¿Como Se Si Mi Mensaje Viene del Ego o del Espíritu Santo?

Pregunta: “Hoy no se distinguir cuando los mensajes vienen del ego o de mi Maestro Interno..? Si puedes decirme algo. Gracias por tu atención y buenos días... desde Venezuela”

Comentario: En realidad es simple, si sientes paz sabes que estas identificada con le Mente Recta (Espíritu Santo). Ahora, hay un pequeño problema. Y es que quien está haciendo esa pregunta es el ego, y por lo tanto no hay contestación para ella.

Inclusive, la contestación que te acabo de brindar tampoco te sirve. Me explico: Sí, si estás en paz estás identificada con el Espíritu Santo. Lo que sucede no obstante, es que el ego no sabe ni puede estar en paz pues el ego es la razón por la que no puedes experimentar paz. En otras palabras, el ego (experiencia física) es lo opuesto a la paz (Verdad). Y es ese el que está haciendo la pregunta.

Si estás soñando por ejemplo, el personaje que está dentro del sueño nunca tendrá acceso a lo que es estar despierto pues eso es algo que no se puede experimentar dentro del sueño. “No puedes quedarte con algunos sueños y despertar de otros, pues o bien estás dormido o bien despierto. Y soñar tiene que ver únicamente con una de estas dos posibilidades.” T-29.IV.1:7-8

Dentro del sueño se puede especular y hablar de lo que seria estar despierto, pero eso no es estar despierto.

Un buen amigo facilitador del Curso dice, “tu puedes hablar de la miel, hacer una tesis sobre la miel, describir la estructura molecular de la miel, estudiar a fondo lo que es la miel, y lo puedes hacer por toda una eternidad, pero aunque no pruebes la miel no sabes lo que es la miel.”

Por lo tanto, dentro de la estructura mental del ego, que es desde donde estás haciendo esa pregunta, no hay forma de contestarla, solo una experiencia seria tu contestación. Y esa experiencia tiene lugar donde la pregunta desaparece, pues ¿quien seria el que hace esa pregunta? El ego. El Espíritu Santo no hace preguntas, simplemente sabe!

Por lo tanto, voy a compartir como yo hago mi trabajo. Yo simplemente vivo mi vida normal, y recuerdo que solo la paz interna es mi intención. Entonces utilizo cada una de mis experiencias para recordar cual es mi intención, que como ya dije es la paz interna.

Si siento confusión, en vez de juzgarla o de tratar de pedirle al Espíritu Santo que me ayude a entender eso, simplemente confió en que si mi intención esta clara (paz interna), la decisión que se termine tomando en ese momento será la correcta. Es tan simple como eso.

De lo contrario, te la vas a pasar con el intelecto (ego) tratando de pedirle al Espíritu Santo que te ayuda a “entender” o a ver cual es la “decisión correcta” cuando en este mundo no hay decisiones correctas o incorrectas. Aquí no hay NADA!

Ese es el mensaje del curso. Por lo tanto, no es importante que decisiones se tomen o no, pues todas se van a utilizar para la meta que tu hallas establecido de antemano en tu mente! “El curso nos recuerda: "Soy responsable de lo que veo. Elijo los sentimientos que experimento y decido el objetivo que quiero alcanzar. Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, y se me concede tal como lo pedí.“ T-21.II.2:3-5

Por lo tanto la meta es entre miedo o amor, conflicto o paz. Si eliges amor, si eliges paz desde ahora, toda experiencia será utilizada para perdonar y sanar. Si eliges el miedo, si eliges conflicto, toda experiencia será utilizada para perpetuar la separación en tu mente. Es así de simple!

No obstante, mientras empiezas a sentirte cómoda con esta practica, la regla general es la que compartí a principios de mi comentario, si estás en paz estás identificada con la Mente Recta (Espíritu Santo). Si no, ya sabes que sistema de pensamientos está operando en tu mente, y es simplemente otra oportunidad para perdonar.

Y eso es lo único que estamos haciendo aquí, perdonando el “mundo.” Ese es nuestro único propósito. “El mundo real es el estado mental en el que el único propósito del mundo es perdonar.” T-30.V.1:1 “No olvides que el único propósito de este mundo es sanar al Hijo de Dios. Ese es el único propósito que el Espíritu Santo ve en él, y, por lo tanto, es el único que tiene.” T-24.VI.4:1-2