Actualicé
ésta nota al añadirle un último párrafo porque despues que leí ese
extracto del curso me enfoqué en “percibir correctamente” pero luego me
di cuenta que no elaboré en como se convierte en una oportunidad para
sanar al Hijo de Dios así que aquí lo comparto.
“Toda situación que se perciba correctamente se convierte en una oportunidad para sanar al Hijo de Dios.” T-19.I.2:1 UCDM
Las palabras claves en esta oración son percibida correctamente.
Es imposible percibir “correctamente” desde la mentalidad ego. Esto es
por consiguiente lo que genera mucha confusión y frustración.
Cuando
la gente se encuentra experimentando conflictos, ya sean “internos” o
“externos”, se la pasan pidiendo al Espíritu Santo que les enseñe a ver
esto de otra manera. Lo que no se dan cuenta es que ver la situación de
otra manera requiere un cambio de percepción mental a través del cual se
reconoce la falsedad de ese aparente conflicto o experiencia.
No
es que con los ojos veo una situación "diferente", ya que inclusive la
situación pueda que ni cambie, sino que más bien al estar identificado
con la verdad nada de lo que mis sentidos muestren tiene el poder de
distraerme de lo que Soy.
No estamos hablando de ignorar
conflictos o experiencias pretendiendo que no las sentimos o que no
están ahí. Es simplemente no identificarnos con ellas como que son
nuestra realidad y utilizarlas para recordar que nuestra realidad mora
en la paz interna que no puede ser afectada de ninguna manera por
cualquier tipo de conflicto por experiencia.
Pues una
vez más, recordemos que no son nuestras experiencias lo que nos afectan
sino que nuestras interpretaciones, la cual se basan en la creencia de
que yo me he separado de la fuente y que el mundo, con todas sus
“diferentes” experiencias, dan testimonio de esa creencia que tengo
sobre mi mismo.
Desde ese espacio donde la mente deja de
justificar lo que aparentemente está percibiendo es como conscientemente
se puede discernir entre lo Verdadero y lo falso. Y como sabemos,
aunque por lo menos sea intelectualmente que esta experiencia física no
es nuestra realidad, se puede hacer un discernimiento consciente a través del cual se cuestiona todas y cada una de nuestras experiencias de modo que el Espíritu Santo pueda hacer la corrección de percepción.
Sólo así se puede percibir correctamente.
Una vez la corrección de percepción ha tenido lugar entonces en
cualquier tipo de aparente conflicto el cual puede tomar la apariencia
de culpa o de ataque, ya sea hacia un hermano o hacia nosotros mismos,
nada de eso nos puede distraer de el amor que realmente somos. Por
consiguiente solo se percibirá amor ya que es nuestra realidad y aquello
que aparentemente no sea congruente con ese amor simplemente, y muy
inocentemente se reconoce como una petición de amor.
"Esto
es lo que realmente quiere decir reconocer el miedo. Si tú no lo
proteges, el Espíritu Santo lo re-interpretará. En esto radica el valor
principal de Aprender a percibir el ataque como una petición de amor." T-12.I.8:8-10
Vamos a ver ahora a que se refiere a que cuando se percibe correctamente se sana el Hijo de Dios. El Hijo de Dios somos todos (Una Sola Mente). Sin embargo, cuando la Mente se encuentra experimentándose como "separada", "dividida", se percibe a Si Misma como un fragmento del todo, y eso és lo que da lugar a un “yo”. Para que esa Mente, de la cual “yo” y “todos” somos parte de se sane, tiene que Percibirse como Una y no como un fragmento.
Pues cuando el Espíritu Santo, independientemente de lo que mis sentidos muestren me enseña a percibir correctamente, solo me siento unido a mis hermanos, y ese es el primer paso donde solo siento unidad, amor, donde no me dejo distraer por las ilusiones, por la aparente separación, aun cuando eso sea lo que mis sentidos muestran. Por eso es que el cambio es de percepción, es un cambio de mentalidad, no de formas. Y esto no se puede explicar, eso se experimenta cada vez que dejamos de poner la atención en la forma y la traemos al presente momento, a esos espacios de quietud. A esos Instantes Santos.
De ahí, según se va sanando la Mente, según la percepción errada se va corrigiendo, cuando llegue el momento de dejar esta experiencia física a un lado, que sería lo mismo que decir, cuando llegue el momento de despertar del sueño, el Santo Hijo de Dios sana. Otra manera de decir lo mismo, la Mente se sana de la creencia en la separación. Y ahí no hay necesidad de corregir percepción pues la percepción de por si deja de tener lugar, pues para que haya percepción tiene que haber una aparente división ya que para percibir algo tienen que haber dos. El perceptor (yo) y lo que se percibe (tú, ellos, etc.). Y eso solo ocurre en un estado de aparente separación.