Comentario: Yo no he dicho que no "deberías" convertirte en un maestro, pues lo que tu hagas será regido por el sistema de pensamientos con el que te estés identificando en todo momento. Así que no es que no "debas" convertirte en un guru o en un maestro. Sino que elige tu mente recta, y si por consecuencia te encuentras compartiendo el curso bien, y si no también. No obstante, el único maestro del curso es el que lo dictó, el Cristo en ti el cual se comunica contigo para recordarte quien tu eres y donde tu realmente estas. “En Dios estás en tu hogar, soñando con el exilio, pero siendo perfectamente capaz de despertar a la realidad:” T-10.I.2:1
Si tratas tu de convertirte en el maestro, no tendrás acceso a tu mente recta, y puede que hasta creas que tu propósito es el de "enseñar" el curso. Dado ese el caso, primero es que eso mantendrá el sentido de identidad del ego como "ser humano" que ahora tiene un "propósito" en el "mundo, y no tendrás acceso a la enseñanza básica del curso la cual es, "¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar." W-pI.132.6 .
Ahora, si estas clara de que el perdón es para ti, que la Expiación es solo para ti, y estás haciendo tu trabajo interno, el compartir el curso con "otros" te puede ayudar a clarificar y aplicar las ideas que el curso enseña, que por algo nos recuerda, "Un buen maestro clarifica sus propias ideas y las refuerza al enseñarlas." T-4.I.1:1 Sin embargo, tengamos muy claro a lo que el curso se refiere a "enseñar". El manual del Maestro nos recuerda, "Enseñar en demostrar." M-In.2:1
Por lo tanto, lo que enseñas es lo que crees que tu eres, lo que crees es real para ti. Es por eso que el Manual para el Maestro continúa con, "Existen solamente dos sistemas de pensamiento, y tú demuestras constantemente tu creencia de que uno u otro es cierto. De tu demostración otros aprenden, al igual que tú. No es cuestión de si vas a enseñar o no, ya que en eso no hay elección posible. Podría decirse que el propósito del curso es proporcionarte los medios para que elijas lo que quieres enseñar, en base a lo que quieres aprender. No puedes darle nada a otro, ya que únicamente te das a ti mismo, y esto se aprende enseñando. Enseñar no es otra cosa que convocar testigos para que den fe de lo que crees. Es un método de conversión que no se lleva a cabo sólo con palabras. Toda situación tiene que ser para ti una oportunidad más para enseñarles a otros lo que tú eres, y lo que ellos son para ti. " M-In.2:2-9
Si yo me encuentro por ejemplo experimentando miedo, reaccionando a algo, ¿que es lo que estoy "enseñando"? Pero mas que nada, ¿que es lo que me estoy enseñando a mi mismo? Que soy un ser separado de todo, separado del Padre, viviendo en un mundo real que tiene el poder afectarme. En otras palabras, como dice el Manual para el Maestro, "Existen solamente dos sistemas de pensamiento, y tú demuestras constantemente tu creencia de que uno u otro es cierto." Por lo tanto, estoy enseñando que elijo al ego sobre el Espíritu Santo; que elijo las ilusiones sobre la Verdad. Dado ese el caso, lo que enseño no tiene nada que ver con teoría, sino que mi estado mental es lo que determina lo que enseño.
Yo puedo leer el libro, organizar grupos de estudio, y no enseñar nada que me acerque mas a Dios. No obstante, yo puedo, nunca mas leer el libro, inclusive, ni compartir el curso con nadie, pero mi deseo de querer a Dios sobre todas las cosas me pone en una mejor poción de enseñar a diario que estoy eligiendo la mente recta (Espíritu Santo).
A final de cuentas, si quieres compartir el curso, lo puedes hacer. Pero lo que hagas en el mundo es irrelevante. Lo importante es que puedas tu desarrollar esa relación con tu Maestro interno, que por algo el curso nos recuerda, "Su objetivo no es sentar las bases para iniciar un culto más. Su único propósito es ofrecer un camino para que algunas personas puedan encontrar su propio Maestro Interno." Prefacio