Pregunta: “Hola buenas, enhorabuena por tu gran blog! Hace unos meses empece a observar mis pensamientos durante el día, y siempre me ha resultado bastante eficaz ya que conseguí mayor paz y calma, pero me surgen ciertas dudas, utilizaba autoafirmaciones del tipo: "observó mis pensamientos" e incluso hacia un gesto simbólico de mover la mano como barriendo mis pensamientos y diciéndome a mi mismo "dejo pasar estos pensamientos" lo cual era eficaz pero me surgía la duda de si realmente esas afirmaciones eran mías o de mi mente? Me producía gran confusión este hecho, y otra cosa que cuando lo hacía notaba que mi memoria se debilitaba como consecuencia de "barrer" todos mis pensamientos. Mi pregunta es: ¿como saber si realmente estoy observando bien mis pensamientos? ¿Como lo notare en mi vida? Muchas gracias por tu amable atención espero tu respuesta.”
Comentario: En realidad los pensamientos son solo eso. Inclusive, “nosotros” o mejor dicho el “yo” que se cree estar aquí es un pensamiento. Es por eso que se nos recuerda, "Tus pensamientos están en tu mente, tal como tú estás en la Mente que te concibió," T-30.III.6:7 Por lo tanto, vamos por partes.
Cuando estás intentando “barrer” algún pensamiento, ¿quien es el “yo” que está intentando barrer pensamientos? El “yo” que se cree estar aquí “pensando” esos pensamientos. En otras palabras, es el ego que de alguna manera juzga unos pensamientos como “buenos” y otros como “malos” y por lo general esos son los que quiere “barrer.” Pero esta experiencia física es un pensamiento, por lo tanto si quieres barrer los pensamientos, tienes que barrerte a ti y al mundo que percibes. ¿Ves la trampa?
También hablas de que la memoria se debilita. En realidad, esta experiencia es una memoria, no solo porque es pasado, sino que porque tampoco ocurrió, y la memoria es lo que inventamos para sostener esta experiencia y darle sentido. Por algo el curso me recuerda: “La memoria, al igual que la percepción, es una facultad que tú inventaste para que ocupase el lugar de lo que Dios te dio en tu creación.” T-28.I.2:7
Sin embargo, como todo lo que el ego inventa se le puede cambiar su propósito y ser utilizado para sanar, el curso continúa: “Y al igual que todas las cosas que inventaste, se pude emplear para otros fines y como un medio para obtener algo distinto. Se puede utilizar para sanar y no para herir, si ese es tu deseo.” T-28.I.2:8-9
Yo por ejemplo salgo mejor en vez de “barrer” pensamientos o lo que sea, simplemente no juzgando mis pensamientos, no interpretándolos y dejándolos tranquilos. Pues si soy parte de un pensamiento y ahora me encuentro juzgando unos como deseables y otros no, me encuentro dividido. La practica no es la de intentar “barrer” pensamientos sino que mas bien de observar lo que me mueve, lo que me afecta para practicar el perdón.
Al principio de este proceso por lo general se observan los pensamientos para tomar consciencia del contenido de nuestra mente. Pero luego llega un punto en el que eso ya no es tan relevante y simplemente se vive día a día, practicando el perdón. Yo personalmente solo vivo mi vida normal, practico los instantes santos, periodos de quietud, tomo consciencia de que esto es toda una proyección, dejo de interpretar mis pensamientos (dentro y fuera) y nada mas.
Confío en que el Espíritu Santo está haciendo Su trabajo mientras que en general vivo una vida mas en paz, aun cuando todavía tengo la experiencia de ser un ser humano haciendo cosas. Y como reconozco que me experimento como un personaje, y el personaje no es perfecto, tampoco me crucifico por encontrarme identificado con el sistema de pensamientos del ego en momentos. No es tan complicado como parece. Incluso, es muy simple.