Pregunta: “Hola
Nick tengo una confusión acerca de las proyecciones. ¿Con los
pensamientos proyectamos inconscientemente las situaciones que nos
pasan? ¿proyecte la ilusión de conocer a mi pareja y vivir la
experiencia de que luego muriera? En tu libro Lo que pasas cuando dejas
ir... Leí que ponías que tuviste pensamientos acerca de ir a un lugar
sin expectativas y en paz y luego tuviste esa experiencia. Gracias un
abrazo!”
Comentario: Nosotros no proyectamos nada pues “nosotros” somos proyecciones de la Mente que supuestamente lo está soñando todo. "Tus pensamientos están en tu mente, tal como tú estás en la Mente que te concibió." T-30.III.6:7
El
“mundo” por ejemplo da testimonio de esa aparente separación. Cuando
utilizas el ejemplo de mi libro, simplemente estaba haciendo hincapié de
que observé ese deseo sin tratar de “visualizar” nada, simplemente fue
como un deseo que germinó naturalmente en mi mente, y luego tuvo lugar
en la experiencia física.
Pero también recuerda que ese es el
capitulo en el que estoy cuestionando todo lo que se nos enseña en el
mundo de la “auto ayuda” para que veas la diferencia de como el sistema
de pensamientos del ego ve las cosas, pero nada de eso tiene relevancia a
Un curso de milagros pues el curso no tiene nada que ver con lo que
sucede en el “mundo” de las formas.
La experiencia de esta vida
es parte de un guión que ya esta escrito. Por lo tanto, no es que tu
proyectaste tu pareja que se muere, es que eso es parte del guión que ya
esta establecido por el ego. Y recuerda que en el guión del ego todo
termina en la muerte. Ahora, lo que el Espíritu Santo te ofrece a través
de un cambio de mentalidad es percibir lo que se proyecta de otra
manera para que no te afecte, y ese es el milagro (corrección de
percepción). Esa es la diferencia.
Por lo tanto, este mundo no es
“tu” proyección es simplemente “una” proyección. Y tu eres tan parte de
la proyección como lo es la proyección misma. Solo que como tu crees
ser la que percibe la proyección, te conviertes en lo que el curso le
llama el héroe del sueño, el protagonista del sueño. Sin protagonista no
hay sueño y sin sueño hoy hay protagonista.
“El cuerpo es el
personaje central en el sueño del mundo. Sin él no hay sueño, ni él
existe sin el sueño en el que actúa como si fuese una persona digna de
ser vista y creída. Ocupa el lugar central de cada sueño en el que se
narra la historia de cómo fue concebido por otros cuerpos, cómo vino al
mundo externo al cuerpo, cómo vive por un corto tiempo hasta que muere,
para luego convertirse en polvo junto con otros cuerpos que, al igual
que él, también mueren. En el breve lapso de vida que se le ha concedido
busca otros cuerpos para que sean sus amigos o sus enemigos. Su
seguridad es su mayor preocupación; su comodidad, la ley por la que se
rige. Trata de buscar placer y de evitar todo lo que le pueda ocasionar
dolor. Pero por encima de todo, trata de enseñarse a sí mismo que sus
dolores y placeres son dos cosas diferentes, y que es posible distinguir
entre ellos." T-27.VIII.1:1-8
No obstante, aunque esto aparente ser contradictorio. Si no estas
consciente de tus pensamientos, el mundo constantemente dará testimonio
de esa culpa interna y desde ese espacio se puede decir que tus
pensamientos podrían tener un efecto en la forma. No necesariamente en
específicos como que si pienso que mi esposa se va a morir que eso sea
lo que suceda, pero si tienen efectos causativos, que por algo se nos
recuerda que “No tengo pensamientos neutros.” W-pI.16