Pregunta: “Hola nick espero que todo vaya bien, solo hacerte una pregunta ¿cuando te das cuenta de lo que está pasando, y estas, sufriendo que se debe hacer? Pues yo estoy tan pérdida que no se y me acordé de mi hijo, de ese amor que sentí y que siento cada vez que lo miro, y ahora tengo miedo y no se porque? Pero lo siento gracias y un abrazo.”
Comentario: Empecemos por
dando dices, “…cuando te das cuenta de lo que está pasando…” El sistema de
pensamientos del ego se cree que sabe lo que está pasando. En otras palabras el
ego siempre cree que sabe cuál es el problema. Sin embargo el ego nunca sabe
cuál es el problema, ya que su percepción del problema tiene que ver con algo
de el mundo de las formas. Y el problema nunca tiene que ver con lo que esté
ocurriendo a este nivel. El problema no tiene nada que ver ni con lo que
piense, ni con lo que perciba, ni con lo que aparentemente esté ocurriendo en
mi entorno.
El problema siempre es el mismo, me he creído ser algo separado de Dios.
Por lo tanto todo miedo y sufrimiento surge a raíz de sentirme separado de mi
Ser, de mi Fuente, de creerme ser un ser humano separado de todo, limitado.
La pregunta que haces no se puede contestar en un correo o en una
conversación porque como hay tantas capas de creencias, de ideas, de conceptos
aprendidos sobre lo que creemos ser se tienen que ir deshaciendo gradualmente.
El perdón que nos ofrece Un Curso de Milagros nos brinda la oportunidad
de deshacer toda esa culpa inconsciente a través de un proceso gradual y
amoroso hasta que estemos preparados para aceptar el amor que realmente somos,
libre de sufrimiento y miedo.
Pueda que lo que sientes cuando recuerdas a tu hijo es un atisbo de ese
amor que está fuera del tiempo y espacio.
Si me preguntas lo que hago cuando vienen pensamientos de algún miedo
escondido, primero que nada reconozco que eso que estoy sintiendo es sólo eso y
que no tienen nada que ver con mi realidad.
Pero eso no se puede quedar ahí, pues el decir esas palabras no
significan nada, no obstante empiezan a apuntar la mente en otra dirección.
No en dirección de evadir o huir de lo que estoy sintiendo, sino que
ahora puedo traer presencia a ese sentir que simplemente está surgiendo, y sin
hacer historias de ello descansar en este momento. Por algo siempre cito el
siguiente extracto del curso, “Cuando de
alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada afirma lo siguiente: No
conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo
responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me
sirva de guía ahora,” T-14.XI.6:6-9
Para mí esa rendición total, en completa aceptación de lo que es, me
apoya a abrir la mente a la corrección perceptual que el Espíritu Santo me
ofrece. Esa corrección de percepción no sólo la practico cuando estoy
experimentando algún tipo de miedo o incomodidad, sino que a diario práctico
observar mi entorno, observar mis pensamientos, observar mis sentimientos, y
recordar una y otra vez que no soy nada de lo que siento, que no soy nada de lo
que pienso, que no soy nada de lo que percibo.
Así voy poco a poco desvinculándome del personaje que me he creído ser,
así voy poco a poco experimentando el desapego sicológico a las formas, aun
cuando todavía me experimento como siendo parte del mundo de las formas. Es así
como el miedo al amor se erradica y la Mente se va abriendo a lo que realmente
somos lo cual no se puede explicar en palabras.
La razón por la cual esto es imposible de explicar a este nivel es
porque esa mente intelectual, si pudiese aceptar este compartir se deshacería.
Por eso siempre utilizo el ejemplo del estudiante que le pregunta al maestro
que si practicando la meditación encontraría respuestas. Y sin embargo el
maestro responde que la meditación no provee ninguna respuesta pero si elimina
al que está preguntando.
Por consiguiente, sin entrar en detalles sobre tu experiencia, lo cual
si sientes que fuese necesario podrías entonces utilizar la ayuda de un buen
psicoterapeuta, sólo puedo ofrecerte que si tu deseo de sanar y recordar lo que
realmente eres es genuino, la vida misma te proveerá con el recurso que fuese
necesario a nivel de la forma para que el camino en dirección hacia la verdad
se continúe abriendo.