No hay barreras, no hay separación, solo un solo ser contemplandose a si mismo a través de lo que aparentan ser diferentes formas, solo que ese ser no se deja engañar ni por lo que los sentidos le muestran ni por el comportamiento de otras formas. Esto se debe a que reconoce que solo hay uno, y que lo que se extiende es lo que se experimenta. Es por eso que se dice que dar y recibir es lo mismo. Por lo tanto un ataque a un hermano es un ataque a uno mismo.
Habiendo dicho eso, no vamos a negar que no es fácil recordar nuestra verdadera esencia cuando nos sentimos atacados, aun cuando sabemos lógicamente que el ataque es nuestra culpa proyectada. Inclusive, el ataque que percibimos tuvo lugar debido a una decisión que se tomó a un nivel inconsciente como resultado de haber elegido en contra de la Verdad en la mente.
Por lo tanto, el retornar la mente al amor no es un trabajo que nosotros mismos hacemos. Ese retornar al amor sucede muy naturalmente cuando conscientemente permitimos que el Espíritu Santo haga la corrección. Y de la manera que El puede hacer esa corrección, es a través del reconocimiento de que no sabemos nada.
¿Como es posible que el Espíritu Santo pueda corregir un error si nuestras creencias, opiniones, ideas, experiencias, en otras palabras, lo que creemos que sabemos se interpone ante Su sabiduría?
Por eso Un curso de milagros nos recuerda que “El camino no es arduo, pero es muy diferente.” T-11.III.4.1
El no saber nada simplemente abre la menta para que la misma tenga acceso a lo que ya esta ahí! Es por eso que lo que decide cuan largo o corto es el camino, es nuestra propia decisión de arraigarnos a lo que creemos que sabemos. Y todo eso se encuentra en una memoria que inclusive nosotros mismo inventamos. Es por eso que el curso nos recuerda, “La memoria, al igual que la percepción, es una facultad que tu inventaste para que ocupase el lugar de lo que Dios te dio en tu creación.” T-28.I.2:7
La inventamos con el propósito de creer poder escondernos de la Verdad ya que le tenemos miedo a Ella. Pues si tememos la Verdad, obviamente vamos a “protegernos” de Ella. Ese querer protegernos de ella es de lo que se basa todo lo que creemos saber, pues lo que creemos saber, es lo que forja nuestra identidad.
Y aunque la identidad se tiene que tarde o temprano dejar a un lado, no porque tomemos esa decisión a través de un deseo intrínseco sino que porque la identidad que nosotros hemos forjado tarde o temprano nos conllevará al dolor y al sufrimiento.
Esa es la razón por la que Cristo muy sutilmente nos advierte a través de estas palabras, "Si quieres ser como yo, te ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres ser diferente, aguardaré hasta que cambies de parecer." T-8.IV.6:3-4 Y puedes estar seguro de que vamos a cambiar de parecer, ya que “La resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada.” T-2.III.3.5
De la manera que me doy mas y mas cuenta de lo sencillo que es experimentar ese amor, es cuando reconozco que la paz de Dios es lo único que de verdad deseo. Sin embargo, tengo que reconocer que aunque digo esas palabras, a un nivel mas profundo, hay un apego al deseo de juzgar porque siento el dolor de mi creencia en la separación. Por lo tanto, tengo que ser consciente de eso y al mismo tiempo tener compasión y paciencia conmigo mismo.
A raíz de mi propia practica, me encuentro compartiendo las enseñanzas y la practica del perdón del curso, pues esa es la manera que mas fácil y rápidamente recuerdo lo que yo tengo que aprender, que es por eso que el curso me recuerda, "Un buen maestro clarifica sus propias ideas y las refuerza al enseñarlas." T-4.I.1:1 Honestamente yo no me clasifico como buen “maestro” sino que mas bien un buen estudiante.
Pues lo que he experimentado es que cada vez que elijo la paz de Dios en mi, muy naturalmente me encuentro sintiendo un amor, una comprensión divina, que incluye a todo y a todos! Sin embargo, cuando no estoy en paz, muy fácilmente me encuentro enjuiciando, y por lo tanto, lo que termino experimentando es lo que estoy en ese momento extendiendo.
Así que el verdadero amor esta accesible a todos en este momento, si estamos dispuestos a abrir nuestra mente a la Sabiduría del Espíritu Santo, y a confiar en Su proceso, en Su Guía, en Su conocimiento.
Eso solo se experimenta cuando muy humildemente y de corazón hacemos lo que El nos dice muy claramente en Un curso de milagros a través de la lección 189, párrafo 7, la cual nos dice; "Haz simplemente esto: permanece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos acerca de lo que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos que hayas aprendido acerca del mundo; todas las imágenes que tienes acerca de ti mismo. Vacía tu mente de todo lo que ella piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pensamiento que considere digno, así como de todas las ideas de las que se siente avergonzada. No conserves nada. No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado te haya enseñado, ni ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia, hayas aprendido con anterioridad. Olvídate de este mundo, olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios." W-pI.189.7:1-5