Resoluciones de Nuevo Año por Nick Arandes

Se reconoce que por lo general se hacen resoluciones para cada nuevo año como representación de un cambio. Y ese cambio queremos que sea para algún tipo de mejoría. Sin embargo, ¿cuantas veces se hacen esas resoluciones y no duran? O si se hacen se siente como que ha sido un gran sacrificio y por consiguiente tarde o temprano se dejarán aun lado. No duran porque el contenido siempre es el mismo, miedo. El miedo es lo que motiva a formular resoluciones ya que el miedo es la base de la creencia en la separación, de la creencia en la carencia, de la creencia en la imperfección.

Si se reconoce que lo que realmente somos es abundancia, amor, perfección, no habría nada que cambiar y por consiguiente no habría ningún tipo de resolución que hacer. Cuando se me recuerda a través del Curso: "...el poder de decisión no radica en elegir entre diferentes formas de lo que aún sigue siendo la misma ilusión y el mismo error,” (T-31.IV.8:3) lo que se me quiere decir es que el poder de elegir no estriba en qué és lo que haga en el mundo ni lo que quiera obtener en el mundo sino que más bien qué maestro voy a elegir en mi mente (ego o Espíritu Santo) mientras haga lo que sea que me encuentre haciendo en el mundo.

Por lo tanto el cambio no es entre ilusiones sino que mas bien entre maestros. Es un cambio de mentalidad. Por consiguiente las resoluciones que se hagan a principios de cada “nuevo” año son completamente irrelevantes si es con el ego con quien se están haciendo.

¿Y cómo sabe uno qué es el ego el que se está eligiendo cuando se hacen resoluciones para el año entrante? Porque tienen que ver con algún cambio en el mundo, en la forma física, como bajar de peso para lucir mas “atractivo”, obtener mas dinero pare sentirme “abundante”, atraer una pareja pare sentirme “amado”, adquirir un nuevo coche o casa o algo material para sentir que “valgo”, viajar por el mundo para sentirme “libre”, poder tener para proveerle a mis seres queridos ya que eso me da una sensación de “poder” o de que soy la “fuente”, etc.

Y la creencia superficial es que si ese cambio tiene lugar entonces voy a ser feliz. Pero la creencia subyacente a todo eso es la creencia de que soy un individuo separado de Dios, separado de todo, y esa carencia que se la proyecto al mundo es la que ahora quiero “corregir” a raíz de obteniendo lo que sea que creo me falta.

Antes de continuar quiero decir que no estoy insinuando de que haya algo intrínsecamente “malo” en desear esos cambios, sino que tomar consciencia de que esos cambios no solo no son la fuente de la verdadera felicidad, porque la verdadera felicidad simplemente És, sino que refuerzan inconscientemente esa creencia subyacente de que estoy separado de mi Fuente olvidándome que Soy la Fuente.

Es por eso que se nos recuerda; "Busca primero el renio de Dios y Su justicia, y todo se te dará por añadidura," [Matthew 6:33]  Sin embargo, el Curso la lleva un poco mas allá cuando nos recuerda, "En vez de "Busca primero el Reino de los Cielos" di: 'Que tu voluntad sea antes que nada alcanzar el Reino de los Cielos' y habrás dicho: 'Sé lo que soy y acepto mi herencia'." T-3.VI.6:8 Pues tú eres el Reino.

Habiendo dicho eso no obstante, esos cambios externos pueden ser de gran utilidad si uno los utiliza conscientemente para sanar, para aprender que no son la fuente de felicidad y por consiguiente no dejarse uno distraer.

Me explico: Una persona que conocí muy adinerada dijo, “Me he dado cuenta que lo que me enseño el dinero es que no es importante. Pero tuve que hacer dinero para aprender eso.

Por lo tanto una persona que nunca lo ha tenido y que de verdad cree que necesita algo del mundo para ser feliz le va a ser muy difícil aceptar ese entendimiento y por consiguiente tiene que ir en busca de todo lo que cree que le hace falta y que cree que le va a hacer “feliz” para entonces poder soltarlo y emprender el camino de regreso a la Verdad.

Así que una vez mas, aquí no se está haciendo hincapié en que se deje a un lado las resoluciones sino que se empiece a traer consciencia a todo lo que se hace para no continuarse uno distrayendo mas de lo que ya está. Y empezar a poco a poco girar en camino hacia la verdadera libertad y no continuar dirigiéndose hacia la prisión de las ilusiones lo cual es simplemente un callejón sin salidas.

¿Cómo entonces puede uno asegurarse que está eligiendo al Espíritu Santo como su Maestro? Cuando se elige la paz sobre todas las cosas, cuando la paz es lo único que de verdad me importa.

Una vez que eso es lo que de corazón elijo, la paz de Dios, ya las resoluciones son innecesarias pues las mismas dejan de ser distracciones y me encuentro ahora en camino en dirección a Casa, en dirección al reconocimiento de que soy Amor y no escasez, en dirección hacia la Verdad.

Por lo tanto mi "resolución" por así decirlo, para este año y por siempre es muy simple, que la paz de Dios sea lo más importante en mi vida. Que lo que sea que haga lo haga desde la paz, y por consiguiente confiar en que lo que será será. Y lo que se haga en cada momento surgirá desde la inspiración de la presencia, no de la desesperación del miedo. Esa es la confianza plena.

El elegir la paz me conlleva a esa confianza, ¿por qué? Porque sí continúo desarrollando la confianza en la Vida, la Vida misma constantemente me va demostrando lo mucho que Me ama, lo mucho que me apoya, lo mucho que me recuerda que no estoy solo, y sobre todo, que no me hace falta nada. El nombre que se le da a esa tipo de apoyo es, añadiduras.

Y mientras más me demuestra la Vida lo mucho que me ama, se despierta el recuerdo de que yo soy quien me amó hasta, que finalmente tome completa conciencia de que Soy la Vida, y por lo tanto, una vez mas, lo tengo todo! Y al que no le falta nada, al que lo tiene todo, ¿que posible resolución necesitaría? Ninguna!

Ahora es simplemente cuestión de disfrutar cada experiencia desde la inocencia sin ningún tipo de expectativas, confiando en la perfección de cada momento, aceptando cada regalo sin juzgarlo ni como malo ni como bueno, para así no permitirme distraer de lo que realmente Soy.

Cuando la atención está “fuera”, en eso que creo necesita ser “cambiado” estoy dejando a un lado mi poder de verdaderamente elegir. Si de lo contrario utilizo mi poder de elegir para retornar la atención al interior, en ese cambio de mentalidad se experimenta la verdadera libertad, libre de limitaciones, libre de distracciones, y por consiguiente, recuerdo que simplemente Soy!

¿Y que es lo que Soy? Palabras no lo pueden describir ni explicar. Pero Eso que Soy es todo lo que Es. Es paz, Es dicha, Es comprensión, Es abundancia, Es plenitud, Es alegría, Es apoyo, Es compasión, Es entendimiento, en fin, todas esas palabras apuntan hacia lo mismo, Amor!

Por la tanto, la pregunta es, ¿que es lo que de verdad deseo? Si es paz voy por buen camino. Si es algo del mundo, tengo entonces que recordar lo siguiente: "Cualquier cosa en este mundo que creas que es buena o valiosa, o que vale la pena luchar por ella te puede hacer daño y lo hará." T-26.VI.1:1 Debido a que lo único que se desea es lo que se valora, y me hará daño porque en este mundo nada es permanente, todo cambia, todo muere.

Otra es: "Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito.“ W-pI.128.2:1 Y la atadura al mundo es el velo que no me permite ver lo que realmente esta ahí, libre de apariencias, libre de ilusiones, libre de distracciones, lo que una ves más las palabras no pueden ni definir ni describir.

Teniendo ahora mi resolución clara, ahora es ver todos los obstáculos que salen a la superficie para distraerme de la Verdad de manera que pueda invitar a un Nuevo Maestro (Espíritu Santo) y apoyarme en sanar el miedo que no me permite recordar que soy Amor.