Como no Engancharse con la Persona que Uno Cree que Nos Está Atacando y Así no Seguir una Discusión Inútil

Pregunta: “Hola nick disculpa si insisto, sólo quiero ver si me puedes por favor hablar un poco sobre la confusión sobre como no engancharse con la persona que uno cree que nos esta atacando y así no seguir una discusión inútil y pues nada más saludarte, gracias por tus notas y vídeos que tanto me han ayudado en mis caídas y vuelvo a creer con más fuerza gracias al Espíritu Santo Saludos y Bendiciones”

Comentario: El no engancharse en una discusión es muy simple. No te enganches. Ves a una persona que quiere discutir y tu simplemente la observas, reconociendo que está en su ego, y que no es personal. Sin embargo, te enganchas porque inconscientemente querías engancharte. La culpa inconsciente siempre busca la manera de proyectarse para luego justificarse.

En realidad nadie te ataca ni puede atacarte, ni te obliga ni puede decir o hacer nada para que tu te enganches en su discusión. No obstante, si tu quieres sentirte atacada por ejemplo, si quieres sentirte como víctima, en el mundo se utilizarán todas las experiencias como medios para que ese deseo de sentirte atacada o como víctima tenga lugar.

Por algo el curso nos recuerda: "Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos." T-31.V.15:8 Otra manera de decirlo seria, "Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas." T-12.VII.7:6 O "El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo." T-27.VIII.10:1

Y engancharte en una discusión podría ser uno de esos medios para ver tus deseos secretos de sentirte atacada o como víctima. Y esto no requiere castigo sino que corrección. Por lo tanto, no tienes que sentirte culpable por esas escenas, sino que ahora vamos a ver si podemos echar un poco de luz a tu experiencia para que puedas empezar a cambiar de mentalidad.

Mientras tu practicas el perdón a diario, recordando que cuando sientes los deseos de atacar o sentirte atacada es simplemente una memoria que sale a la superficie para ser sanada, cuando vez que una persona va a entrar en un argumento y ves que tu ego empieza a hacer de las suyas puedes en ese momento parar en seco y quizás decirte a ti misma algo como, “lo que siento no tiene que ver con lo que está ocurriendo aquí entre yo y mi hermano”, o “nunca estoy disgustada por la razón que creo” (w-pI.5) o “esto que percibo ‘fuera’ es un pensamiento mío y por lo tanto si ataco me ataco mas si me defiendo me siento atacada”, lo que sea que en ese momento surja en tu mente para apoyarte en no engancharte y así vas sanado la culpa inconsciente que se le quería proyectar a ese otro hermano (a esa imagen).

Recuerda siempre que esta práctica para que sea efectiva se tiene que hacer en todo momento, recordando que lo que se está deshaciendo es la identidad como ser humano separado de todos. El ego quiere utilizar estás practicas para conservar su ego solo que hacerlo un poco mas “espiritual.” En otras palabras un ser humano “espiritual” sería lo mismo que decir una oscuridad "iluminada."

Y observa que no dije un ser humano practicando espiritualidad, dije un ser humano “espiritual.” A lo que voy es, yo por ejemplo me percibo como un ser humano que practica la espiritualidad. Pero decir que soy un ser espiritual es intentar limitar a Dios. Pues lo espiritual es omnipresente, omnipotente, es Uno. Sin embargo lo humano es limitado, es especifico, es algo que se percibe como separado. Dado ese el caso, si yo atribuyese las cualidades de lo espiritual a lo humano estaría por defeco limitando lo Verdadero, por algo se nos recuerda: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.” [Marcos 12:17]

Mas sin embargo, aunque me percibo como un ser humano, las cualidades del amor y la paz se pueden experimentar a este nivel, y eso es lo que hacemos cuando elegimos el sistema de pensamientos del Espíritu Santo.

Por lo tanto, a diario, mientras tu continúas recordando lo importante que es la paz de Dios en tu mente, llega el momento en que ya ni te enganchas en ninguna discusión porque sabes que si no conduce a la paz no vale la pena poner tu atención en ella.

Yo te podría decir que tengo mis momentos de sentir el ego en mis entraña pero no tengo ni la energía de engancharme en una discusión con nadie. No vale la pena, no merece ni el mas mínimo esfuerzo de mi parte. No significa que si siento el deseo de compartir una opinión que no la comparta, solo que antes de compartirla primero me pregunto si mi opinión me une a mi hermano o me separa, si mi opinión es para compartir o para argumentar. Eso me ayuda a ver si eso que voy a compartir es para nutrir a un hermano y por consiguiente a mi mismo, o para atacar a un hermano y por consiguiente a mi mismo. Por algo el curso me recuerda; “¿Preferirías tener razón a ser feliz?“ T-29.VII.1:9

Y de nuevo, no estoy insinuando que no sienta los efectos del sistema de pensamientos del ego, pero estoy consciente de que ninguna discusión me lleva a ningún lugar. Y cuando reconozco un ataque inmediatamente lo rectifico en mi mente. Por ejemplo, estaba hablando con una amistad y en medio de la conversación compartí una opinión sobre otra persona e inmediatamente sentí la culpa inconsciente y le dije a mi amiga, “tengo que compartirte algo, cuando estaba hablando contigo sobre este tema y me encontré diciéndote algo sobre esta otra persona sentí la culpa inconsciente, sentí como me ataqué a mi mismo.”

Por lo tanto sigue eligiendo la practica del perdón. Y eso es algo que, de nuevo, según continúas eligiendo y valorando la paz de Dios en tu mente se convertirá en un hábito. Mas cuando recuerdas que el mundo es un espejo, ya de entrada sabes que argumentar con un espejo es una perdida de tiempo pues el espejo no ataca, el espejo refleja.

Esto es lo que es ser consciente en el camino, lo que significa tomar responsabilidad, no culpar ni a tu hermano ni a ti misma. Recuerda: "Soy responsable de lo que veo. Elijo los sentimientos que experimento y decido el objetivo que quiero alcanzar. Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, y se me concede tal como lo pedí.“ T-21.II.2:3-5