pero el costo de
este es el dolor’. A estos testigos se unen muchos más. Cada uno de
ellos parece diferente porque tiene un nombre distinto, y así, parece
responder a un sonido diferente. A excepción de esto, los testigos del
pecado son todos iguales. Llámale dolor al placer, y dolerá. Llámale
placer al dolor, y no sentirás el dolor que se oculta tras el placer.
Los testigos del pecado no hacen sino cambiar de un término a otro,
según uno de ellos ocupa el primer plano y el otro retrocede al
segundo”. T-27.VI.2:1-9
Y si nos seguimos identificando con
el “yo” que se cree estar aquí, obviamente tendremos que adherirnos a la
tentación de los placeres. Sin embargo el Espíritu Santo no nos pide
que neguemos lo que sintamos ni que tampoco sacrifiquemos nuestras
relaciones especiales sino que las transformemos al elegir Su sistema de
pensamientos. “He dicho repetidamente que el Espíritu Santo no quiere privarte de tus relaciones especiales, sino transformarlas.” T-17.2:2
Lo
que sucede ahora es que cuando lees esa linea, el ego la interpreta
como decir, “uff, que bueno, eso significa que puedo seguir disfrutando
de las relaciones especiales”. A lo que se refiere en transformarla es
que tu relación se transforme para sanar la mente, lo cual en tu caso
tus relaciones no son para sanar la mente sino que para derivar placer.
Por eso te gusta ese otro chico porque de ahí derivas el placer que
quizás sientes que con tu esposo no lo experimentas.
Si tu
relación es sanar la mente, no es que no puedas tener una amistad con
esa otra persona, sino que mas bien, no es una relación que se siente
“bien” para distraerte de la Verdad sino que puedes utilizar esa
relación para continuar profundizando tu relación con Dios, y eso es lo
que estarías haciendo con tu esposo. Si de lo contrario la tentación de
acostarte con ese otro muchacho es muy fuerte, pueda que alejarse de esa
relación por un tiempo en lo que ves como se desenvuelve tu relación
con tu marido seria apropiado.
Por algo es que un alcohólico en
recuperación evita las barras. Quizás en un futuro cuando ya esté lo
suficientemente recuperado pueda ir a una barra de nuevo, solo que sabe
que ya el alcohol no le distrae. Pero mientras es una distracción, en
ocaciones, dependiendo de la magnitud de las posibles consecuencias, es
mas favorable que evite las tentaciones.
Tu misma dices, “…es decir si yo no estuviera casada pues empezaría una relación de pareja con el…” Seguro, y cuando ya el no te “satisfaga” buscarás la otro pues el ego nunca está satisfecho.
Con relación a tu pregunta, “…entrego
las dos relaciones al E.S para que el decida en favor de dios por mi,
no quiero tomar una decisión de dejar a uno por el otro porque no se si
seria una decisión desde el ego…” El problema es que estás
“entregando” la relación al Espíritu Santo pero no quiere dejar tu
identidad como un “yo”. ¿Que es lo que realmente quieres, la paz de Dios
o tus ilusiones? “Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar
a todos los sueños. Pues nadie que diga estas palabras de todo corazón
desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2
Mirémoslo
de esta manera. Imagínate que tienes a Cristo a un lado y a ese
muchacho que te gusta al otro lado. Cristo no te da placer sino que paz y
el otro muchacho solo te brinda placer. Los dos te dicen sígueme, ¿con
cual de los dos te irías? Si eres honesta contigo misma, posiblemente
dirías que con el muchacho. Por eso experimentas conflicto porque
sientes que si eliges la paz de Cristo te pierdes del placer temporal
que es la distracción principal. Y no todo el mundo quiere hacer este
trabajo. Por lo tanto, no hay que sentirse culpable sino que reconocer
por lo menos las consecuencias de elegir el ego para poco a poco empezar
a permitir que el Espíritu Santo transforme nuestra mente.
Y
siento que tu estás haciendo ese trabajo solo que estás en una posición
muy tentadora. Por lo menso ahora reconoces la trampa del ego y es
cuestión de seguir perdonando mientras que haces tu trabajo interno a
diario de descansar en esos instantes santos para recordar mas y mas tu
naturaleza. Según profundizas muchos de esos deseos dejaran de ser
distracción, y aun cuando la distracción esté ahí sabrás lidiar con
ellos mas conscientemente, pues aunque el deseo esté ahí, ya sabes que
ahí no hay nada.
Déjame contarte un chiste para ilustrar lo que
he compartido. Un hombre que nunca había cometido un pecado muere y
llega a las puertas del cielo. San Pedro lo recibe y le dice, “como
tu nunca has cometido ningún pecado ya te has ganado el cielo. No
obstante, como no hay nada que te pueda eximir del cielo, Dios te va a
dar la oportunidad de que se te cumpla el deseo que quieras antes de
entrar en el cielo y descansar ahí por el resto de la eternidad.” Ese hombre, un poco confundido pero agradecido le dice, “pues he oído hablar mucho del infierno, y por curiosidad, sino es molestia, me gustaría visitarlo solo para ver lo que es.” San Pedro con mucho gusto le dice, “seguro, hasta ese deseo se te puede cumplir porque tu historial es tan perfecto que ni eso te podría sacar del cielo.”
Entonces ese hombre que nunca ha pecado visita el infierno y cuando se
le abren las puertas ve una discoteca (antro, como le dicen en Mexico, y
no se como se le dirá en otros países) llena de mujeres, de sexo, de
música, de alcohol, de drogas, de todo tipo de placer habido y por
haber. Después que ese hombre visita el infierno y sube al cielo San
Pedro le dice, “bueno, ¿estás listo para entrar en el cielo?” Ahí el hombre reflexiona y dice, “disculpe
San Pedro, no tome esto personal, pero la vida que yo vivi para ganarme
el cielo, y lo que experimenté en el infierno, yo creo que prefiero mas
el infierno que el cielo.” San Pedro le pregunta, “¿estás seguro de esa decisión? Porque una vez tomas esa decisión, es de por vida.”
El hombre le dice, “sí, estoy seguro de esa decisión.” Entonces San
Pedro lo envía una ves más al infierno, y cuando se abren las puertas el
hombre ve una imagen macabra. Gente sufriendo, gritando, fuego por
todos lados, algo completamente desastroso! Eso hombre confundido y
lleno de miedo busca al diablo (que és el administrador del infierno
jejeje) y le dice, “no entiendo, yo vine aquí anteriormente para
visitar y lo que experimenté fue algo completamente diferente a lo que
estoy viendo ahora, ¿que ha pasado?” Lo cual el diablo le responde, “es que es diferente la visita como turista que como residente”.
El curso resume eso de esta manera, la mantra del ego es, “Busca, pero no halles.”
T-12.IV.1:4 Así que tu dilema no es ni con quien te quedas, es mas bien
si quieres seguir siendo un “yo” separado o quieres unirte a Dios. Y si
quiere unirte a Dios, observa ahora todas las distracciones sin
justificarlas, sin hacer historias de ellas como “este me gusta, tenemos
una relación profunda, etc, etc, etc.” Pues si le das valor a algo en
este mundo creyendo que es algo “espiritual” o “importante” recuerda: "Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito.“ W-pI.128.2:1
Disculpa
si esto le quita todo el “romanticismo” (especialísimo) a las
relaciones, pero si quieres deshacer el ego tienes que reconocer su
juego. Obviamente no estoy insinuando que no le puedas comprar flores a
tu pareja o recibir chocolates en el día de San Valentín, ni que no
puedas hacer cosas bonitas, solo que se les quita todo el significado y
se disfrutan sin hacer nada especial de ellas.
Y para decirte
mas, cuando una mente está sanada, el sexo deja de ser importante, deja
de ser una distracción. Cuando una relación de pareja se une con el
propósito de sanar, el sexo ya es algo completamente secundario. Y si de
vez en cuando se tiene, se disfruta y se deja a un lado. Pues si te
darás cuenta, lo que “atrae” una persona a otra no es “amor” es placer
(culpa inconsciente proyectada). El sexo es el arma numero uno que el
ego tiene para distraernos de la Verdad. Si esa sensación física no
estuviese ahí, la humanidad desaparecería.
Por
consiguiente, ese es el propósito del sexo, procrear para que la culpa
inconsciente (creencia en la separación) continúe perpetuándose. Y de
nuevo, no se niega ni se suprime, pero se reconoce por lo que es. De lo
contrario el ego lo va a espiritualizar y eso hace que esa tentación sea
mas difícil de deshacer ya que es algo que vas a valorar. Y, "Cualquier
cosa en este mundo que creas que es buena o valiosa, o que vale la pena
luchar por ella te puede hacer daño y lo hará." T-26.VI.1:1