Recientemente postule la siguiente nota:
“Cuando
la gente pregunta lo que deben decir o hacer, Jesús diría, 'no me
preguntes lo que debes decir simplemente pregúntame cómo ayudarte a
liberar el juicio.'
Por lo tanto no tienes que saber lo
que debes decir, no tienes que saber qué hacer, no tiene que saber cuál
es el trabajo que debes tomar, no tienes que saber qué deberías hacer en
una relación, no tienes que saber donde tienes que ir a vivir, no
tienes que saber ninguna de las decisiones que todos tenemos que tomar
en cada momento, mayor o menor. Todo lo que tienes que hacer es trabajar
en salirte del medio.” - Dr. Kenneth Wapnick
A raíz de ello
se me preguntó que significaba salirse del medio. Es muy simple, sin
embargo voy a utilizar ejemplos de la vida cotidiana para que veamos lo
que significa salirse del medio.
RELACIONADO AL TRABAJO:
Digamos
que tengo que conseguir trabajo, sin embargo estoy sintiendo alguna
sensación de miedo, de incomodidad, aun cuando eso es algo que necesito
hacer. El sistema de pensamientos de el ego utiliza ese sentir y lo
justifica para quizás no buscar trabajo. Pueda que ese miedo tome la
forma de pereza, orgullo, o simplemente miedo a buscar trabajo. Ese
miedo es simplemente un sentir que no significa nada en lo absoluto, qué
no tiene nada que ver con buscar trabajo.
Sin
embargo el sistema de pensamientos de el ego lo puede utilizar para
justificar el miedo de buscar trabajo. Podría decir por ejemplo; “siento que este no es algo que debería hacer”, o “este trabajo no es mi propósito”, o podría decir; “siento la guía del Espíritu Santo que me dice que este no es el trabajo que debería tomar.”
Es
así como se auto engaña uno constantemente. Salirse del medio significa
que en vez de juzgar lo que estoy sintiendo, qué simplemente voy a
reconocer que no sé porque me siento así lo cual quizá signifique que
aún sintiendo ese miedo voy a seguir moviéndome en dirección a buscar
trabajo ya que eso es lo que en este momento se requiere para fines
prácticos.
Desde ese espacio no tengo que preocuparme por qué
decir ni qué hacer en ese momento. El que consiga trabajo o no no lo
determinará mis acciones sino que lo determinará la vida misma. Ese
miedo que estaba surgiendo el ego lo utiliza para justificarlo mientras
que el Espíritu Santo lo percibe como otra oportunidad para perdonar.
Por
lo tanto el ego utiliza el sentir para huir de experiencias mientras
que el Espíritu Santo lo utiliza no obstante para observar el miedo
escondido y por consiguiente exponerlo para ser sanado. Y una vez más el
que consiga trabajo o no no lo determina mi decisión lo determina la
vida misma.
RELACIONADO A RELACIONES DE PAREJA:
Digamos
que estoy conociendo a alguien y el miedo empieza a surgir. Ese miedo
es simplemente un sentir que no significa nada en lo absoluto. Son
simplemente memorias escondidas que salen a la superficie y son
experimentadas como un sentir. Si me pongo a interpretar ese sentir
podría justificar el huir de una relación cuando en realidad ese sentir
surge a raíz de esa relación ya que es el currículo perfecto para yo
poder poner en práctica el perdón y sanar.
Si dejo de
interpretar lo que estoy sintiendo por más convincente que el argumento
del miedo sea, estoy literalmente saliéndome del medio. Desde ese
espacio naturalmente sabré qué decir o que hacer lo cual pueda que sea
salir de esa relación o quedarme en esa relación. Y como todo, lo que va
a determinar si esa relación continuará, o si comenzará no será mi
decisión personal simplemente será el guión que se está desenvolviendo,
por consiguiente es la vida la que decide lo que sucede, no “yo.”
RELACIONADO A LA ENFERMEDAD:
Si
me encuentro enfermo y estoy experimentando miedo, miedo a morir, miedo
a sufrir, lo que sea que esté experimentando, si me dejo llevar por las
historias que el sistema de pensamientos de el miedo fábrica, las
decisiones que me encuentre tomando reflejarán ese sistema de
pensamientos y por consiguiente pueda que me encuentre fácilmente
influenciado por lo que cualquier médico o “curandero” o “sanador” me
diga.
Eso puede llevarme a una interminable
búsqueda la cual pueda terminar siendo extremadamente costosa sin
mencionar los posibles efectos secundarios o inclusive empeorar
físicamente. Y eso es sin mencionar todo el sufrimiento que experimento a
raíz de todo ese camino.
Sin embargo si permito sentir ese miedo
y no hago historias alrededor de ello pueda que me sienta inclinado a
no hacer nada en lo absoluto. O pueda que naturalmente con el apoyo de
la vida misma me encuentre moviéndo en dirección a el tipo de ayuda que
sería apropiada para mí en ese momento.
De nuevo,
al dejar de juzgar lo que estoy sintiendo, al dejar a un lado las
historias que el sistema de pensamientos de el miedo fabrica en la
mente, eso es salirme del medio y por consiguiente sabré que decir y que
hacer en cada momento. Eso es lo que quiere decir: “Antes de decidir
hacer algo, pregúntame si tu elección está de acuerdo con la mía. Si
estás seguro de que lo está, no tendrás miedo.” T-2.VI.4:9-10
Todo
esto que acabo de explicar, que en realidad aplica a toda experiencia
de vida, esta resumido en las siguientes palabras de un curso de
Milagros: “Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada (cuando me encuentro interpretando, juzgando),
afirma lo siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto.
No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he
aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9
Por lo tanto, un honesto “no sé” es salirme del medio. Un “yo “sé” es meterme en el medio. ¡Que simple!
Así que hay que tener mucho cuidado cuando justificamos cualquier sentir diciendo por ejemplo; “mi intuición me está diciendo…” O “el Espíritu Santo me está guiando a…” O “yo se porque me siento así…” O “Esto me esta sucediendo por…” etc.
Siempre me gusta recordar lo siguiente:
"Estoy aquí únicamente para ser útil.
Estoy aquí en representación de Aquel que me envió.
No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará.
Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo.
Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar." T-2.V.18:2-6
Dado ese el caso, mejor es callarse uno la boca, sentir y confiar.