Esta
fue una pregunta relacionada con una relación donde siento que la
historia no es relevante contarla ya que es en si la misma historia que
todo aquel que se encuentra en una relación donde su pareja se comporta
de una manera, digamos diferente, y uno se siente que es el único que
toma responsabilidad, etc., y por consiguiente brinca todo tipo de
miedos. Así que solo voy a compartir mi comentario.
Comentario:
Lo que percibo de tu comentario es que sientes que eres víctima de esa
circunstancia y que el ego quiere hecharle la culpa a tu pareja porque
no cumple tus expectativas. Luego intentas aplicar el curso porque
quieres paz, no obstante la paz que quieres es mas bien manipular la
situación. En otras palabras, “...si el cambia entonces voy a estar en paz.”
A
raíz de eso intentas conversar con el creyendo que si conversas
“amorosamente” eso va a tener un efecto. Pero la lección sigue siendo la
misma. Estás proyectando toda tu ira hacia el y su comportamiento sirve
para que continúes justificando tu ira. El que te quedes en esa
relación o no, no es algo que yo pueda opinar. Yo solo estoy escuchando
tu historia y por consiguiente no se lo que tu pareja pueda compartir en
referente a ello.
Inclusive, como comentas, te divorcias y en
una semana te envuelves en esta otra relación. Si el divorcio anterior
fue un divorcio amigable y en paz, donde no hay ningún sentido de
victimismo ni carencia y fue lo que fue, luego simplemente conoces a
esta otra persona y se dan tiempo a conocerse sin apego ni necesidad de
llenar un hueco o lo que fuese es una cosa. Pero yo no se si el conocer a
esta otra persona simplemente transferiste el bagaje de tu relación
previa a esta, que por lo general eso es lo que sucede.
Ahora, no hay necesidad de sentir culpa sino que reconocer que este encuentro te brinda la oportunidad de continuar sanando.
Lo
que si me gusta hacer hincapié es que lo que se va sanando es la
creencia en la separación de manera que dejes de darle el poder al mundo
como tu fuente de paz y felicidad. El que el sexo sea bueno, o que la
pareja sea cariñosa o que haya mucho placer en una relación no sana la
mente de la creencia en la separación sino que mas bien alimenta el
sistema de pensamientos del ego que te hace creer que eres un cuerpo.
Según
la mente va sanando, y no estoy hablando de tu “cerebro” sino que la
culpa inconsciente que se proyecta como mundo y como un “yo” separado va
sanando, se puede experimentar todas esas cosas solo que se ven tal y
como son. También según la mente está mas identificada con la paz de
Dios, decisiones se van tomando con relación a cada experiencia, lo cual
en relaciones de cualquier tipo incluye poner limites saludable, y a
veces dejar la relaciona un lado, o cambiar el propósito de la relación,
que de por si, ese es el propósito de toda relación.
El tiene su
guión y su propio proceso de perdón de la misma manera que tu tienes tu
guión y tu proceso del perdón. Pero si quieres que el cambie, estás en
un callejón sin salidas.
Tu sales mejor respetando
su proceso mientras que te adhieres al tuyo. Y si por alguna razón
sintieses que tienes que salir de una relación, lo haces sin culpar, sin
justificar y lo que no se sanó en esa relación, puedes entonces
continuar sanando de manera que no continúes proyectándola a tus
relaciones.
Recuerda, nadie está en tu vida por “casualidad.” Y
las relaciones con las que compartimos, aunque el ego quiere buscar lo
“malo” de ellas, están ahí porque somos nosotros los que sentimos
atraidos hacia ellas. Y esa persona de alguna manera está mostrando
rasgos que quizás no quieres ver en ti, que quizás no es que el no
trabaje, quizás es que el miedo que tu sientes él lo experimenta
sintiéndose como que no sabe que hacer con su vida mientras que tu lo
experimentas luchando y trabajando mucho. No sé, estoy especulando aquí.
A lo que voy es que miedo es miedo no importa en la forma en
que se manifieste. Y si quieres invitar al Espíritu Santo para que
arregle tu situación, lo que estás haciendo es pidiéndole al Espíritu
Santo que corrobore en tu mente la creencia de que eres un ser separado
de Dios. Por lo tanto, lo que le pedirías al Espíritu Santo es que te
ayude a ver las cosas de otra manera.
Pedirle al Espíritu Santo
no es para que el ego ahora sepa que “hacer” sino que mas bien, que te
apoye en reconocer que tu pareja al igual que tu son inocentes. Y si
sientes las emociones que estás sintiendo lo cual el ego las quiere
dirigir hace tu pareja, que no caigas en la tentación de hacer historias
con relación a ellas, y mientras tanto quizás te sientas inclinada a
buscar algún tipo de terapeuta que te apoye a lidiar con tu experiencia
ya que estás tan abrumada emocionalmente que te sientes cegada.
Todo
tipo de ayuda es útil siempre y cuando tu intención de sanar esté ahí.
Esto es lo único que podría compartir. Mientras tanto, es cuestión de
poner un pie en frente al otro. Estás donde tienes que estar, lo
importante es continuar eligiendo otro maestro, y ese Maestro (Espíritu
Santo) sabe que hacer si Se lo permites. Este proceso requiere paciencia
y confianza. Se compasiva contigo misma.