Si aprendí la
lección de ayer; si mantengo mi atención en este momento presente, donde no
existe ningún problema, he descubierto la clave para la solución de todos y
cada uno de mis problemas imaginarios.
Y si por alguna
razón surgiese una situación la cual requiera de mi atención, desde ese estado
de paz interior, no solo surgirá la respuesta perfecta para lidiar con esa
situación, sino que los recursos y apoyo necesario también se proveerán. Por lo
tanto no hay necesidad de preocupación. "Mirad las aves del cielo, que
no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?" [Mateo 6:26]