Hace unos días había postulado el siguiente comentario en mi pared de Facebook: El
miedo dice, “necesitas una estrategia para que puedas hacer dinero.” El
Espíritu te dice, “elige Mi paz para que no te dejes distraer por el
miedo.” A raíz de ese comentario personas me pidieron que elaborara un
poco en ello así que aquí comparto esta nota dedicada el tema del
dinero. Que la disfruten!
Empecemos con la siguiente
pregunta, ¿qué es el miedo? El miedo es simplemente lo que nos distrae
de la Verdad. El miedo, aunque es siempre el mismo, puede no obstante
tomar muchas formas; el miedo a la muerte, el miedo a hablar en público,
el miedo a que me dejen, el miedo a enfermarme, el miedo a ser juzgado,
el miedo a no tener suficiente dinero, el miedo a no expresar lo que
siento, el miedo a perder mi trabajo o a no tener trabajo, en fin, no
importa la forma que el miedo aparente tomar, sigue siendo miedo. Y todo
miedo surge a raíz de olvidarme de lo que realmente Soy. Soy Amor, Soy
Paz, Soy Abundancia, Soy el Todo! Sin embargo, en el mundo de las forma
me estoy identificando con una diminuta parte del todo, por lo cual me
siento separado, lo que da lugar al miedo.
Cuando tocamos el tema
del dinero, el mismo es solo un símbolo que se utiliza en el mundo de
las formas que al igual que todo no tiene ningún valor intrínseco salvo
el que le adjudicamos. En el momento que se le adjudica algún valor a
algo en este mundo, lo hacemos real en nuestra mente y sirve entonces
para corroborar la creencia errada de que somos solo una parte del todo y
no el todo.
Un Curso de Milagros que nos dice; "Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito.“ W-pI.128.2:1 También nos recuerda, "Cualquier
cosa en este mundo que creas que es buena o valiosa, o que vale la pena
luchar por ella te puede hacer daño y lo hará." T-26.VI.1:1 La Biblia lo plantea de la siguiente manera: “‘No
acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre
destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulen tesoros en
el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde
ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará
también tu corazón.’” [Mateo 6:19-21]
Aunque el dinero es el
medio que se utiliza generalmente como intercambio para digamos
adquirir algún otro símbolo o para dar apoyo financiero o lo que sea,
hay que tomar consciencia de que el dinero se puede convertir en un dios
por derecho propio si se nos olvida que la Fuente de todo proviene del
Amor y no de lo que hagamos.
Por consiguiente el
dinero no es causa sino que efecto. Si lo endiosamos se convierte en
nuestro ídolo falso. Si lo vemos como un símbolo sin darle ningún tipo
de poder ni significado entonces se percibe tal y como es, una añadidura
mas que nos recuerda que no estamos solos y que lo que necesitamos en
cada momento se nos provee. Me imagino que por algo la oración del Padre
Nuestro nos dice; “…danos hoy nuestro pan de CADA DIA…” No el pan del mes para asegurarnos que no nos faltará nada.
Pues
vamos a mirar lo que el dinero NO ES, para que el mismo deje de ser una
distracción. El dinero no es libertad, no es poder, no es lo que
determina nuestro valor por consiguiente no es nuestro dios. Sin
embargo, cuando creemos que con el dinero podemos ser libres, que nos da
poder, que determina nuestro valor, sin darnos cuenta lo hemos
convertido en nuestro dios. Por eso se nos recuerda, “No debes anteponer otros dioses a Él porque no hay otros dioses.” T-4.III.6:6 “El
espíritu es, por lo tanto, inalterable porque ya es perfecto, pero la
mente puede elegir a quién desea servir. El único límite en su elección
es que no puede servir a dos amos.” T-1.V.5:2-3
Miremos un poco mas de cerca lo que hemos hecho del dinero para poder liberarnos.
El dinero no es libertad:
Al
creer que teniendo dinero podemos ser libres ya que podemos viajar,
comprar cosas, hacer mas cosas, eso no es un símbolo de libertad sino
que de tener acceso a mas distracción. Pues a final de cuentas la
libertad no ocurre cuando podemos hacer mas cosas sino que cuando la
mente está libre de preocupación. Eso es verdaderamente ser libre.
El
poder hacer cosas en el mundo no nos conduce a la paz, no nos conduce a
la Verdad, no nos conduce a recordar lo que realmente somos sino que
nos apoya en mantener nuestra atención fuera, en el mundo de las formas,
creyendo que ahí vamos a encontrar la libertad, la paz, la felicidad.
Por consiguiente el miedo, aunque permanece escondido, está ahí. No
obstante podemos utlizar las cosas del mundo, si les cambiamos su
propósito, para que nos apoye en elegir la paz. Pero eso sería otro
tema.
Continuando, el camino de regreso a casa es introspectivo.
No requiere dinero. Mas bien no requiere nada que el mundo pueda
ofrecer. Requiere un deseo de recordar lo que realmente somos. Una vez
que nuestro deseo es de sanar y no el de hacer mas dinero, el dinero se
presentará en las cantidades perfectas como apoyo para que la mente
pueda mantener su enfoque en la paz con la menor cantidad de
distracciones posibles. Por eso es que el dinero percibido correctamente
es simplemente una añadidura.
Las añadiduras no hay que luchar
por ellas. Se nos presentan como recordatorio de que somos parte del
Todo. Y aquel que toma consciencia de ser parte del Todo no necesita
nada pues lo tiene todo. Lo tiene todo porque tiene paz, no porque tiene
dinero. Si creemos que necesitamos dinero para estar en paz, utilizando
un famoso dicho, estamos poniendo la carreta en frente al caballo.
Cuando
la gente dice que cuando tengan dinero van a estar en paz, nunca podrán
experimentar la paz porque su atención es en el mundo de las formas y
no en el contenido de su mente. No solo eso, esa actitud sin darse
cuenta es la que los mantiene carentes, y si terminan consiguiendo
dinero, el miedo incrementa inconscientemente porque ahora creen que si
pierden el dinero pierden su paz. Por lo que ahora el miedo es el de no
perder su fuente de paz, y eso puede terminar siendo mas doloroso y auto
destructivo que beneficioso.
Hay quienes argumentarían, y voy a utilizar dos ejemplos específicos empezando por este, "¿pero como puedo estar en paz si no puedo pagar el alquiler de mi piso?"
La pregunta que hay que hacerse es, ¿que significa ese piso para mi?
¿Estatus? ¿Apego? ¿Valor? Porque si digamos que ese piso es un piso de
lujo, y no tengo los recursos suficientes para pagar esa renta,
¿entonces por qué me busco un piso tan caro cuando podría vivir en un
sitio mas económicamente accesible? No estamos diciendo que hay algo
intrínsecamente malo en tener un piso caro o de lujo. A lo que voy es
mirar que es lo que nos motiva a tomar las decisiones que tomamos en
cada momento, ¿el miedo o la paz?
Si por ejemplo una persona
tiene un salario de digamos 1,500 dólares al mes, y alquila un piso de
900 porque su interés es en tener un piso de lujo ya sea para
impresionar a sus amistades, o pretender que es “exitoso” o lo que sea,
esa persona se está tirando la soga al cuello.
Sin embargo, si esa persona hace un trabajo introspectivo y dice, “lo que deseo es paz”,
la vida misma como añadidura le proveerá un piso que sea cómodo y tenga
lo que necesite a un precio mas económico para que la persona pueda
continuar su proceso de deshacimiento del miedo, y paradójicamente
mientras se encuentra en ese piso, puede mirar su orgullo y sanar.
Pueda
que entonces desde esa misma paz le surjan ideas, inspiraciones que
puedan llevarla a emprender algún tipo de actividad, empresa o trabajo
que le apoye en experimentar su abundancia de amor, lo cual podría
entonces transformarse en dinero entrando en su vida en cantidades
mayores. Solo que ahora no hay avaricia, no hay orgullo, sino que mas
bien humildad. Y desde esa humildad, si hay dinero suficiente, la
persona podría comprar un piso mas caro o lujoso, no con la intención de
ser pretencioso, sino que porque le apetece y nada mas.
El segundo ejemplo es cuando hay quienes dirían, “pero si no tengo dinero no puedo apoyar a mi familia, etc.”
De nuevo, el no poder apoyar a la familia simplemente saca a la
superficie creencias escondidas como, “soy un fracaso”, “no sirvo para
nada”, “no soy un buen ‘proveedor’”, etc. Pero todas esas historias son
las que se utilizan para distraernos de la verdad y por consiguiente
incrementar el miedo. Por lo tanto, hay que tomar consciencia de que hay
que elegir la paz de la manera que podamos para poder mirar esos
miedos, esas creencias escondidas y recordar no endiosar el dinero y
humildemente rendirnos para que entonces la mente continúe sanando la
creencia en la separación, pues de nuevo, “La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensación de estar separado de Dios.” T-1.VI.2:1
Podrías argumentar, “si pero tu Nick Arandes no tienes ni esposa ni hijos, así que ¿como puedes hablar de todo esto?”
Mi respuesta sería que tienes razón, no tengo esposa ni hijos, y por
consiguiente si quieres utilizar ese argumento para justificar tu
posición como víctima con mucho gusto la puedes usar. Quizás necesitas a
alguien que tenga esposa y hijos para que veas que la contestación es
la misma. Esto me recuerda cuando mi abuelita me quería dar un consejo
yo no la escuchaba porque creía que ella no sabia. Luego un medico me
dio el mismo consejo y tuve que tragarme la lengua pues aunque el
consejo era el mismo, solo porque venia dei una persona que tenia un
“titulo de medico” perdí muchos años el beneficio de ese consejo.
De
todas maneras cada cual tiene su guión, y hasta ahora en el mío, el
tener esposa e hijos no ha sido mi currículo. Dentro de mis otros
currículos entonces permíteme compartir lo siguiente. Cuando carecía de
dinero, y por mas que luchaba para obtenerlo, no entendía que el miedo
que me motivaba a hacer dinero era demostrar que yo era alguien que
valía algo. Aunque creía que quería dinero, digamos para poder invitar a
amistades a quedarse en mi casa lujosa, o para apoyarlos en lo que
pudiese, en realidad lo que quería era comprar la atención de otros,
comprar el amor de otros. Quería sentirme amado, sentirme valioso,
sentirme admirado, y eso era lo que me motivaba a hacer dinero. No era
consciente de ello, pero eso era lo que creía que necesitaba para ser
feliz, para poder impresionar y ser un “ejemplo” para que otros pudiesen
ser “exitosos.” Sí, tenía muy “buenas intenciones” que por algo se me
recuerda; “No confíes en tus buenas intenciones,” T-18.IV.2:1
Pero
todas ellas eran maneras de distraerme de la Verdad (mi paz) haciéndome
creer que era un ser separado del todo, solo que con mas dinero. No
obstante, cuando me rendí completamente me di cuenta que no era el
dinero lo que quería, lo que quería era amor, y no me permitía recibirlo
porque creía que sin dinero no merecía amor. La paradoja es que cuando
dejé de poner mi atención en el dinero, y mas bien en compartir mi amor
con el mundo, sin exigir nada a cambio, fue cuando entonces empezó a
entrar dinero en mi vida.
Primero en cantidades suficientes para
poder vivir día a día, aunque eso siempre lo tuve solo que nunca estaba
satisfecho porque creía que las cosas deberían ser de otra manera ya
que utilizaba el mundo como marco de referencia, y luego poco a poco el
dinero fue incrementando. Pero cuando me percato de que tengo miedo de
perder el dinero, inmediatamente hago un proceso mental en el cual
simbólicamente entrego todo lo que tengo y lo pongo en las Manos de Dios
para recordar que no pondré otro dios ante Él. Y en ese momento me
entrego a la paz, y por consiguiente en ese momento ¡soy libre! Con o
sin dinero.
El dinero no es poder:
El poder lo utilizamos
para manipular, para intentar controlar. Al creer que el dinero es
poder, lo que hacemos es que se nos olvida nuestro propio poder
inherente, que no tiene nada que ver con manipular ni controlar sino que
con amar, con compartir. ¿Como puedo amar cuando ahora tengo miedo?
¿Como puedo compartir lo que tanto luché por tener si ahora tengo miedo
de perderlo? Cuando el enfoque es en uno mismo se cierran las puertas al
amor. Cuando el enfoque es en compartir nuestro amor con los demás se
abren las oportunidades para expandir y experimentar nuestra verdadera
abundancia, que una vez mas, no tiene nada que ver con dinero.
Volviendo
a los ejemplos que compartí, si tu enfoque es tener una casa bonita
para impresionar, ¿en donde está tu atención? Te importa mas lo que
piensen de ti que el querer simplemente compartir y amar. Crees que tu
valía proviene de lo que tienes. Si tu deseo es el de compartir y amar,
eso lo haces hasta desde una caseta de campaña. Y te diré mas, la gente
te apreciará más desde tu caseta de campaña con un corazón lleno de amor
que desde tu mansión con arrogancia. Y esas personas que te admiran por
lo que tienes no son amistades solo interesados. Y si pierdes tu
mansión pierdes tus “amistades.”
El otro ejemplo, si tu enfoque
es en ser el proveedor, ¿en donde está tu atención? En la arrogancia de
creer que “yo” soy el que hago las cosas. Sin embargo, si tu enfoque no
es proveer sino que elegir la paz para compartirla, entonces, estás
enseñando paz y no miedo, y observarás como la Vida misma se encarga de
proveer lo necesario para recordar que solo la paz es lo único que
importa, no en que tus hijos tengan iPads, iPhones, cosas de lujo para
competir con tus vecinos y una vez mas mantener tu atención en lo
mundano en vez de lo Verdadero.
Cuando el amor se comparte no
obstante, no es que no puedas tener iPhones o iPads, sino que eso deja
de ser distracción a lo único que de verdad importa que es la paz
interna. Y si hay dinero se compran los iPhones y los iPads, y si no lo
hay no pasa nada. Pero siempre tendrás lo que necesites para que te
sirva de sustento hasta que la lección haya sido aprendida, y la lección
es siempre la misma, “el amor de Dios es mi sustento.” W-pI.50
El
verdadero y único poder, no es el de tener mas dinero sino que en poder
elegir en la mente la paz en cada momento. Si entregas ese poder al
dinero, dejaste de ser poderoso y te has convertido en un esclavo. Un
esclavo, no del dinero, sino que de tus propios pensamientos de miedo
acerca de lo que eres que simplemente se le proyectan al dinero para
justificar la culpa inconsciente. Porque a final de cuentas, el dinero
es un pedazo de papel que no tiene ningún poder. Y como te habrás dado
cuenta, este tema aplica no solo al dinero, sino que a todo. Pero como
de el dinero es de lo que estamos hablando, continuemos con lo último
que el dinero no es.
El dinero no determina mi valor:
“Siempre
que pongas en duda tu valor, di: Dios Mismo está incompleto sin mí.
Recuerda esto cuando el ego te hable, y no le oirás." T-9.VII.8:1-3
“Tu
valía se encuentra en la Mente de Dios y, por consiguiente, no sólo en
la tuya. Aceptarte a ti mismo tal como Dios te creó no puede ser
arrogancia porque es la negación de la arrogancia. Aceptar tu pequeñez
es arrogancia porque significa que crees que tu evaluación de ti mismo
es más acertada que la de Dios.” T-9.VII.10:7-9
Aproximadamente
en el año 2002 o algo así atendí a un seminario de como pensar como un
millonario, lo cual eventualmente terminé trabajando para ellos en
muchos de sus eventos hasta que en el 2007 fue cuando deje todo eso a un
lado y mi vida tomó un giro hacia el camino en el que me encuentro
ahora.
En ese seminario usaban el ejemplo de la
diferencia entre como piensa una persona adinerada y una persona pobre o
clase media. El ejemplo era de que la gente pobre o clase media piensan
en términos de cuanto dinero ganan por hora mientras que los
millonarios piensan en términos de cuanto valen. Unos dicen, “yo valgo
2,500,000 dólares” por ejemplo ya que eso representaría el valor total
de sus acciones al igual que dinero en efectivo.
Esa mentalidad
es la que lleva a que individuos busquen el dinero para valorarse a si
mismos. Y cuando no lo tienes se sienten que no valen nada. Y sin
embargo esa actitud los mantiene tan distraídos buscando hacer dinero
que su conexión con el amor que los sustenta se pasa completamente por
desapercibido.
A raíz de ese miedo buscan la
manera de aumentar su valía a través de hacer dinero pues ahí se le da
la bienvenida a las manipulaciones, persuasiones, los apegos, las
estafas, los robos, los actos de vandalismo, desde los mas sutiles hasta
los mas grotescos. Y puedes preguntar, "¿pero como puedo yo sentir
mi valía si no tengo dinero y constantemente siento la presión del mundo
para, o hacer dinero, o para pagar mis cuentas, o para alimentar a mi
familia, o para siquiera salir y disfrutar de una película de cine,
etc.?”
Tenemos que ir por partes. Un salto cuántico de un dia
para otro de un estado de completa escasez económica a abundancia seria
algo casi imposible pues la mente no está preparada para hacer ese
salto. No esto insinuando que no se pueda hacer, simplemente estoy
consciente de que ese salto generalmente es muy difícil. Por
consiguiente se hace gradualmente.
Que hacer o que
no hacer específicamente no viene al caso, pues eso se deriva de creer
que lo que haga es lo que determina si tendré dinero o no. Y la realidad
del caso, nos guste o no es que lo que está para ti, aunque te quites. Y lo que no está para ti, aunque te pongas.
Por
lo tanto no es lo que haga lo que determinará si voy a hacer dinero o
no. Es cuan en contacto estoy con el amor que hay en mi para poder
compartirlo libremente, y cuan dispuesto estoy a acceder a la paz en mi
para recordar que mi sustento no viene de lo que yo haga. Mi sustento
viene de la inspiración y la creatividad que surge de una mente que está
agradecida, no por tener o no dinero, sino que porque recuerda que es
el Santo Hijo de Dios inocente libre de culpa y por consiguiente eso es
lo que quiere compartir con todas las mentes con las que se encuentra en
su camino.
Una mente receptiva se abre a la creatividad que
surge la cual podría llevarle a tomar acciones que le puedan sacar de
esa encrucijada. Y OJO!!! Continúo haciendo hincapié en que la
inspiración para ya sea emprender una empresa, o compartir un talento o
crear un producto no es para hacer dinero, es para compartir amor, para
extender amor, en otras palabras para mejorar la vida de los demás.
De
esa manera tu enfoque deja de ser en ti y es mas bien en tus hermanos. Y
la paradoja es que cuando tu enfoque es en el de mejorar la vida de tus
hermanos estás mejorando la tuya porque a final de cuentas, al todos
ser parte de lo mismo, lo que haces por otros lo haces para ti mismo
porque una vez mas, sois lo mismo. Y lo que sois es AMOR! (jejeje, ya se
me está pegando el acento español con lo de “sois”)
Algunas
acciones que sienta uno inspirado a tomar aparentarán ser muy lógicas al
igual que otras serían oportunidades que surgirán como aparentes
sincronicidades. Cuando estaba escribiendo mi libro, Lo Que Pasa Cuando Dejas Ir,
no tenia dinero, ni trabajo, y por consiguiente no tenia para poder
pagar renta en ningún lugar. No obstante, mi enfoque en diariamente
descansar en la paz resultó en que durante esos años siempre apareció de
manera muy “misteriosa” sitios donde quedarme, con todas las amenidades
necesarias para continuar con mi trabajo.
Durante todos esos
años no sabía ni siquiera en que dirección me iba a llevar la Vida.
Luego cuando empecé a generar dinero y ahorrarlo, notaba que los miedos
aun estaban saliendo solo que tomando otras formas. No obstante
continué, y continúo recordando lo importante que es para mi enfocar en
la paz de Dios tomando consciencia de las distracciones que aparecen.
Siempre
recuerdo que la paz en mi sea el guía, sea el enfoque de mi vida, y
nunca en intentar ganarme la vida. Pues ¿como sería posible que necesite
“ganarme” la vida cuando Yo Soy la Vida Misma. Por eso me encanta esté
ejercicio de invocatoria para mi vida: “¿Qué quieres que haga? ¿Adónde quieres que vaya? ¿Qué quieres que diga y a quién?" W-pI.71.9:3-5 Las Biblia me recuerda: "Mejor es esperar en Jehová que esperar en hombre”. [Salmos 118:8]
Por
lo tanto, los problemas en este mundo siempre estarán ahí. Pero mi
deseo y libre albedrío de elegir la paz también esta en mi. Y eligiendo
la paz interna compartiendo el viejo dicho una vez más, es como se pone
el caballo en frente a la carreta sin dejarme distraer por la carreta.
Este
proceso no es un proceso intelectual, es un proceso que requiere
primero de fe y confianza. La fe es solo para que le des las riendas al
caballo, y la confianza la desarrollarás cuando cada vez que ves el
miedo intentar llamar la atención y te sientas tentado a tomar una
decisión por tu cuenta recordarás que siempre el caballo supo que
decisión tomar por ti, y que siempre fue mejor que la tuya. Por algo es
bueno recordar el siguiente extracto del curso: “Hoy no tomaré ninguna decisión por mi cuenta.” T-30.I.2:2 Que es otra manera de decir, si no estoy en paz, me daré un rato para reflexionar, para sentir antes de actuar.
Cuando
la mente, o en mi caso mi mente se sana de la idea de que su valor
viene del dinero, lo que verdaderamente valgo, que es infinito, se
refleja en mi mundo, y el dinero estará ahí como añadidura para lo que
sea necesario de manera que la mente pueda continuar su jornada de
regreso a la Verdad.
Y el dinero estará ahí, no
porque le esté prestando atención, sino que porque el dinero quiere mi
atención y por eso aparece. Esto me recuerda una analogía que dice; Hay
dos diosas, la diosa de la sabiduría y la diosa del dinero. Si prestas
atención a la diosa de la sabiduría la diosa del dinero sentirá celos y
te regalará todo el dinero del mundo para que le prestes tu atención.
Pero recuerda, en el momento que le prestas atención a la diosa del
dinero, ten cuidado.
Para mi entender, y para los efectos
desde mi experiencia personal, la diosa de la sabiduría es simplemente
elegir la paz de Dios. Y desde ese espacio se dirá lo que se tenga que
decir y se hará lo que se tenga que hacer, pues a final de cuentas no
estoy aquí para hacer dinero sino que…"Estoy aquí únicamente para ser
útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que
preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel
que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él
desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le
permita enseñarme a sanar." T-2.V.18:2-6