6.
Lo único que las apariencias pueden hacer es engañar a la mente que
desea ser engañada. 2 Mas tú puedes tomar una decisión muy simple que te
situará por siempre más allá del engaño. 3No te preocupes por cómo se
va a lograr esto, pues eso no es algo que puedas entender. 4Pero sí
verás los grandes cambios que se producirán de inmediato, una vez que
hayas tomado esta simple decisión: que no deseas lo que crees que un
ídolo te puede dar. 5Pues así es como el Hijo de Dios declara que se ha
liberado de todos ellos. 6Y, por lo tanto, es libre. T-30.IV.6:1-6
Vamos a ver ese párrafo linea por linea:
1 Lo único que las apariencias pueden hacer es engañar a la mente que desea ser engañada. T-30.IV.6:1
Observemos
como nos dice que engaña a la mente QUE DESEA SER engañada. En otras
palabras, las ilusiones no tienen el poder de engañarnos a menos que
nosotros QUERAMOS continuar sintiéndonos separados y por ende desear
seguir engañándonos.
OJO! El curso no está hablando de la mente
(cerebro del personaje) sino que de la Mente que esta “supuestamente”
soñando todo esto. Es ahí donde el cambio de mentalidad tiene lugar. Es
ahí donde la culpa inconsciente se origina lo cual da lugar a la
proyección de un cuerpo en un mundo.
¿Por qué entonces la mente
se quiere engañar? Porque le tiene miedo al amor, le tiene miedo a la
luz, le tiene miedo a Dios y por lo tanto cree poder esconderse de si
misma a raíz de una proyección, a raíz de proyectándose a si misma como
un cuerpo en un mundo.
Por eso hay que estar consciente de que
el curso no es para el personaje (individuo, ser humano que se cree
estar aquí) sino que para la mente que una vez mas, está “supuestamente”
soñando todo esto. De lo contrario el Curso va a ser muy fácilmente
tergiversado y el ego es el que lo va a querer “enseñar.”
2 Mas tú puedes tomar una decisión muy simple que te situará por siempre más allá del engaño. T-30.IV.6:2
La
decisión muy simple es la de elegir el sistema de pensamientos del
Espíritu Santo y por ende poder pasar por alto las interpretaciones que
se la adjudica a las ilusiones. Observa que no dije pasar por alto las
ilusiones. Dije pasar por alto las INTERPRETACIONES que se le proyectan a
las ilusiones.
Y de la manera que se elige ese sistema de
pensamientos es si dejamos de proyectarle significado a lo que creemos
ver, a lo que creemos sentir, a lo que nuestros sentidos aparentan
decirnos. Por algo se nos recuerda una y otra vez de diferentes formas y
de diferentes maneras que “nada de lo que veo significa nada.” W-pI.1
Se
podría sustituir la palabra “veo” por cualquier otra palabra que sea
sinónimo con lo que un ser humano percibiría. Nada de lo que OIGO
significa nada, o nada de lo que SIENTO significa nada, o nada de lo que
ME IMAGINO significa nada, o nada de lo que RECUERDO significa nada,
etc., etc., etc.
Es por eso que la lección 189 párrafo 7 del libro de ejercicios del Curso lo resume de la siguiente manera:
“Haz simplemente esto: permanece muy quedo y deja a un lado todos los
pensamientos acerca de lo que tú eres y de lo que Dios es; todos los
conceptos que hayas aprendido acerca del mundo; todas las imágenes que
tienes acerca de ti mismo. Vacía tu mente de todo lo que ella piensa que
es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pensamiento que considere
digno, así como de todas las ideas de las que se siente avergonzada. No
conserves nada. No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado
te haya enseñado, ni ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia,
hayas aprendido con anterioridad. Olvídate de este mundo, olvídate de
este curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios." W-pI.189.7:1-5
3 No te preocupes por cómo se va a lograr esto, pues eso no es algo que puedas entender. T-30.IV.6:3
Lo
que nos dice esta linea es que con el sistema de pensamientos del
personaje, en otras palabras, con el intelecto, con las facultades
físicas esto no se puede entender porque va mas allá del entendimiento
intelectual.
Lo que quiero decir es que si lo puedes “explicar”
eso NO ES! Si te lo puedes imaginar eso NO ES! Si lo puedes ver eso NO
ES! Si lo puedes oír eso NO ES! Si lo puedes sentir eso NO ES!
Recordemos que esta experiencia física es el obstáculo a la Verdad y como dice el prefacio, “No puede escapar sin ayuda, porque todo lo que sus sentidos muestran da fe de la realidad del sueño.” (Prefacio)
Por algo el curso nos recuerda que, “Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso esta mas allá de lo que se puede enseñar.”
T-In.1:6 Como vez, el Curso no te va a enseñar nada debido a que ya
eres el Amor, ya eres la Perfección, ya eres la Verdad, ya eres Dios.
Sin
embargo su propósito, se permitimos que el Espíritu Santo haga Su
trabajo, es el de remover los obstáculos que no nos permiten
experimentar lo que realmente somos, que una vez mas, esta experiencia
física es la distracción a esa Verdad. Por algo la linea que le sigue a
la que compartí es: “Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.” T-In.1:7
Otro extracto del curso que nos recuerda eso mismo sería: "Este
curso te conducirá al conocimiento (Verdad), pero el conocimiento en sí
está más allá del alcance de nuestro programa de estudios. Y no es
necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de estar más
allá de las palabras.” T-18.IX.11:1-2
4 Pero sí verás
los grandes cambios que se producirán de inmediato, una vez que hayas
tomado esta simple decisión: que no deseas lo que crees que un ídolo te
puede dar. T-30.IV.6:4
Una vez que en la mente se toma la
decisión de elegir por la Verdad, este mundo deja de tener poder sobre
el Santo Hijo de Dios que somos todos. Inclusive nos reiríamos de él.
Pero
eso no sucede a raíz de un cambio de interpretación en el mundo si no
que a raíz de un cambio de mentalidad. En otras palabras, yo puedo
cambiar mi interpretación de las ilusiones, que seria lo mismo que decir
cambiar de creencia sobre algo, o cambiar de una mente “negativa” a una
“positiva”. No obstante, las ilusiones seguirán siendo percibidas como
reales y ese es en si el problema.
Y como se le tiene miedo al
amor, hay pánico de cambiar de mentalidad porque eso sugeriría que al
cambiar de mentalidad retornaríamos a Dios, que es al que le tenemos
miedo.
Por lo tanto preferimos el sistema de pensamientos del
ego que nos dice que aquí en este mundo estamos a salvo del castigo de
Dios por habernos “separado” de el. Por lo tanto aquí queremos cambiar
de interpretaciones para que por lo menos este mundo de separación sea
mas “cómodo”, mas “placentero”, mas “tolerante.”
Lo que sucede es que la mantra del ego es, “Busca, pero no halles.”
T-12.IV.1:4 Por lo tanto, siempre va a ver un opuesto a todo, y lo que
por un lado se nos da por el otro se nos quita. Mas recordemos que este
mundo es el mundo de la limitación y aun cuando las cosas aparenten ir
“bien”, no por siempre obviamente, estamos sustituyendo lo infinito que
es lo que realmente somos por lo limitado que es lo que creemos que
somos.
Lo importante no es sentirnos culpables ni mal por tenerle
miedo a Dios sino que mas bien reconocer que le tenemos miedo a Dios y
invitar al Espíritu Santo mas a menudo a que nos apoye a este cambio de
mentalidad.
Yo no saco nada pretendiendo que algo de este mundo
no me atrae ni negándolo. Pero si continúo haciendo mi trabajo diario,
de darme esos espacios de silencio para observar mis interpretaciones,
para observas mis deseos de querer algo del mundo, para observar mis
pensamientos, para ver como al juzgar algo lo hago mas real en mi mente,
y no solo eso sino que también al juzgar algo o alguien me juzgo a mi,
al realmente tomar consciencia de todo eso el Espíritu Santo va poco a
poco removiendo la culpa (interpretaciones) y retornando la mente mas y
mas a la paz de Dios hasta que me se sienta lo suficientemente cómodo
con el sistema de pensamientos del Espíritu Santo.
De ahí en
adelante el desapego sicológico a este mundo, a todas las cosas del
mundo que yo creo querer desear (ídolos falsos) será superada muy
orgánicamente.
Por algo es que este trabajo no requiere
sacrificio pero si requiere un deseo de querer sanar, de querer la paz
de Dios sobre todas las ilusiones. Es por eso que el Curso nos
recuerda: "Deseo la paz de Dios: Decir estas palabras no es nada.
Pero decirlas de corazón lo es todo. Si pudieras decirlas de corazón,
aunque sólo fuera por un instante, jamás volverías a sentir pesar
alguno, en ningún lugar o momento." W-pI.185.1:1-3 Luego en esa misma lección nos recuerda: “Desear
la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues
nadie que diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la
manera de obtenerlas. " W-pI.185.5:1-2
Y si somos honestos,
por lo general la paz de Dios no es lo que queremos, por lo tanto, una
vez mas, no hay que sentir culpa sino que reconocer que todavía sentimos
atracción por la culpa y por lo tanto podemos empezar a tomar
consciencia de ello. Eso es lo que se le conoce como, “La pequeña dosis de buena voluntad.” T-18.IV
Estas ultimas dos lineas dicen prácticamente lo mismo por lo tanto las mantendré juntas:
5 Pues así es como el Hijo de Dios declara que se ha liberado de todos ellos. 6 Y, por lo tanto, es libre. T-30.IV.6:5-6
Una
vez que se identifica uno con el sistema de pensamientos del Espíritu
Santo, aunque mientras todavía está percibiéndose como un cuerpo en un
mundo, al dejar las interpretaciones a un lado, el sueño se percibe como
solo eso, un sueño, y al no tomarse nada de esto en serio ni personal,
eso es a lo que se le conoce como el sueño feliz.
Nada en el sueño tiene que cambiar, solo que soy feliz porque recuerdo lo que soy. El curso lo pone de esta manera: “Hay
una manera de vivir en el mundo que no es de este mundo aunque parezca
serlo. No cambias de apariencia pero si sonríes mas a menudo.” W-pI.155.1:1-2
Y
cuando sea el momento de dejar el cuerpo a un lado, desaparece el
sueño. Y al no haber miedo en la mente, no habría necesidad de
proyectarse otro sueño porque no hay necesidad de esconderse de Dios (de
Uno Mismo).
Por lo tanto, el trabajo es simple, aunque no fácil
ya que siempre y cuando creamos que este mundo tenga algo que deseamos,
no podremos soltarlo. Y por eso el Espíritu Santo muy amorosamente nos
pide que permitamos que El se encargue de la expiación. “Nosotros” solo
tenemos que abrirnos a ella. “Deshacer no es tu función, pero sí depende de ti el que le des la bienvenida o no.” T-21.II.8:5