“El objetivo del plan, de estudios, independientemente del maestro que elijas, es: ‘Conócete a ti mismo’. No hay nada más que buscar.” T-8.III.5:1-2
Este extracto me recuerda mucho el de la Biblia cuando nos dice, “Busca primero el renio de Dios y Su justicia,…”, [Matéo 6:33] Que de nuevo, es decir: “Busca primero recordar lo que realmente eres.
Es muy importante tomar consciencia de ello porque la confusión de niveles estriba cuando el estudiante intenta cambiar algo en su mundo, o adquirir algo sin darse cuenta de que nuestros deseos personales, nuestra experiencia física, nuestro “mundo”, el “yo” que creo ser (individuo separado) es la distracción principal a recordar lo que realmente Soy.
Así que cada Instante Santo, cada momento de quietud, de silencio, donde la mente por un momento deja de distraerse con la forma, es como vamos gradualmente aprendiendo a discernir entre lo Verdadero y lo falso.
Todo lo que percibo con mis sentidos es lo falso. La experiencia de lo Verdadero ocurre cuando se deja a un lado lo falso. ¿Significa esto que vamos ahora a sacrificar nuestros deseos, nuestras metas, que seria otra manera de decir, sacrificar nuestros ídolos falsos?
La respuesta es no. Pero hay que estar consciente de que son ídolos falsos, pues de lo contrario se continuará idolatrándolos y no podrá uno alcanzar el objetivo del plan. No obstante los ídolos falsos se irán cayendo por si mismo según la corrección de percepción tiene lugar en la mente. No tenemos nosotros que preocuparnos por la corrección pero si tenemos que darle la bienvenida, que por eso se nos recuerda: “Deshacer no es tu función, pero sí depende de ti el que le des la bienvenida o no.” T-21.II.8:5
Por consiguiente, al utilizar cada experiencia para la practica del perdón, no para idolatrar nada, la corrección de percepción sucede muy naturalmente, sin miedo, sin dolor. Es como un niño que se apega a sus juguetes. Si la madre se los quita el llora. Pero si de lo contrario, la madre muy amorosamente permite que su hijo juegue con ellos mientras que simultáneamente lo asesora, según el niño empieza a cambiar su manera de verlos, y por consiguiente ya dejan de tener valor para él, es el niño el que los suelta.
Por lo tanto, no se requiere de ningún sacrificio sino que de nuestra pequeña dosis de buena voluntad de dejar de proteger nuestro sistema de pensamientos para que amorosamente podamos abrirnos al amor verdadero que es nuestra herencia natural, donde no hay miedo, donde no hay carencia, donde solo existe la abundancia, la paz y la felicidad plena. Por eso se nos recuerda: “Si estás dispuesto a renunciar al papel de guardián de tu sistema de pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios.“ T-4.I.4:7
¿Como se deja de proteger nuestro sistema de pensamientos? Tomando consciencia de que cuando algo me atraiga recordar lo siguiente: “El Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te atraiga, te unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte. Lo único que necesita es que estés dispuesto a compartir Su perspectiva, para que Él te la conceda en su totalidad”. T-16.VI.12:1-2
Al igual de que cuando algo te moleste recuerdes que: “Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada afirma lo siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora,” T-14.XI.6:6-9
Esos dos extractos lidian con las dos polaridades, el dolor y el placer. Así es como empleamos la ayuda del Espíritu Santo en cada momento.