Pregunta: “Hola
nick arandes.... me encantan tus mensajes..con tanto significado. Y la
forma que explicas el curso de milagros..tan entendible...Apenas
comienzo a leer el libro de un curso de milagros..Se me hace demasiado
interesante...Aun se resiste el ego.. pero estoy comenzando a trabajar
en ello..
Una pregunta.. tu crees que pueda irse retirando
la ansiedad... lo que pasa que ya tengo nueve años.. con ansiedad y va
incrementando... y e visitado a muchos doctores y nadie me puede
ayudar... tu crees que ir educando mi mente. . Pueda desaparecer. ..Lo
que pasa que me siento desesperada...Es horrible vivir con esta ansiedad
que no permite hacer mi vida normal..como todos.. cuando me llegan
estos ataques de pánico me pongo muy mal .. Quiero buscar mi paz
interior.. Como vez nick crees que si se pueda lograr que desaparezca la
ansiedad que me atormenta durante varios años. Me encantaria si me
pudieras contestar. Es muy importante para mi... Cuando tengas tiempo...
Te mando un abrazo fuerte enorme y que dios te bendiga..siempre Nick”
Comentario:
La raíz de todo miedo (ansiedad) es la creencia en habernos separado de
nuestro Ser (Dios, Esencia, Verdad, Luz, Creador, como se le quiera
llamar).
Pero esto no te va a servir de nada pues
se necesitaría un poco mas de tiempo para elaborar en la metafísica del
curso. No obstante si aplicas el proceso que voy a compartir en esta
nota, te servirá de una buena entrada hacia la paz que tanto estás
buscando.
La ansiedad se puede decir que proviene de una mente
que no sabe vivir en el presente y por lo tanto que no confía en la Vida
y cree que tiene que controlarlo todo. Y no solo de una mente que no
sabe vivir en el presente, sino que no sabe como vivir en completa
aceptación del presente. Obviamente, es difícil, o mejor dicho,
imposible vivir en el presente cuando creemos que tenemos que controlar
nuestra vida para obtener una “seguridad” para el “futuro”, cuando la
realidad es, no hay “futuro”, solo hay este momento. Lo que sucede es
que este momento está constantemente siendo ignorado por pensamientos de
un “futuro”.
Observa muy cuidadosamente que no dije que esta
ignorado por un “futuro” sino que por PENSAMIENTOS de un “futuro.”
También sigo poniendo la palabra futuro entre comillas para siempre
recordarte que el futuro no existe. Y si no me crees, trata de estar en
el futuro ahora. Inténtalo. ¿Vez que no puedes?
Sí,
puedes pensar en el futuro todo lo que quieres ahora, pero sigues
estando aquí y ahora, no en el “futuro.” También la ansiedad está
arraigada con proteger este “yo” que es el que experimenta los efectos
de una mente que se cree ser un cuerpo separado, pero no tenemos que
entrar ahí.
Continuando, ¿por qué se ignora el presente con
pensamientos de un “futuro”? Debido a que como mencioné, la mente no
está entrenada a vivir en el presente. Pero no estamos hablando del
presente en tiempo y espacio, mas bien estamos hablando en simplemente
vivir en un estado de aceptación, donde el enfoque es en lo que es, sin
juzgarlo, sin etiquetarlos, no en lo que “debería” o quisiera que fuese.
Ahora mismo, lo que sea que esté sucediendo es lo
que es. Lo que hace que tu ansiedad se intensifique, no es la sensación
de ansiedad, sino el resistirla, el querer que se valla, el no
aceptarla, el juzgarla como “mala”.
Se que esto parece como una
contradicción porque todo mundo quisiera que la ansiedad se fuese, por
eso toman medicinas o se distraen de mil maneras; televisión, música,
comida, sexo, alcohol, relaciones, trabajo, haciendo lo que sea para
tratar de ignorarla, hasta que finalmente se van a dormir con la
esperanza de que eso se las quitara solo que para que cuando abran los
ojos de nuevo, ahí está.
Pero lo que no se dan cuenta es que la
ansiedad no es ni mala ni buena, es simplemente una experiencia como
cualquier otra. Y lo que la mantiene vigente en nuestras mente es
nuestra atención en ella, alimentada por nuestras historias y juicios.
Y
el querer que se valla es otra manera de darle atención. Pero si en vez
de darle atención dejamos de juzgarla, inclusive, dejamos de
etiquetarla y nos damos la oportunidad de solo sentirla, pues como todo,
es una nube pasajera. Y si dejamos de juzgarnos a nosotros mismos por
experimentarla, de nuevo, es una nube pasajera.
Obviamente para esto se requiere algo muy importante de ti. El deseo de de corazón querer la paz de Dios.
"Deseo la paz de Dios: Decir estas palabras no es nada. Pero decirlas
de corazón lo es todo. Si pudieras decirlas de corazón, aunque sólo
fuera por un instante, jamás volverías a sentir pesar alguno, en ningún
lugar o momento." W-pI.185.1:1-3
Y esa paz que dices que
estás buscando no es la paz de Dios, es mas bien el deseo de deshacerte
de la ansiedad. Eso no es paz, eso es evitar el dolor que son dos cosas
diferentes.
La paz de Dios no se pide cuando nos sentimos ansiosos, la paz de Dios es un estado que elegimos en todo momento!
Lo
que sucede es que cuando es ansiedad queremos la paz de Dios. Pero
cuando nos ganamos la lotería lo que queremos es festejar y distraernos
con juguetes y cosas, que simplemente alimenta la creencia en que
estamos separados de Dios, solo que como estamos tan distraídos con el
“placer” no reconocemos que seguimos experimentando dolor, y eso es otra
manera de evadir la paz de Dios.
Por algo se nos recuerda; “El
pecado oscila entre el dolor y el placer, y de nuevo al dolor. Pues
cualquiera de esos testigos es el mismo, y solo tienen un mensaje: ‘Te
encuentras dentro de este cuerpo, y se te puede hacer daño. También
puedes tener placer, pero el costo de este es el dolor’. A estos
testigos se unen muchos más. Cada uno de ellos parece diferente porque
tiene un nombre distinto, y así, parece responder a un sonido diferente.
A excepción de esto, los testigos del pecado son todos iguales. Llámale
dolor al placer, y dolerá. Llámale placer al dolor, y no sentirás el
dolor que se oculta tras el placer. Los testigos del pecado no hacen
sino cambiar de un término a otro, según uno de ellos ocupa el primer
plano y el otro retrocede al segundo”. T-27.VI.2:1-9
Mientras
tu identificación con el miedo sigue vigente en tu mente, si sientes
que ir a un terapeuta o medico es lo mas apropiado para ti en este
momento esta bien, no pasa nada. No obstante, voy a compartir algo que
puedes hacer tu a diario, y eso es lo que va a decidir si tu de corazón
quieres la verdadera paz.
De lo contrario te la
pasarás buscando quien conteste tus preguntas y eso no va a servir de
nada pues en este mundo no hay contestaciones, que por algo se nos
recuerda: “Las respuestas que el mundo ofrece no hacen sino suscitar otra pregunta, si bien dejan la primera sin contestar”. T-27.IV.7:4
Por lo tanto, el proceso es este, simple y directo:
1) Acepta
la ansiedad como una parte de ti, como si fuese uno de tus hijos que
solo está pidiendo que lo ames. Tienes muchos hijos, uno se llama
felicidad, el otro se llama enfado, o uno es el tranquilo, el otro es el
travieso, que para los efectos de este ejemplo ese hijo travieso lo
vamos a llamar ansiedad.
Tu siendo la mama (amor) no vas a elegir
entre un hijo y el otro, los vas a amar a todos pues así es como te
integras, de lo contrario te sientes separada y eso provocaría mucha
ansiedad.
No estamos diciendo que te aferres a la
ansiedad, sino que no la resistas. Siente sin etiquetarla ansiedad. En
ese momento le quitas el peso. Es ahí donde la parte de ti que no tiene
nombre, aunque unos le llaman Mente Recta, otros Espíritu Santo, otros
le llaman Cristo, en fin, como quieras llamarlo, puede hacer Su trabajo
por debajo del radar como decimos a veces.
Eso es lo que puedes hacer durante momentos en los que experimentas esa emoción que se ha etiquetado como ansiedad.
2) Mientras
tanto, esto es algo que practicarías a diario, o mejor dicho DE POR
VIDA y que de hecho seria lo mas importante. Esto es algo que yo
practico en todo momento, cuando estoy feliz, al igual que cuando estoy
atravesando una de esas nubes pasajeras, y es el silencio.
No el
callar la mente a fuerza, sino que darme espacios de silencio y de
contemplación durante el día para dejar de poner mi atención “fuera” y
comulgar con ese estado de paz que está siempre ahí en todo momento.
En
otras palabras, tienes tu que empezar a desarrollar una relación intima
con esa parte de ti. Y eso ningún taller,ni ninguna táctica, ni ningún
“atajo” espiritual, ni ningún maestro lo puede hacer por ti.
Eso
es algo que tienes que decidir hacerlo tu. Y si tu ansiedad es la que
te llevó a ese estado de rendición para que finalmente puedas empezar a
desarrollar esa relación con tu Ser podría entonces terminar esta nota
con la siguiente pregunta, ¿puedes ver la bendición de haber
experimentado esa ansiedad por tanto tiempo? ;o)