Pregunta: “Hola
querido Nick, soy estudiante del curso desde hace años , estuve en un
taller tuyo en Zaragoza (España), cada vez estoy más enfocada en mi
interior en unión con el Espíritu Santo y sufro menos por situaciones
que antes pero tengo resistencias que se me manifiestan en el cuerpo Sé
que muchas veces has dicho que tenemos mucha culpa interna , pero a
pesar que hago instantes santos y meditación llevo un tiempo así , el
curso te dice que todo lo que parece ocurrirnos lo pedimos a nivel
inconsciente por lo tanto el momento es correcto y lo acepto y siento,
pero sigo con las molestias, gracias un abrazo.”
Comentario: Dices, “…Sé que muchas veces has dicho que tenemos mucha culpa interna…” Todos
tenemos culpa inconsciente porque de no haber habido culpa inconsciente
la experiencia de la separación no hubiese ocurrido. Lo que estamos
haciendo ahora es mirándola con un Nuevo Maestro (Espíritu Santo) de
manera que la mente pueda sanar y retornar a su estado natural de
unidad.
Recordemos que la experiencia física es la experiencia de
la separación. Lo que da testimonio, o mejor dicho se utiliza para
justificar la creencia de que esa separación aparentemente ocurrió es
percibirme como que soy un cuerpo y a su vez percibirme como que soy
algo individual separado del mundo.
Vamos a continuar con tu pregunta. Dices, “…tengo
resistencias que se me manifiestan en el cuerpo…, pero a pesar que hago
instantes santos y meditación llevo un tiempo así , …” el
instante santo no es para intentar hacer ningún cambio en el cuerpo
debido a que si ese fuese el caso le estoy dando más realidad a la
creencia en la separación.
El instante santo es lo que utilizó
para soltar las interpretaciones de manera de no dejarme distraer por
las ilusiones. En ese espacio recuerdo lo que soy. Mente, no cuerpo,
Unidad no separación, Amor no miedo. Eso es lo que el instante santo me
aporta, una paz que no depende de mis circunstancias, de mis
experiencias, de nada que tenga que ver con el mundo. Ahí es como la
mente se abre a la corrección.
Recordemos que un cambio en lo
físico no representa un despertar simplemente representa un intercambio
de ilusiones. Y tu pregunta por lo que veo se basa en que quieres
todavía seguirte identificando con tu personaje, qué es lo mismo que
decir, querer seguir sintiéndote separada, o especial, o como un cuerpo
que ahora se siente libre de malestar. A eso es a lo que se le conoce
como la confusión de niveles porque estamos intentando traer la verdad a
las ilusiones.
Antes de continuar, para que no haya confusiones,
a este nivel físico no vamos a negar que si hay una condición física
que genere molestia eso no significa que no podamos tomar medidas para
poder aliviarnos de ella. Eso es perfectamente normal y correcto en el
plano físico. Pero en el plano espiritual, que es el plano de él qué
estamos hablando, el objetivo no es invitar al Espíritu Santo para
erradicar la molestia sino que dejar de juzgar la molestia y aceptar que
es parte de lo que se está experimentando en este momento, y que no
tiene nada que ver con lo que realmente soy.
El camino de regreso
a la verdad es uno que conlleva mirar todos los obstáculos que hemos
interpuesto. Según los obstáculos salen a la superficie lo cual toman
forma de experiencias percibidas y / o sentidas, lo que se nos pide no
es que no sintamos ni que suprimamos sino que no justifiquemos.
Según
la mente descansa en esa paz se podría deducir que cambios en lo físico
también pueden tener lugar como lo que seria incluso la disolución de
un malestar ya que el cuerpo físico no tiene el poder de sentir nada
simplemente refleja lo que la mente le dicta. Pero el problema no es que
el cuerpo sienta malestar, el problema es que la mente se ha convencido
a si misma de que es un cuerpo.
Ese es en sí el único problema.
Una vez empezamos el camino del perdón ya nuestro enfoque no es en
cambiar nada en lo físico sino que utilizar todas y cada una de nuestras
experiencias físicas, llamémosle malestares o cualquier etiqueta que se
le quiera dar a cualquier sensación, y aprovechémosla no para seguir
distrayéndonos con el deseo de querer cambiar un “malestar” por un
“bienestar” sino que por el deseo genuino que recordar que somos Dios,
que somos Uno, que somos Amor.
De esta manera estamos utilizando
lo que el ego fabricó sólo que con un propósito opuesto a la que el ego
le adjudicó. El propósito de el ego es utilizar las ilusiones para
distraernos de la Verdad. El propósito de el Espíritu Santo no obstante
es utilizar las ilusiones para ayudarnos a recordar que solo son
ilusiones.
A raíz de la re-interpretación del
Espíritu Santo experimentamos lo que se le conoce como la paz que
sobrepasa todo entendimiento. Esa es la paz a la cual tenemos completo
acceso aún cuando aparenta haber un malestar.
Finalmente cuando dices, “…el
curso te dice que todo lo que parece ocurrirnos lo pedimos a nivel
inconsciente por lo tanto el momento es correcto y lo acepto y siento,
pero sigo con las molestias, gracias un abrazo.” Sí, pero lo que
inconscientemente pediste no fueron las molestias sino el deseo de
sentirte separada de Dios. Ese deseo de sentirte separada se proyecta
como un cuerpo en un guión donde experimenta todo tipo de experiencias,
una de ellas es la molestia física, o sicológica.
Pero de nuevo,
esa molestia no tiene nada que ver con lo que realmente eres, es
simplemente una experiencia que le pertenece a la creencia en la mente
de que eres un cuerpo. Por lo tanto, cada vez que descansas en el
instante santo, te liberas de interpretaciones y permites que el
Espíritu Santo vaya haciendo la corrección en la mente.
Este
proceso requiere al principio fe, y según ves como el proceso trabaja,
requiere paciencia y confianza. Cuando dices que la molestia continúa,
aun cuando haces tus procesos, es porque lo que quieres es erradicar la
molestia y no recordar que eres Dios; no desear la paz de Dios. Por eso
se nos recuerda: “Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a
todos los sueños. Pues nadie que diga estas palabras de todo corazón
desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2
Todo
el mundo quiere erradicar las “molestias” pero no quieren desaparecer
en Dios. Quieren seguir siendo un personaje solo que sin “molestias.” El
problemas es que las “molestias” al igual que los “placeres” le
pertenecen al ámbito de lo dual, de la separación. Y ¡ojo! Molestias al
igual que placeres son solo juicios. Uno puede interpretar lo placentero
como molestia y la molestia como placentero. No tenemos que entrar en
detalles aquí, solo hacer hincapié que nuestro sentir es solo eso, lo
que lo percibe como molestia o placer es solo una interpretación.
De
todas maneras, a lo que voy es, el amor puro y eterno le pertenece al
ámbito de lo Real. Y eso es lo que tu realmente eres. Pero esto no se
puede explicar, solo se puede experimentar. Y cada vez que descansas en
la paz de Dios tienes un atisbo de lo que eso que va mas allá de las
palabras Es.
Según la mente sana, empiezas a percibir un mundo de
amor, aun cuando se experimentan molestias. Solo que ya dejan de
etiquetarse como molestias, son solo eso, nubes pasajeras. Sin embargo
lo que hay subyacente a todo eso es la paz. Recordemos, la diferencia
entre un maestro y un estudiante, no es que el maestro deja de tener
dolores de muela, sino que el maestro no se siente molesto por ello.