Cuando
la mente está abrumada, cuando las emociones aparentan estar fuera de
todo control es ahí cuando queremos tomar acción inmediata. Sin embargo
es ahí cuando más se nos recuerda que no hagamos nada. No obstante si
somos honestos es muy difícil no hacer nada cuando toda esa energía nos
está empujando a reaccionar.
Y cuando reaccionamos, como sucede
habitualmente, ahí entra la culpa y nos sentimos mal por haber
reaccionado. Ahora perdemos todo el tiempo auto castigándonos por haber
hecho lo que supuestamente no “deberíamos” haber hecho.
Aunque la
verdad es que no importa lo que ocurra somos inocentes es muy
importante poner en práctica a diario espacios de silencio, espacios de
quietud para ir poco a poco aprendiendo a discernir conscientemente de
manera que cuando la mente se siente abrumada y las emociones a gritos
nos piden que reaccionemos podamos al menos reconocer la falsedad de esa
experiencia y elegir conscientemente el sistema de pensamientos de la
Verdad, aun cuando las emociones se están sintiendo.
Aquí no
estamos hablando de suprimir emociones, pues eso es tan tóxico cómo
expresarlas culpando o atacando. Pero al no reaccionar como
habitualmente se hacía se puede entonces emplear una manera más
saludable de poder expresar esa energía sin adherirla a ningún tipo de
historia. De esta manera la energía se mueve más rápidamente y la mente
puede retornar a la paz.
Según la culpa inconsciente se va
erradicando de la mente, los pensamientos pueden ser ahora observados
libre de interpretación por lo cual ya esas explosiones de energía los
cuales etiquetamos como ira, ansiedad, deseo, etc., empiezan a disminuir
en frecuencia e intensidad. Y cuando esa energía se mueve se puede
observar mas conscientemente y aceptarla sin juicio, sin interpretación.
Todas
esas emociones, pensamientos que servían sólo como distracciones de la
verdad y para continuarme auto engañando creyendo que soy el personaje
que me he creído ser, según voy descansando en esa paz liberándome de la
creencia qué dice que mi realidad es esta experiencia individual, puedo
entonces ahora tomar la posición de ser el observador de la
experiencia, de los pensamientos y emociones y empiezo, no a entender
sino a integrar lo siguiente: “Hay una manera de vivir en el mundo
que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia,
aunque sí sonríes mucho más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus
ojos están tranquilos.“ W-pI.155.1:1-3
Este es un proceso que
requiere paciencia y confianza. Por lo tanto es muy importante no
sentirse mal por creer no estar avanzando debido a que todas esas
emociones continúan saliendo. Inclusive, el hecho de que todas esas
emociones, sobre todo cuando mas intensas son, podría ser un indicativo
de que estamos avanzando mas rápidamente.
Pero para que el
proceso funcione tengo que estar consciente de la dirección en la cual
el mismo me está llevando. Este no es un proceso para erradicar
sentimientos ni cambiar pensamientos ni creencias. Este es uno proceso
para erradicar la creencia de que soy un “yo” separado de todo. De lo
contrario lo que voy a continuar haciendo es manteniendo la creencia en
la separación, intentando fabricar un personaje, un "yo" mas cómodo.
Por
lo tanto se hace tanto hincapié en brindarnos esos instantes de quietud
a diario como un deseo genuino de querer sanar, y recordar ser
compasivos y amorosos con nosotros mismos durante el proceso. Pues según
aprendemos a ser pacientes y bondadosos con nosotros mismos se nos es
más fácil extender esa paciencia y esa bondad a nuestros hermanos, que
sería lo mismo que decir extender nuestra paciencia y bondad a todos
nuestros pensamientos. Pues a final de cuentas “todos” y “yo” somos
parte de lo Mismo.