Cuando se abraza el miedo se acepta, se integra Y se reconoce como una sensación que simplemente está pidiendo amor. Lo que intensifica el miedo no obstante no es la sensación por sí misma sino que la historia que la mente hace alrededor de esa sensación.
Por consiguiente
cuando entrenamos la mente no la entrenamos para que deje de sentir
miedo, la entrenamos para que deje a un lado las historias. Ese es en sí
el entrenamiento mental que por eso se nos recuerda que no sabemos nada
en absoluto.
Según las historias dejan de justificarse y la mente descansa más y más en el momento presente podremos tomar conciencia de que las sensaciones son simplemente nubes pasajeras. Se perciben como sólo sensaciones pasajeras que no tienen el poder de afectar la verdad en nosotros.
Por lo tanto no tengas miedo a sentir miedo simplemente siente sin etiquetarlo como miedo. Es así como se le deja de otorgar poder y como resultado la mente puede descansar en paz.
Según las historias dejan de justificarse y la mente descansa más y más en el momento presente podremos tomar conciencia de que las sensaciones son simplemente nubes pasajeras. Se perciben como sólo sensaciones pasajeras que no tienen el poder de afectar la verdad en nosotros.
Por lo tanto no tengas miedo a sentir miedo simplemente siente sin etiquetarlo como miedo. Es así como se le deja de otorgar poder y como resultado la mente puede descansar en paz.