Pregunta: "Gracias
Nick, sabes, ya he tomado el curso de milagros y en mi vida me ayudo a
dar un cambio de 180 grados y ahora con tu plática ya me confundí,
primero entender que yo soy la co-creadora de mi universo me resulto
increíble y lo acepté y lo entendí como lo que doy se regresa y ya sabes
esas leyes y luego entender que mas bien estoy como observador y todo
ya esta hecho y dicho me confunde.
Me da mas miedo que
gusto, porque de la otra manera, me daba seguridad de que yo estaba
unida a Dios y juntos hacíamos lo que a mi convenía aunque no siempre
era así, pero ya no me sentía a la deriva de saber que estoy a la
dirección de otra mente y ahora no se estoy muy confundida y el hecho de
soltar , que? ¿El control de mi vida? ¿Y como no caer en la aceptación o
el conformismo , ¿cual es la diferencia si de las 2 maneras es aceptar
que así tienen que ser las cosas y donde queda mi voluntad?"
Comentario:
Tu voluntad es elegir a Dios (la paz) para que recuerdes quien eres,
no para que hagas cosas en el "mundo", ya que el mundo es lo que te
distrae de la verdad. Obviamente harás cosas en el mundo, pero sin
apego,sin hacer dioses de ellas. Y No obstante, disfrutarás mas tu
"mundo" pues no te lo tomas en serio. Es solo eso, un sueño.
Pues
si sigues eligiendo tu paz interior como tu única meta, lo que hagas
en el mundo es irrelevante, y paradójicamente será lo que te apoye mas
rápidamente a tu camino de regreso a la Verdad. Lo importante es que tu
atención sea en la paz, en Dios, y no en el "mundo".
Luego preguntas: "¿Y
el mundo donde queda? Osea no podemos dejar de vivir y estar en el
mundo. Si es por lo que estamos aquí en el mundo ¿no se puede estar en
paz con Dios y de la mando de el y así vivir en el "mundo"?"
El
mundo está en tu mente, no obstante, si estás identificada con la
Verdad, puedes vivir en el "mundo" en paz pues no te sientes afectada
por él. Pero si estás identificada con el "mundo" creyendo que este es
tu hogar, te sientes separada y no puedes estar en paz pues ahora te
encuentras tu separada de ti misma.
Por lo tanto,
tienes ahora que luchar por lo que quieres, constantemente
sobreviviendo, pues una vez mas, el mundo es simplemente un estado de
separación, donde se ven objetos, personas, lugares, en fin, cosas
separadas. Por lo tanto, no tienes que preocuparte por el "mundo" sino
que enfocar tu mente en la paz de Dios para que recuerdes cual es tu
verdadero Hogar.
"Permaneceré muy quedo por un instante e iré a
mi hogar: Este mundo en el que pareces vivir no es tu hogar. Y en algún
recodo de tu mente sabes que esto es verdad. El recuerdo de tu hogar
sigue rondándote, como si hubiera un lugar que te llamase a regresar,
si bien no reconoces la voz, ni lo que ésta te recuerda. No obstante,
sigues sintiéndote como un extraño aquí, procedente de algún lugar
desconocido. No es algo tan concreto que puedas decir con certeza que
eres un exilado aquí. Es más bien un sentimiento persistente, no más
que una leve punzada a veces, que en otras ocasiones apenas recuerdas,
algo que descartas sin ningún miramiento, pero que sin duda ha de
volver a rondarte otra vez.
No hay nadie que no sepa de
qué estamos hablando. Sin embargo, hay quienes tratan de ahogar su
sufrimiento entreteniéndose en juegos para pasar el tiempo y no sentir
su tristeza: Otros prefieren negar que están tristes, y no reconocen en
absoluto que se están tragando las lágrimas. Hay quienes afirman
incluso que esto de lo que estamos hablando son ilusiones y que no se
debe considerar más que como un sueño. Sin embargo, ¿quién podría
honestamente afirmar, sin ponerse a la defensiva o engañarse a sí
mismo, que no sabe de lo que estamos hablando?
Hoy
hablamos en nombre de todo aquel que vaga por este mundo, pues en él no
está en su hogar. Camina a la deriva enfrascado en una búsqueda
interminable, buscando en la oscuridad lo que no puede hallar, y sin
reconocer qué es lo que anda buscando. Construye miles de casas, pero
ninguna de ellas satisface a su desasosegada mente. No se da cuenta de
que las construye en vano. El hogar que anda buscando, él no lo puede
construir. El Cielo no tiene sustituto. Lo único que él jamás construyó
fue un infierno." W-pI.821.1:1-6;2:1-5;3:1-7
Vamos ahora a otra parte de tu inquietud cuando comentas, voy a repetir aquí ese párrafo de tu pregunta: “Me
da mas miedo que gusto, porque de la otra manera, me daba seguridad de
que yo estaba unida a Dios y juntos hacíamos lo que a mi convenía aunque
no siempre era así, pero ya no me sentía a la deriva de saber que estoy
a la dirección de otra mente y ahora no se estoy muy confundida y el
hecho de soltar , que? ¿El control de mi vida? ¿Y como no caer en la
aceptación o el conformismo , ¿cual es la diferencia si de las 2 maneras
es aceptar que así tienen que ser las cosas y donde queda mi voluntad?”
Primero
que nada, ya estás a la deriva. ;) Has estado a la deriva todo el
tiempo, y el unirte a Dios es lo que te saca de la deriva y te regresa a
Casa. El problema es que, como tu misma comentas, “…porque de la otra manera, me daba seguridad de que yo estaba unida a Dios y juntos hacíamos lo que a mi convenía…” Observa lo que tu dices, “lo que a mi me convenía”. El haber hecho lo que a “ti” (personaje separado) le convenía fue lo que dio lugar al sufrimiento, al dolor, al MIEDO!
Por algo el curso nos recuerda; "Tu única función aquí es decidir en contra de decidir qué es lo que quieres, reconociendo que no lo sabes." T-14.IV.5:2
Al
soltar lo que a ti te "convenía", que ya establecimos, no sabes lo que
es, es lo que te permite hacer la Voluntad e Dios el cual es que seas verdaderamente feliz!
No obstante, no puedes experimentar esa verdadera felicidad, pues para
ti, lo que te “convenía”, lo que quieres “co-crear”, es lo que crees que
necesitas para ser feliz, y por eso te la pasas constantemente buscando
lo que crees que te conviene.
Por lo tanto, soltar todo es abrir
tu mente al reconocimiento de que la paz y la verdadera felicidad ya
está en ti, y no necesita de cosas o circunstancias que te convengan
para ello. Y vamos ahora un poco mas profundo. En este mundo NUNCA vas a
encontrar nada que te pueda hacer feliz, pues el objetivo de este mundo
es distraerte de la Verdad, ¿y que es la Verdad? El Reino, la
abundancia absoluta, la paz eterna, la dicha y felicidad inagotable, el
amor infinito. Y todo eso es lo que estás sacrificando por lo que crees
que te “conviene.”
Voy a citar el curso para repetir todo lo que he dicho:
“¡Ay, criatura de Dios, si supieses lo que Dios dispone para ti, tu gozo sería absoluto!.“ T-11.III.3:1
“¿Puedes
imaginarte lo que sería un estado mental en el que no hubiese
ilusiones? ¿Qué sensación te produciría? Trata de recordar algún momento
-quizá un minuto, o incluso menos- en el que nada vino a perturbar tu
paz; en el que te sentiste seguro de ser amado y de estar a salvo. Trata
entonces de imaginarte cómo sería si ese momento se pudiera extender
hasta el final del tiempo y hasta la eternidad. Luego deja que la
sensación de quietud que sentiste se multiplique cien veces, y luego
cien veces más. Entonces tendrás un atisbo, que no es más que un leve
indicio del estado en el que tu mente descansará una vez que haya
llegado la verdad.” W-pI.107.2:1-5;3:1
“No pides demasiado
de la vida, al contrario, pides demasiado poco. Cuando dejas que tu
mente se ocupe de asuntos corporales, de las cosas que compras y de lo
que es eminente de acuerdo con los valores del mundo, estás invitando al
pesar, no a la felicidad. Este curso no pretende despojarte de lo poco
que tienes. Tampoco trata de sustituir las satisfacciones que el mundo
ofrece por ideas utópicas. En el mundo no se puede hallar ninguna
satisfacción.” W-pI.133.2:1-5
“El mundo que ves no te
ofrece nada que puedas necesitar; nada que puedas usar en modo alguno;
ni nada en absoluto que te pueda hacer feliz. Cree esto y te habrás
ahorrado muchos años de miseria, incontables desengaños y esperanzas que
se convierten en amargas cenizas de desesperación. Todo aquel que
quiera dejar atrás al mundo y remontarse más allá de su limitado alcance
y de sus mezquindades tiene que aceptar que este pensamiento es verdad.
Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y
ése es su único propósito. Pues todas las cosas tienen que servir para
el propósito que tú les has asignado, hasta que veas en ellas otro
propósito. El único propósito digno de tu mente que este mundo tiene es
que lo pases de largo, sin detenerte a percibir ninguna esperanza allí
donde no hay ninguna. No te dejes engañar más. El mundo que ves no te
ofrece nada que tú desees.” W-pI.128.1:1-3;2:1-5
“No
estamos haciendo hincapié en que renuncies al mundo, sino en que lo
intercambies por algo mucho más satisfactorio, algo rebosante de alegría
y capaz de ofrecerte paz. ¿Crees acaso que este mundo puede ofrecerte
eso?” W-pI.129.1:3-4
Por lo tanto, da gracias de que no tienes que controlar nada, pues te tengo noticias, nunca controlaste nada! “Tener
libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan
de estudios. Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres
aprender en cualquier momento dado.” T-In.1:4-5
Y si todavía crees que puedes controlar tu “mundo” entonces recuerda: "Si
quieres ser como yo, te ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres
ser diferente, aguardaré hasta que cambies de parecer." T-8.IV.6:3-4 Pero la linea mas importante es la que sigue: "Yo puedo enseñarte, pero tú tienes que elegir seguir mis enseñanzas." T-8.IV.6:5
Por
qué no mejor dejar tu mente bajo un Nuevo Maestro (Espíritu Santo). Eso
te brindara paz, dicha, y felicidad, y prepara tu mente para que
finalmente dejes a un lado lo que te “convenía” y experimentes lo que de
verdad eres, Dios!