En un curso en milagros, hablando dentro de la ilusión, la causa es la mente y el efecto es el mundo de los cuerpos. Aún más específicamente, la causa es la mente donde mora el tomador de decisiones y el efecto es el mundo de los cuerpos que percibimos, la experiencia y hacerlo real.
El propósito del sistema de pensamiento del ego es mantenernos en un perpetuo, un estado permanente de inconsciencia. Debido a que el miedo del ego es que la mente que originalmente eligió el ego, y le otorgo su existencia, ya que sin la creencia en el ego no hay ego, que esa mente algún día reconozca que cometió un error, haga una nueva elección, elija el principio de la expiación del Espíritu Santo que dice que no hay separación, y el ego desaparecería en la nada de donde vino.
Así que para asegurarse que esto no suceda, el ego nos convence de que la mente es un lugar muy peligroso, que el dios iracundo está allí para nuestra destrucción, en virtud de nuestro pecado contra él. Luego proyectamos todo esto, inventamos un universo físico, inventamos un cuerpo individual, creyendo que nos podemos esconder de Dios.
Todo esto, por supuesto, es absolutamente ridículo, porque la proyección no funciona, las ideas no abandonan su fuente, y el efecto no puede separarse de su causa.
Así que el universo y nuestra experiencia individual de este mundo, como nunca han dejado su origen en la mente, quiere decir que causa y efecto son uno. Pero le corresponde al ego con el fin de preservar su existencia, separar la causa y el efecto y tener esta enorme brecha manteniendo causa y efecto aparentemente separados para que todos experimentemos dolor, para que todos experimentemos tristeza, para que todos experimentemos sufrimiento a un nivel u otro, solo que sin saber cual es su causa.
Así que el capítulo 27 dice: "De lo único que estabas seguro era de que entre las numerosas causas que percibías como responsables de tu dolor y sufrimiento, tu culpabilidad no era una de ellas." T-27.VII.7 :4 Lo que esto significa es que nuestra decisión de elegir la culpabilidad es la causa de todo sufrimiento. Sin embargo, dado que la causa ha sido separada del efecto y reprimida, no sabemos acerca de la causa.
Así que de nuevo, hay esta gran diferencia, que en realidad es la brecha de la negación, o la brecha de falta de memoria, que no nos permite que seamos conscientes de la causa.
Si yo no estoy consciente de la causa de mi sufrimiento, y busco las causas de mi sufrimiento en otra parte, nunca seré capaz de deshacer el sufrimiento. Lo que por supuesto es la razón por la cual todo el mundo sufre desde el principio de los tiempos.
Todo el mundo cambia, todo el mundo envejece, todo el mundo sufre a medida que crece, y con el tiempo todo el mundo se muere, que es la causa de gran temor para casi todos.
Y las causas de todo este sufrimiento se buscan en el único lugar en el que nunca se van a poder encontrar, que es en el mundo. Y el problema es que la mente está bloqueada por el velo del olvido, por el velo de la negación, o la amnesia que fomenta el ego, por lo que una vez más, nunca más volveremos a la mente para que podamos elegir de nuevo.
El propósito del curso, o una de las formas de ver el propósito del curso, es reducir esta brecha. Así que lo que parece ser esta enorme brecha separando mente y cuerpo, culpa y el sufrimiento, se va poco a poco acortando.
Así que lo que termina sucediendo es que tan pronto como se experimente algún tipo de incomodidad, algún tipo de malestar, piensa en la lección cinco, "Nunca estoy disgustado por la razón que creo." W-pI.5 Y me doy cuenta que la razón por la que estoy molesto es porque mi mente eligió el maestro equivocado. Esa es la causa.
Y si me puedo acercar mas y mas a eso cada vez que me siento molesto, independientemente de la forma del malestar, físico y/o psicológico, puedo acortar esa brecha, puedo entonces decir, como la lección 34 dice: "Podría ver la paz en lugar de esto." W-pI.34
En otras palabras, la paz es una decisión al igual que el conflicto, malestar, angustia y el dolor son una decisión. Pero si no estoy consciente de que es una decisión, no hay manera de que pueda cambiar mi mentalidad. Sin cambiar de mentalidad, la causa de mi dolor y sufrimiento, ya sea a nivel individual y/o a nivel colectivo en el “mundo”, se pasa completamente por desapercibido y por lo tanto sin poderse corregir.
Por lo tanto, el propósito de este curso, el propósito del milagro, el propósito del perdón, el propósito de tener a Jesús como nuestro maestro, es llevarnos de nuevo a la mente. Con frecuencia digo que en este curso, Jesús nos lleva en un viaje de inconsciencia a la conciencia.
Lo que queremos decir a la conciencia, no de que somos un cuerpo, sino que somos la mente que puede elegir de forma diferente. Por lo tanto, el propósito de este curso es de llevar el efecto a la causa. Llevar la oscuridad a la luz. Llevar la ilusión a la verdad, todos son nombres diferentes para el mismo proceso de reconocer simplemente que la causa de todo nuestro sufrimiento se debe a haber elegido el ego en lugar del Espíritu Santo.
Lo que significa que la causa de toda la paz que sentiríamos, la causa de recordar el amor de Dios se encuentra en el mismo tomador de decisiones en la mente el cual puede ahora elegir el Maestro de amor en lugar del maestro de la culpa y el odio.