El Dinero: Como Se Manifiesta por Nick Arandes

Hace unos días había postulado el siguiente comentario en mi pared de Facebook: El miedo dice, “necesitas una estrategia para que puedas hacer dinero.” El Espíritu te dice, “elige Mi paz para que no te dejes distraer por el miedo.” A raíz de ese comentario personas me pidieron que elaborara un poco en ello así que aquí comparto esta nota dedicada el tema del dinero. Que la disfruten!

Empecemos con la siguiente pregunta, ¿qué es el miedo? El miedo es simplemente lo que nos distrae de la Verdad. El miedo, aunque es siempre el mismo, puede no obstante tomar muchas formas; el miedo a la muerte, el miedo a hablar en público, el miedo a que me dejen, el miedo a enfermarme, el miedo a ser juzgado, el miedo a no tener suficiente dinero, el miedo a no expresar lo que siento, el miedo a perder mi trabajo o a no tener trabajo, en fin, no importa la forma que el miedo aparente tomar, sigue siendo miedo. Y todo miedo surge a raíz de olvidarme de lo que realmente Soy. Soy Amor, Soy Paz, Soy Abundancia, Soy el Todo! Sin embargo, en el mundo de las forma me estoy identificando con una diminuta parte del todo, por lo cual me siento separado, lo que da lugar al miedo.

Cuando tocamos el tema del dinero, el mismo es solo un símbolo que se utiliza en el mundo de las formas que al igual que todo no tiene ningún valor intrínseco salvo el que le adjudicamos. En el momento que se le adjudica algún valor a algo en este mundo, lo hacemos real en nuestra mente y sirve entonces para corroborar la creencia errada de que somos solo una parte del todo y no el todo.

Un Curso de Milagros que nos dice; "Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito.“ W-pI.128.2:1 También nos recuerda, "Cualquier cosa en este mundo que creas que es buena o valiosa, o que vale la pena luchar por ella te puede hacer daño y lo hará." T-26.VI.1:1 La Biblia lo plantea de la siguiente manera: “‘No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.’” [Mateo 6:19-21]

Aunque el dinero es el medio que se utiliza generalmente como intercambio para digamos adquirir algún otro símbolo o para dar apoyo financiero o lo que sea, hay que tomar consciencia de que el dinero se puede convertir en un dios por derecho propio si se nos olvida que la Fuente de todo proviene del Amor y no de lo que hagamos.

Por consiguiente el dinero no es causa sino que efecto. Si lo endiosamos se convierte en nuestro ídolo falso. Si lo vemos como un símbolo sin darle ningún tipo de poder ni significado entonces se percibe tal y como es, una añadidura mas que nos recuerda que no estamos solos y que lo que necesitamos en cada momento se nos provee. Me imagino que por algo la oración del Padre Nuestro nos dice; “…danos hoy nuestro pan de CADA DIA…” No el pan del mes para asegurarnos que no nos faltará nada.

Pues vamos a mirar lo que el dinero NO ES, para que el mismo deje de ser una distracción. El dinero no es libertad, no es poder, no es lo que determina nuestro valor por consiguiente no es nuestro dios. Sin embargo, cuando creemos que con el dinero podemos ser libres, que nos da poder, que determina nuestro valor, sin darnos cuenta lo hemos convertido en nuestro dios. Por eso se nos recuerda, “No debes anteponer otros dioses a Él porque no hay otros dioses.” T-4.III.6:6 “El espíritu es, por lo tanto, inalterable porque ya es perfecto, pero la mente puede elegir a quién desea servir. El único límite en su elección es que no puede servir a dos amos.” T-1.V.5:2-3

Miremos un poco mas de cerca lo que hemos hecho del dinero para poder liberarnos.

El dinero no es libertad:

Al creer que teniendo dinero podemos ser libres ya que podemos viajar, comprar cosas, hacer mas cosas, eso no es un símbolo de libertad sino que de tener acceso a mas distracción. Pues a final de cuentas la libertad no ocurre cuando podemos hacer mas cosas sino que cuando la mente está libre de preocupación. Eso es verdaderamente ser libre.

El poder hacer cosas en el mundo no nos conduce a la paz, no nos conduce a la Verdad, no nos conduce a recordar lo que realmente somos sino que nos apoya en mantener nuestra atención fuera, en el mundo de las formas, creyendo que ahí vamos a encontrar la libertad, la paz, la felicidad. Por consiguiente el miedo, aunque permanece escondido, está ahí. No obstante podemos utlizar las cosas del mundo, si les cambiamos su propósito, para que nos apoye en elegir la paz. Pero eso sería otro tema.

Continuando, el camino de regreso a casa es introspectivo. No requiere dinero. Mas bien no requiere nada que el mundo pueda ofrecer. Requiere un deseo de recordar lo que realmente somos. Una vez que nuestro deseo es de sanar y no el de hacer mas dinero, el dinero se presentará en las cantidades perfectas como apoyo para que la mente pueda mantener su enfoque en la paz con la menor cantidad de distracciones posibles. Por eso es que el dinero percibido correctamente es simplemente una añadidura.

Las añadiduras no hay que luchar por ellas. Se nos presentan como recordatorio de que somos parte del Todo. Y aquel que toma consciencia de ser parte del Todo no necesita nada pues lo tiene todo. Lo tiene todo porque tiene paz, no porque tiene dinero. Si creemos que necesitamos dinero para estar en paz, utilizando un famoso dicho, estamos poniendo la carreta en frente al caballo.

Cuando la gente dice que cuando tengan dinero van a estar en paz, nunca podrán experimentar la paz porque su atención es en el mundo de las formas y no en el contenido de su mente. No solo eso, esa actitud sin darse cuenta es la que los mantiene carentes, y si terminan consiguiendo dinero, el miedo incrementa inconscientemente porque ahora creen que si pierden el dinero pierden su paz. Por lo que ahora el miedo es el de no perder su fuente de paz, y eso puede terminar siendo mas doloroso y auto destructivo que beneficioso.

Hay quienes argumentarían, y voy a utilizar dos ejemplos específicos empezando por este, "¿pero como puedo estar en paz si no puedo pagar el alquiler de mi piso?" La pregunta que hay que hacerse es, ¿que significa ese piso para mi? ¿Estatus? ¿Apego? ¿Valor? Porque si digamos que ese piso es un piso de lujo, y no tengo los recursos suficientes para pagar esa renta, ¿entonces por qué me busco un piso tan caro cuando podría vivir en un sitio mas económicamente accesible? No estamos diciendo que hay algo intrínsecamente malo en tener un piso caro o de lujo. A lo que voy es mirar que es lo que nos motiva a tomar las decisiones que tomamos en cada momento, ¿el miedo o la paz?

Si por ejemplo una persona tiene un salario de digamos 1,500 dólares al mes, y alquila un piso de 900 porque su interés es en tener un piso de lujo ya sea para impresionar a sus amistades, o pretender que es “exitoso” o lo que sea, esa persona se está tirando la soga al cuello.

Sin embargo, si esa persona hace un trabajo introspectivo y dice, “lo que deseo es paz”, la vida misma como añadidura le proveerá un piso que sea cómodo y tenga lo que necesite a un precio mas económico para que la persona pueda continuar su proceso de deshacimiento del miedo, y paradójicamente mientras se encuentra en ese piso, puede mirar su orgullo y sanar.

Pueda que entonces desde esa misma paz le surjan ideas, inspiraciones que puedan llevarla a emprender algún tipo de actividad, empresa o trabajo que le apoye en experimentar su abundancia de amor, lo cual podría entonces transformarse en dinero entrando en su vida en cantidades mayores. Solo que ahora no hay avaricia, no hay orgullo, sino que mas bien humildad. Y desde esa humildad, si hay dinero suficiente, la persona podría comprar un piso mas caro o lujoso, no con la intención de ser pretencioso, sino que porque le apetece y nada mas.

El segundo ejemplo es cuando hay quienes dirían, “pero si no tengo dinero no puedo apoyar a mi familia, etc.” De nuevo, el no poder apoyar a la familia simplemente saca a la superficie creencias escondidas como, “soy un fracaso”, “no sirvo para nada”, “no soy un buen ‘proveedor’”, etc. Pero todas esas historias son las que se utilizan para distraernos de la verdad y por consiguiente incrementar el miedo. Por lo tanto, hay que tomar consciencia de que hay que elegir la paz de la manera que podamos para poder mirar esos miedos, esas creencias escondidas y recordar no endiosar el dinero y humildemente rendirnos para que entonces la mente continúe sanando la creencia en la separación, pues de nuevo, “La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensación de estar separado de Dios.” T-1.VI.2:1

Podrías argumentar, “si pero tu Nick Arandes no tienes ni esposa ni hijos, así que ¿como puedes hablar de todo esto?” Mi respuesta sería que tienes razón, no tengo esposa ni hijos, y por consiguiente si quieres utilizar ese argumento para justificar tu posición como víctima con mucho gusto la puedes usar. Quizás necesitas a alguien que tenga esposa y hijos para que veas que la contestación es la misma. Esto me recuerda cuando mi abuelita me quería dar un consejo yo no la escuchaba porque creía que ella no sabia. Luego un medico me dio el mismo consejo y tuve que tragarme la lengua pues aunque el consejo era el mismo, solo porque venia dei una persona que tenia un “titulo de medico” perdí muchos años el beneficio de ese consejo.

De todas maneras cada cual tiene su guión, y hasta ahora en el mío, el tener esposa e hijos no ha sido mi currículo. Dentro de mis otros currículos entonces permíteme compartir lo siguiente. Cuando carecía de dinero, y por mas que luchaba para obtenerlo, no entendía que el miedo que me motivaba a hacer dinero era demostrar que yo era alguien que valía algo. Aunque creía que quería dinero, digamos para poder invitar a amistades a quedarse en mi casa lujosa, o para apoyarlos en lo que pudiese, en realidad lo que quería era comprar la atención de otros, comprar el amor de otros. Quería sentirme amado, sentirme valioso, sentirme admirado, y eso era lo que me motivaba a hacer dinero. No era consciente de ello, pero eso era lo que creía que necesitaba para ser feliz, para poder impresionar y ser un “ejemplo” para que otros pudiesen ser “exitosos.” Sí, tenía muy “buenas intenciones” que por algo se me recuerda; “No confíes en tus buenas intenciones,” T-18.IV.2:1

Pero todas ellas eran maneras de distraerme de la Verdad (mi paz) haciéndome creer que era un ser separado del todo, solo que con mas dinero. No obstante, cuando me rendí completamente me di cuenta que no era el dinero lo que quería, lo que quería era amor, y no me permitía recibirlo porque creía que sin dinero no merecía amor. La paradoja es que cuando dejé de poner mi atención en el dinero, y mas bien en compartir mi amor con el mundo, sin exigir nada a cambio, fue cuando entonces empezó a entrar dinero en mi vida.

Primero en cantidades suficientes para poder vivir día a día, aunque eso siempre lo tuve solo que nunca estaba satisfecho porque creía que las cosas deberían ser de otra manera ya que utilizaba el mundo como marco de referencia, y luego poco a poco el dinero fue incrementando. Pero cuando me percato de que tengo miedo de perder el dinero, inmediatamente hago un proceso mental en el cual simbólicamente entrego todo lo que tengo y lo pongo en las Manos de Dios para recordar que no pondré otro dios ante Él. Y en ese momento me entrego a la paz, y por consiguiente en ese momento ¡soy libre! Con o sin dinero.

El dinero no es poder:

El poder lo utilizamos para manipular, para intentar controlar. Al creer que el dinero es poder, lo que hacemos es que se nos olvida nuestro propio poder inherente, que no tiene nada que ver con manipular ni controlar sino que con amar, con compartir. ¿Como puedo amar cuando ahora tengo miedo? ¿Como puedo compartir lo que tanto luché por tener si ahora tengo miedo de perderlo? Cuando el enfoque es en uno mismo se cierran las puertas al amor. Cuando el enfoque es en compartir nuestro amor con los demás se abren las oportunidades para expandir y experimentar nuestra verdadera abundancia, que una vez mas, no tiene nada que ver con dinero.

Volviendo a los ejemplos que compartí, si tu enfoque es tener una casa bonita para impresionar, ¿en donde está tu atención? Te importa mas lo que piensen de ti que el querer simplemente compartir y amar. Crees que tu valía proviene de lo que tienes. Si tu deseo es el de compartir y amar, eso lo haces hasta desde una caseta de campaña. Y te diré mas, la gente te apreciará más desde tu caseta de campaña con un corazón lleno de amor que desde tu mansión con arrogancia. Y esas personas que te admiran por lo que tienes no son amistades solo interesados. Y si pierdes tu mansión pierdes tus “amistades.”

El otro ejemplo, si tu enfoque es en ser el proveedor, ¿en donde está tu atención? En la arrogancia de creer que “yo” soy el que hago las cosas. Sin embargo, si tu enfoque no es proveer sino que elegir la paz para compartirla, entonces, estás enseñando paz y no miedo, y observarás como la Vida misma se encarga de proveer lo necesario para recordar que solo la paz es lo único que importa, no en que tus hijos tengan iPads, iPhones, cosas de lujo para competir con tus vecinos y una vez mas mantener tu atención en lo mundano en vez de lo Verdadero.

Cuando el amor se comparte no obstante, no es que no puedas tener iPhones o iPads, sino que eso deja de ser distracción a lo único que de verdad importa que es la paz interna. Y si hay dinero se compran los iPhones y los iPads, y si no lo hay no pasa nada. Pero siempre tendrás lo que necesites para que te sirva de sustento hasta que la lección haya sido aprendida, y la lección es siempre la misma, “el amor de Dios es mi sustento.” W-pI.50

El verdadero y único poder, no es el de tener mas dinero sino que en poder elegir en la mente la paz en cada momento. Si entregas ese poder al dinero, dejaste de ser poderoso y te has convertido en un esclavo. Un esclavo, no del dinero, sino que de tus propios pensamientos de miedo acerca de lo que eres que simplemente se le proyectan al dinero para justificar la culpa inconsciente. Porque a final de cuentas, el dinero es un pedazo de papel que no tiene ningún poder. Y como te habrás dado cuenta, este tema aplica no solo al dinero, sino que a todo. Pero como de el dinero es de lo que estamos hablando, continuemos con lo último que el dinero no es.

El dinero no determina mi valor:

“Siempre que pongas en duda tu valor, di: Dios Mismo está incompleto sin mí. Recuerda esto cuando el ego te hable, y no le oirás." T-9.VII.8:1-3

“Tu valía se encuentra en la Mente de Dios y, por consiguiente, no sólo en la tuya. Aceptarte a ti mismo tal como Dios te creó no puede ser arrogancia porque es la negación de la arrogancia. Aceptar tu pequeñez es arrogancia porque significa que crees que tu evaluación de ti mismo es más acertada que la de Dios.” T-9.VII.10:7-9

Aproximadamente en el año 2002 o algo así atendí a un seminario de como pensar como un millonario, lo cual eventualmente terminé trabajando para ellos en muchos de sus eventos hasta que en el 2007 fue cuando deje todo eso a un lado y mi vida tomó un giro hacia el camino en el que me encuentro ahora.

En ese seminario usaban el ejemplo de la diferencia entre como piensa una persona adinerada y una persona pobre o clase media. El ejemplo era de que la gente pobre o clase media piensan en términos de cuanto dinero ganan por hora mientras que los millonarios piensan en términos de cuanto valen. Unos dicen, “yo valgo 2,500,000 dólares” por ejemplo ya que eso representaría el valor total de sus acciones al igual que dinero en efectivo.

Esa mentalidad es la que lleva a que individuos busquen el dinero para valorarse a si mismos. Y cuando no lo tienes se sienten que no valen nada. Y sin embargo esa actitud los mantiene tan distraídos buscando hacer dinero que su conexión con el amor que los sustenta se pasa completamente por desapercibido.

A raíz de ese miedo buscan la manera de aumentar su valía a través de hacer dinero pues ahí se le da la bienvenida a las manipulaciones, persuasiones, los apegos, las estafas, los robos, los actos de vandalismo, desde los mas sutiles hasta los mas grotescos. Y puedes preguntar, "¿pero como puedo yo sentir mi valía si no tengo dinero y constantemente siento la presión del mundo para, o hacer dinero, o para pagar mis cuentas, o para alimentar a mi familia, o para siquiera salir y disfrutar de una película de cine, etc.?”

Tenemos que ir por partes. Un salto cuántico de un dia para otro de un estado de completa escasez económica a abundancia seria algo casi imposible pues la mente no está preparada para hacer ese salto. No esto insinuando que no se pueda hacer, simplemente estoy consciente de que ese salto generalmente es muy difícil. Por consiguiente se hace gradualmente.

Que hacer o que no hacer específicamente no viene al caso, pues eso se deriva de creer que lo que haga es lo que determina si tendré dinero o no. Y la realidad del caso, nos guste o no es que lo que está para ti, aunque te quites. Y lo que no está para ti, aunque te pongas.

Por lo tanto no es lo que haga lo que determinará si voy a hacer dinero o no. Es cuan en contacto estoy con el amor que hay en mi para poder compartirlo libremente, y cuan dispuesto estoy a acceder a la paz en mi para recordar que mi sustento no viene de lo que yo haga. Mi sustento viene de la inspiración y la creatividad que surge de una mente que está agradecida, no por tener o no dinero, sino que porque recuerda que es el Santo Hijo de Dios inocente libre de culpa y por consiguiente eso es lo que quiere compartir con todas las mentes con las que se encuentra en su camino.

Una mente receptiva se abre a la creatividad que surge la cual podría llevarle a tomar acciones que le puedan sacar de esa encrucijada. Y OJO!!! Continúo haciendo hincapié en que la inspiración para ya sea emprender una empresa, o compartir un talento o crear un producto no es para hacer dinero, es para compartir amor, para extender amor, en otras palabras para mejorar la vida de los demás.

De esa manera tu enfoque deja de ser en ti y es mas bien en tus hermanos. Y la paradoja es que cuando tu enfoque es en el de mejorar la vida de tus hermanos estás mejorando la tuya porque a final de cuentas, al todos ser parte de lo mismo, lo que haces por otros lo haces para ti mismo porque una vez mas, sois lo mismo. Y lo que sois es AMOR! (jejeje, ya se me está pegando el acento español con lo de “sois”)

Algunas acciones que sienta uno inspirado a tomar aparentarán ser muy lógicas al igual que otras serían oportunidades que surgirán como aparentes sincronicidades. Cuando estaba escribiendo mi libro, Lo Que Pasa Cuando Dejas Ir, no tenia dinero, ni trabajo, y por consiguiente no tenia para poder pagar renta en ningún lugar. No obstante, mi enfoque en diariamente descansar en la paz resultó en que durante esos años siempre apareció de manera muy “misteriosa” sitios donde quedarme, con todas las amenidades necesarias para continuar con mi trabajo.

Durante todos esos años no sabía ni siquiera en que dirección me iba a llevar la Vida. Luego cuando empecé a generar dinero y ahorrarlo, notaba que los miedos aun estaban saliendo solo que tomando otras formas. No obstante continué, y continúo recordando lo importante que es para mi enfocar en la paz de Dios tomando consciencia de las distracciones que aparecen.

Siempre recuerdo que la paz en mi sea el guía, sea el enfoque de mi vida, y nunca en intentar ganarme la vida. Pues ¿como sería posible que necesite “ganarme” la vida cuando Yo Soy la Vida Misma. Por eso me encanta esté ejercicio de invocatoria para mi vida: “¿Qué quieres que haga? ¿Adónde quieres que vaya? ¿Qué quieres que diga y a quién?" W-pI.71.9:3-5 Las Biblia me recuerda: "Mejor es esperar en Jehová que esperar en hombre”. [Salmos 118:8]

Por lo tanto, los problemas en este mundo siempre estarán ahí. Pero mi deseo y libre albedrío de elegir la paz también esta en mi. Y eligiendo la paz interna compartiendo el viejo dicho una vez más, es como se pone el caballo en frente a la carreta sin dejarme distraer por la carreta.

Este proceso no es un proceso intelectual, es un proceso que requiere primero de fe y confianza. La fe es solo para que le des las riendas al caballo, y la confianza la desarrollarás cuando cada vez que ves el miedo intentar llamar la atención y te sientas tentado a tomar una decisión por tu cuenta recordarás que siempre el caballo supo que decisión tomar por ti, y que siempre fue mejor que la tuya. Por algo es bueno recordar el siguiente extracto del curso: “Hoy no tomaré ninguna decisión por mi cuenta.” T-30.I.2:2 Que es otra manera de decir, si no estoy en paz, me daré un rato para reflexionar, para sentir antes de actuar.

Cuando la mente, o en mi caso mi mente se sana de la idea de que su valor viene del dinero, lo que verdaderamente valgo, que es infinito, se refleja en mi mundo, y el dinero estará ahí como añadidura para lo que sea necesario de manera que la mente pueda continuar su jornada de regreso a la Verdad.

Y el dinero estará ahí, no porque le esté prestando atención, sino que porque el dinero quiere mi atención y por eso aparece. Esto me recuerda una analogía que dice; Hay dos diosas, la diosa de la sabiduría y la diosa del dinero. Si prestas atención a la diosa de la sabiduría la diosa del dinero sentirá celos y te regalará todo el dinero del mundo para que le prestes tu atención. Pero recuerda, en el momento que le prestas atención a la diosa del dinero, ten cuidado.

Para mi entender, y para los efectos desde mi experiencia personal, la diosa de la sabiduría es simplemente elegir la paz de Dios. Y desde ese espacio se dirá lo que se tenga que decir y se hará lo que se tenga que hacer, pues a final de cuentas no estoy aquí para hacer dinero sino que…"Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar." T-2.V.18:2-6