Comentario: El perdón erradica el miedo, el juicio, el ataque en tu mente. Eso no significa que tienes que "tragarte" ni "soportar" nada, pero si hace hincapié en que si estás experimentando conflicto interno, no son tus circunstancias las responsables de como tu te sientes, son tus interpretaciones de las circunstancias. En otras palabras, son tus pensamientos acerca de ellas las que te afectan. Esa es una simplificación.
Vamos ahora a elaborar un poco. En el mundo de las formas, donde "existe" solo el ego, vas a observar todo tipo de comportamiento. Mas este mundo representa la creencia de que esta es tu realidad, y de que tu, siendo parte de ella, te encuentras solo en contra del mundo, siendo "víctima" del "mundo" que "ves". Por lo tanto, la culpa que se siente al haber elegido la separación de Dios, se proyecta en un mundo, en cada situación, en cada encuentro. Y como todo, lo que "justifica" mi dolor, mi posición como víctima, según el ego son mis "circunstancias." Pero para ir mas allá, las "situaciones" que experimento no suceden al azar, yo inconscientemente las puse ahí para una vez mas esconder mi culpa interna.
No obstante, si reconozco que mis circunstancias son nada mas que proyecciones de una culpa interna, puedo entonces elegir un nuevo Maestro para que me ayude a apercibir las cosas como son, y no como yo las he urdido. Por algo el curso nos recuerda, "Lo único que necesitas hacer es ver el problema tal como es, y no de la manera en que lo has urdido." T-27.VII.2:2 Que por algo también el curso nos recuerda: "El mundo que ves se compone de aquello con lo que tú lo dotaste. Nada más.Pero si bien no es nada más, tampoco es menos. Por lo tanto, es importante para ti. Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna." T-21.In:2-5
Volviendo al mundo de las formas, y es aquí donde tenemos que emplear el lenguaje dualista del curso, y no mezclar la espiritualidad con el mundo físico, que seria otra manera de decir, "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios," [Marcos 12:17] cada ser humano tiene el potencial de elegir entre el ego y el Espíritu Santo.
Si tu estas en una relación con otra persona, y no estoy hablando solo de pareja, sino que todo encuentro entre dos personas es una relación, puede que tu estés eligiendo el sistema de pensamientos del Espíritu Santo. Sin embargo, puede que la "otra" persona, dentro de su ignorancia, no sepa que puede elegir ese sistema de pensamientos y por consiguiente está eligiendo el sistema de pensamientos del ego.
Por lo tanto, el ego te diría que te tienes que quedar ahí, y "tragar" o "soportar" esa situación para que practiques el "perdón" cuando el Espíritu Santo te diría que dejes esa situación y continúes con tu vida ya que la meta del Espíritu Santo es la paz mental para ti, no que te "tragues" ni "soportes" nada, pues eso dificulta el trabajo.
Mucha gente se ha quedado en situaciones dolorosas por haber malinterpretado las enseñanzas de Cristo. Por algo es que las religiones practican mucho eso del "sacrificio" o el "sufrimiento" como si fuese algo "espiritual."
El milagro en sí, ocurre muchas veces cuando finalmente desarrollas el coraje de salir de una relación o situación conflictiva, aun cuando todavía experimentas miedo. El sistema de pensamientos del ego no obstante te llena la mente de culpa para que no puedas salir de esa experiencia y te quedes ahí, pues según el ego estás "perdonando." Y eso no es perdón, es tortura!
Lo que sí es que si dejas esa situación con el asesoramiento "espiritual" del ego, crees que estas siendo un ser "espiritual" mientras te estás tragando esa culpa, mientras sigues experimentando resentimiento, sigues culpando a la situación o persona, y eso no es ni perdonando ni sanando, eso es tratando de escapar de tu culpa corriendo de una situación, lo cual no es que sea ni malo ni bueno, sino que esa culpa, ese miedo se va a proyectar en otra forma.
No obstante, con el Espíritu Santo, aunque quizás todavía sientas culpa y resentimiento mientras dejas esa relación, que en ese caso és lo mas apropiado, continuas practicando el perdón, una vez mas, no para que esa persona o situación cambie, sino que para que tu sanes tu mente de cualquier pensamiento de culpa, de cualquier pensamiento de conflicto en ti, que eran los que estabas tu utilizando para "culpar" a esa otra persona o circunstancia y justificar tu posición como "víctima."
También me gustaría añadir lo siguiente. Si estás en una situación donde la persona te está tratando de una manera injusta, tu también puedes, sin culpar y sin ataque decirle a esa persona que ese trato no es aceptado. El que esa persona decida entender lo que dices sin tomárselo personalmente no es tu problema. No obstante, si nadie le pone limites a su comportamiento, esa persona no estaría aprendiendo su lección, y por lo tanto, lo mas amoroso en esa situación seria poner limites, no ser un "buenazo" "espiritual."
Siempre recuerda que la liberación es mas bien para ti. No puedes pretender que "otros" se "liberen", que de hecho, eso es imposible, pues el mundo (otros) es (son) un espejo. Y los espejos no liberan sino que reflejan. Pero tu si puedes liberarte de tus pensamientos de ataque y culpa con la ayuda del Espíritu Santo y no por tu cuenta, que es por eso que el curso nos recuerda, "Tú no puedes ser tu propio guía hacia los milagros, pues fuiste tú el que hizo que fuesen necesarios." T-14.XI.7:1
Y es ese en sí el trabajo del curso, el objetivo del verdadero perdón, que es ver la inocencia en todo. Pues en realidad es tú inocensia la que puedes percibir. El resto del "mundo" es meramente una distracción, o mejor dicho, un espejo que te distrae.
Volviendo a lo que compartía, dejar una relación o situación conflictiva, sin culpa, simplemente reconoce que esa persona o situación era nada mas que una petición de amor por su parte, o una oportunidad para tu poder percibir el amor en todo y que tu inocencia siempre es, será por siempre tu realidad, y no permitir que tus circunstancias, tus relaciones, tu "mundo" te distraiga de eso. Y "soportar" o "tragarte"algo es una distracción pues es la culpa invertida, suprimida bajo un concepto errado de lo que el perdón es.