Pregunta: “Hola
Nick, como estás, ya se que debes estar un poco cansado de tantas
preguntas que te hacemos a diario, perdón, pero es que las dudas me
asaltan, ya se que és el ego, pero aun así tengo preguntas, tengo 40
años y en este tiempo no he hecho nada de dinero, no tengo casa mía, no
tengo carro mío, ni siquiera tengo un trabajo, llevo 10 años en la
búsqueda , en el tratar de recordar y ahora con esto de dejar todo en
manos de dios, me confunde mas, ya no busco trabajo, ya no le muevo, me
quedo sentada esperando a que las cosas pasen o a donde me muevo, que
hago yo si todo lo tiene que hacer dios, entonces para que me desgasto
buscando algo que hacer, o como se si por intentar buscar trabajo estoy
bloqueando lo que el Espíritu Santo quiere para mi?”
Comentario:
Empecemos por la segunda parte de este comentario. Ese es un error muy
típico que cometemos, sobre todo cuando empezamos un camino espiritual.
El curso no te pide que dejes las cosas del “mundo” en manos de Dios,
sino que dejemos nuestros juicios, nuestras interpretaciones en manos
de, no necesariamente Dios sino que en manos del Espíritu Santo. Por lo
tanto, en el mundo de las formas, donde creo yo que esta es mi realidad,
yo no dejo en “manos de dios” mis responsabilidades.
Lo que sí
hago, no obstante, es observar mientras tomo responsabilidad, de si algo
me da miedo para practicar el perdón ahí. Por ejemplo, si me da miedo o
me causa incomodidad buscar un trabajo, ya sea por orgullo o por lo que
sea, el Espíritu Santo no me pide que no busque trabajos, simplemente
me pide que lo invite a El para que me enseñe a ver eso de otra manera,
para que me de cuenta que buscar un trabajo no es nada, no significa
nada, y por ende no tiene porque afectarme.
Por lo tanto, si no
estás haciendo nada y eres feliz, pues no pasa nada. Pero si la razón
por la que no estás haciendo nada (tomando responsabilidad) es porque
crees que Dios va a hacer las cosas por ti, puedes estar segura de que
es el ego asesorando, pues la voz del ego se parece mucho a la del
Espíritu Santo si no estás consciente de su juego. Yo caí en esa trampa
durante muchos años en la espiritualidad.
Y ahora para ir a la
primera parte de tu comentario, el ego busca la manera de hacernos
sentir culpable por no haber cumplido las expectativas que tiene sobre
nosotros mismos. El ego te diría que a tu edad “deberías” tener a, b y
c…” Pero todo eso es irrelevante. El que tengas o no casa “propia”, el
que tengas o no coche, el que tengas o no dinero, el que tengas o no
trabajo, nada de eso define lo que realmente eres.
Por lo tanto,
esas son cosas del personaje. Si no tienes nada de esas cosas no tienes
que sentirte culpable por ello, simplemente reconocer que es ahí donde
el personaje se aparente encontrar y nada mas.
Quedarte sentada
intentando elegir la paz de Dios, quizás en este momento no te apoya
debido a que la mente está muy abrumada. Dado ese el caso, mientras
tomas consciencia de que la paz de Dios es lo que deseas, empieza a
moverte, ya sea a buscar un trabajo, o hacer algo para que el Espíritu
te dirija. Quizás no es un trabajo lo que tienes que buscar sino que
sobre pasar el miedo que te impide buscar ese trabajo. Y pueda que lo
consigas, o no, pero haz algo pues en este momento no puedes discernir
entre la paz del Espíritu Santo y el miedo con relación a lo que es
tomar responsabilidad.
Y si buscas trabajo y por alguna razón no
lo encuentras, por lo menos te sientes mas en paz debido a que tomaste
responsabilidad y no permitiste que el ego te aprisionara. Y de nuevo,
si no consigues trabajo, entonces también puedes confiar de que así tuvo
que ser.
Por lo tanto, una vez mas, lo que siempre dejamos en
manos de Dios, o Espíritu Santo, no son nuestras responsabilidades sino
que mas bien nuestros miedos, nuestros juicios, pues el Espíritu Santo, o
Dios, o como quieras llamarlo, no está interesado en lo que hacemos en
el “mundo” ya que no hay “mundo”, sino que mas bien en que estado mental
nos encontramos.
Porque una mente llena de miedo es una mente
dividida, que se siente “desconectada.” Una mente en paz, no obstante,
es una mente que recuerda su Fuente y ese es el objetivo, no que se
arregle tu “mundo” sino que recuerdes lo que Eres. Y eres Mente, eres
Paz, eres Amor, eres Dios! OJO! No eres Dios en la forma (experiencia
física) sino que en el Contenido (Mente).