Pregunta: “Buenas
tardes Nick! Antes de nada darte las gracias por este espacio que nos
ofreces de pregunta-respuesta tan valioso para los que estamos con el
autoestudio del UCDM. Gracias por tu dedicación y tu tiempo. Bueno ahí
va mi pregunta. Hay una cuestión del libro que me ha dejado un poco en
conflicto. Por un lado durante todos los capítulos del libro va diciendo
que en este mundo de ilusión que nos hemos montado con el ego, a raíz
de la separación, y que Dios no creó, ni entiende, ni sabe nada... pero
luego por otro lado en el Manual para el maestro, en el apartado de los
niveles de enseñanza en las relaciones, dice: "Por lo tanto, el plan
dispone que cada maestro de Dios establezca contactos muy específicos.
En la salvación no hay coincidencias. Los que tienen que conocerse se
conocerán...". ¿De que plan habla? de aquí yo entiendo que el plan lo
creó Dios?. Entonces él si sabía lo que iba a pasar¿??? No sé... me he
quedado contrariada. Gracias. Un abrazo”
Comentario:
El plan de Dios es que el Hijo despierte del sueño. Ese es Su único
plan. Y Su plan dispone de un Maestro, el Espíritu Santo para guiar al
Santo Hijo de Dios (que somos todos) a ese despertar. Dios no entra en
esta ecuación porque si lo hiciese estaría dando realidad al sueño, y
por consiguiente estaría compartiendo el sistema de pensamientos del ego
que es el único que se cree esta experiencia.
El sistema de
pensamientos el ego, que es la creencia en la separación tiene otro
plan, el cual es mantener al Hijo dormido y por consiguiente se proyecta
un guión. No obstante, ese mismo guión, el Espíritu Santo lo utilizará
para re interpretarlo. Su re interpretación a raíz del perdón es parte
del plan de Dios para la salvación del Hijo.
Por lo tanto, no hay
encuentros casuales, pues toda experiencia nos brinda otra oportunidad
para perdonar y sanar le mente de manera que el Hijo de Dios pueda
despertar del sueño. Sin embargo, si se utiliza esa misma experiencia y
no se practica el perdón, eso también se utiliza como experiencia para
preparar la mente a perdonar. En otras palabras, todo está perfectamente
orquestado para sanar, solo que el miedo al Amor hace que aparente como
que el plan va a tardar mucho tiempo.
Pero en realidad, esta
experiencia de la separación se sanó en el mismo instante que
“supuestamente” ocurrió. Obviamente, la realidad es que este sueño de
separación nunca ocurrió, pues Dios nunca se ha separado de Si Mismo.
Pero como esta es la experiencia de la separación, se habla en términos
duales como si hubiese ocurrido, y se nos provee una herramienta, el
perdón, para corregir ese aparente error.