Sabiendo eso sin embargo, aun después de haber experimentado una gran cantidad de sanación, todavía me encontraba experimentando preocupaciones, el miedo y el dolor que se experimenta en la vida cotidiana. Inclusive me encontré compartiendo Un curso de milagros a través del mundo, siendo invitado a países, ademas de los Estados Unidos, a México, Canadá, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Venezuela, Colombia al igual que por toda España.
Así que la pregunta es, si yo estaba compartiendo la teoría del Curso, ¿que entonces estaba haciendo mal? Sin embargo, la verdad es que no estaba haciendo nada mal, sencillamente estaba haciendo lo que el mismo curso me recordaba, "Un buen maestro clarifica sus propias ideas y las refuerza al enseñarlas." T-4.I.1:1
Por lo tanto sabiendo la teoría, como todo, es un buen comienzo. Pero la teoría no es la meta, es nada mas que parte del proceso. Es el entendimiento intelectual del proceso, el cual una vez aceptado, entonces se pone en practica.
Pues en realidad, solo estaba compartiendo los conceptos, las enseñanzas del curso, siendo muy consciente de que las enseñanzas no eran para mas nadie sino que para mi.
Sin embargo, después de tanto viajar, observando el juego del ego en mi mente, pero mas importante, conscientemente practicando lo que estaba compartiendo, llegó un punto en el que todo lo que tenia que hacer era enfocar en mi propia consciencia de Dios en mi, en mi propia relación con Dios.
No tuve que enfocar mas en lo que el “mundo” hacia o decía, ni siquiera en tratar de perdonar al mundo. Simplemente lo único que tenia que hacer era elegir la paz de Dios en cada momento y nada mas.
Pero no era el elegir la paz de Dios para resolver algún conflicto, o para cambiar algo en mi vida. Ere elegir la paz de Dios como forma de reconocer que no sabia absolutamente nada. Era una completa confianza, una completa fe, no importa que doloroso el ataque aparentase ser, o que dolorosa fuese la situación en la que me aparentase encontrar, inclusive, independientemente del dolor que sintiese al percibirme como “víctima”, solo tuve que confiar que primero: todo lo que estoy observando es nada mas que un pensamiento que surge de la mente, y segundo, que “Todo obra conjuntamente para el bien. Y para esto no hay excepciones salvo a juicio del ego.” T-4.V.1:1-2
Desde ese espacio de paz, observé que el perdón no era algo que yo tenia que hacer, ni siquiera practicar. Era simplemente una respuesta natural a toda experiencia, debido a que estaba identificado con el sistema de pensamientos del Espíritu Santo, el cual es paz.
¿Eso significa que ya no continuaré compartiendo Un curso de milagros en publico, o que si se me pide una consulta personal que no la voy a dar? O que dejare de compartir vídeos y notas en Facebook? La contestación honesta seria, yo no se.
Simplemente continuaré poniendo un pie en frente al otro, que es lo que he estado haciendo hasta ahora, y la decisión o acción espontánea correcta se revelará en cada momento, la cual podría ser que diga que si a charlas publicas o que no. La cual podría ser que dé sesiones privadas o no. La cual podría ser que escriba otro libro o no. La cual podría ser que continue compartiendo vídeos y notas en facebook o no. La cual podría ser…
¿Entiendes lo que quiero decir? Lo que termine haciendo, siempre y cuando yo este identificado con la paz de Dios, será lo que termine haciendo de todos modos. Así que lo que yo haga en el “mundo” es irrelevante. Lo único que importa es continuar desarrollando la consciencia de Dios es mi mente a través de sencillamente elegir “…ver paz en lugar de esto.” W-pI.34
