Pregunta: “Hola
Nick buenas tardes hace varios años tengo el libro de un curso de
milagros .comencé hace dos meses la paz que siento es muy chévere pero
ahí comenzaron malestares en mi cuerpo hasta el punto de no poder hacer
nada, ¿es normal que se sientan estas cosas? Muchas gracias y que el
espíritu santo nos siga guiando.”
Comentario: No es
que sea “normal” que se sientan estas cosas. A veces se sienten y a
veces pueda que no. Simplemente tenemos que tomar consciencia de que
nuestra identidad siempre ha sido con creer que somos un cuerpo y todas
esas experiencias simplemente se utilizan para continuar distrayéndonos
de la Verdad.
Cuando hablas de que sientes una paz, si esa paz es
derivada a raíz de que en tu mundo las cosas vayan de una manera, o que
el cuerpo se sienta de alguna manera, es que entonces todavía le estás
dando realidad a las ilusiones.
Pero si mi paz por ejemplo se
experimenta a raíz de un cambio de mentalidad, lo que tenga lugar en mi
experiencia es solo eso. La diferencia entre un maestro digamos
"avanzado" por decirlo así y un estudiante no es que el maestro no tenga
dolores de muela como el estudiante sino que mas bien no se siente
afectado por el dolor de muelas.
Voy a cerrar esta nota con un extracto de una nota previa que compartí que se relaciona a tu pregunta:
Se
podría decir que se sienten esas cosas ya que a medida que se va
deshaciendo la identidad falsa con la que me he identificado toda mi
vida van saliendo todos los obstáculos escondidos que son como últimos
intentos de defender mi identidad que ni siquiera estaba consciente de
ellos. Por eso se nos dice: “Recuerda que tienes que atravesar las nubes antes de poder llegar a la luz.” W-pI.70.8:5
Hay un extracto del curso que lo explica de la siguiente manera: “El
ego se engaña con respecto a todo lo que haces, especialmente cuando
respondes al Espíritu Santo, ya que en esos momentos su confusión
aumenta. Es muy probable, por lo tanto, que el ego te ataque cuando
reaccionas amorosamente, ya que te ha evaluado como incapaz de ser
amoroso y estás contradiciendo su juicio. El ego atacará tus motivos tan
pronto como éstos dejen de estar claramente de acuerdo con la
percepción que él tiene de ti. En ese caso es cuando pasa súbitamente de
la sospecha a la perversidad, ya que su incertidumbre habrá aumentado.
Es evidente, no obstante, que no tiene objeto devolverle el ataque. Pues
¿qué podría significar eso, sino que estás de acuerdo con su evaluación
acerca de lo que eres?” T-9.VII.4:4-9
Permíteme compartir un
texto del Dr.Kenneth Wapnick lo cual traduje al español, pero puedes
leer el texto completo si entiendes bien el ingles a través del
siguiente enlace:
https://www.facim.org/online-learning-aids/excerpt-series/special-relationships-the-home-of-guilt/part-x.aspx
Extracto del escrito por el Dr. Kenneth Wapnick:
“Las
leyes del ego son estrictas y cualquier violación se castiga
severamente. (T-13.IX.1:4) …Jesús dice que cuando empezamos a tomar la
evaluación que el Espíritu Santo tiene sobre nosotros como hijos santos
de Dios como verdadera, el ego se vuelve vicioso (T-9.VII.4). Ahora, en
sentido estricto, el ego no se convierte vicioso. El ego no es una cosa;
no es una persona. El ego es un pensamiento, pero es nuestro
pensamiento. Esto es decir que tan pronto como empezamos a dar pasos
hacia la mente recta, hacia el Espíritu Santo, y empezamos a perdonar—a
renunciar al juicio y a mirar al ego—la voz del ego comienza a susurrar y
dice que si seguimos con esto seremos destruidos, pero según el ego lo
que nos va a salvar es la culpa y el ataque. En ese momento empezamos a
sentirnos culpables y empezamos a atacar, ya sea si lo hacemos de una
manera abierta, que es lo que el odio especial es, o lo hacemos de una
manera encubierta, que es lo que el amor especial es. Eso es realmente
lo que ésta declaración está diciendo—que el ego castiga las
infracciones de su ley. El castigo es simplemente lo que hacemos:
proyectamos continuamente y proyectamos y proyectamos.”
Volviendo
a tu pregunta, al sentirnos como seres humanos teniendo todo tipo de
experiencias, sobretodo sentidas, al tomar consciencia de este proceso
estamos empezando a aprender a discernir entre lo que realmente somos
(Verdad) y la experiencia vivida (individuos). Según se van deshaciendo
los obstáculos al amor que realmente somos, otra manera de decirlo es,
según el miedo a la muerte se va disolviendo, el sistema de pensamientos
del ego no tiene ya para donde ir o a qué aferrarse.
De ahí en
adelante vivimos nuestra vida normal sin hacer juicio, o mejor dicho,
interpretaciones de lo que estemos sintiendo o experimentando en cada
momento, lo cual se le conoce como la paz que sobrepasa todo
entendimiento.