¿Como Puedo Dejar De Hacer el Mundo Real En Mi Mente?

Pregunta: “Hola de nuevo hermano.....Este 2015 he empezado un nuevo "período", he decidido iniciar una etapa en solitario, me he apartado del grupo de estudio con el deseo de aprender a escuchar al SER que ya mora en mí, me resulta difícil, estoy tan acostumbrada a poner atención a lo de fuera......

Recuerdo un video de una persona que facilita el curso en el que creí comprender que cuando un acontecimiento espantoso llegaba hasta nosotros, el hecho de no juzgar, no inmiscuirme en verlo de tal o cual forma, es una manera de no hacerlo real (en este mundo ilusorio), hasta aquí todo bien.....

Pero cuando intento aplicar este entendimiento a algo que me parece horrendo en mi vida privada...... No sé como hacer para apartarme de mi forma de mirar, lo entrego al Espíritu Santo y pido "verlo" con SUS ojos, pero....... Gracias por tu dedicación, abrazos”

Comentario: El apartarme de un grupo de estudios para irme a solas no hace el grupo y el mundo más ni menos real, es simplemente apartarme del grupo e irme a solas.

El proceso de dejar de hacer el mundo real es más bien dejarle de darle significado. Mis ojos por ejemplo pueden ver lo que aparenta estar fuera, no obstante el significado que le doy a eso que aparentó estar viendo fuera es lo que me afecta, es lo que lo hace real para mí.

Es por algo que un curso de milagros hace tanto enfoque en que nada de lo que veo significa nada, en que no sé nada, aquí tienes las primeras 12 lecciones y el resto son un derivado de las mismas:

1.    Nada de lo que veo... significa nada.
2.    Le he dado a todo lo que veo... todo el significado que tiene para mí
3.    No entiendo nada de lo que veo
4.    Estos pensamientos no significan nada
5.    Nunca estoy disgustado por la razón que creo
6.    Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí
7.    Sólo veo el pasado
8.    Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado
9.    No veo nada tal como es ahora
10.    Mis pensamientos ni significan nada
11.    Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado
12.    Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado

También me gustaría hacer hincapié que eso de tratar de estar en silencio para escuchar el Ser sigue siendo el “yo”, el personaje que está intentando escuchar el Ser, por consiguiente eso nos puede llevar a frustrarnos.

El Ser no se puede escuchar desde la forma física porque el Ser ya es perfecto y la experiencia física es la negación del Ser. Si acaso lo que percibimos a este nivel no es el Ser sino que el símbolo que el Espíritu Santo utilizará para comunicar Su menaje.

Un símbolo que el Espíritu Santo utiliza para recordarnos la verdad es un libro azul titulado Un Curso de Milagros. Otro símbolo puede ser un personaje llamado Jesus. Otro símbolo puede ser una figura que tenga la apariencia de un ángel, o de un ser querido que se nos aparezca en un sueño, o un encuentro fortuito que nos deja algún mensaje. En fin, el símbolo es irrelevante. Es el mensaje lo que queremos prestar atención. Y el mensaje es siempre para uno, no para mas nadie, pues no hay nadie fuera.

El ego quiere escuchar es Ser para mantener su identidad separada como ego, que es ahí donde el ego se espiritualiza y hace prácticas para supuestamente poder experimentar la verdad, cuando el Ser no tiene nada que ver con esta experiencia de negación del Ser.

Esta experiencia física es la negación, y por consiguiente es imposible escuchar o interactuar con lo que se ha negado. Mientras yo quiera seguir siendo un individuo separado de Dios no voy a poder experimentar la unidad. En la mente puedo experimentar esa unidad, pero eso no se alcanza de una manera determinada. Eso se experimenta cuando ya los obstáculos (nuestras interpretaciones) dejan de ser distracciones.

Al dejar yo de interpretar las ilusiones, al dejar de proyectarle significado, experimento esa paz que se podría decir que es lo más congruente a lo que es el estado del Ser. Una vez que el mundo de las ilusiones deja de afectarte ¿qué diferencia hay si escuchas o no al Ser?

Observa esta foto para que te des cuenta a lo que me refiero.

 

El perro simplemente no interpreta y por lo tanto no hace historias y como resultado está en paz. Vive desde lo que se le podría considerar la experiencia del Ser. No porque hace ninguna practica “espiritual” sino que porque no interpreta nada, no le da significado a nada. De nuevo, eso sería lo más cercano a sentirse identificado con el Ser.

Sin embargo, te puedes meter en una cueva y aquietar la mente para tratar de escuchar el Ser sin darte cuenta de que siempre y cuando tú te estés identificando con tu personaje, lo que vas a hacer es simplemente quedarte callada metida en una cueva continuando siendo el personaje.

Esto me recuerda la historia de una persona que escribió un libro sobre su experiencia en la India donde se fue por 7 años a meditar creyendo que eso le iba a iluminar o a resolver sus conflictos y cuando regreso de la India TODOS sus conflictos estaban esperándolo. ¿Por qué? Porque de la manera que se sana el conflicto interno no es escondiéndose de él sino que mirándolo de frente, solo que con otro Maestro (Espíritu Santo).

Por algo le curso me recuerda: “Escapar de la oscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la oscuridad no puede ocultar nada. Este paso generalmente da miedo. Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees ocultar aunque pudieses hacerlo. Este paso te libera del miedo. Cuando ya no estés dispuesto a ocultar nada, no sólo estarás dispuesto a entrar en comunión, sino que entenderás también lo que es la dicha y la paz.” T-1.IV.1:1-5

Un ejercicio que podrías practicar es observa todo tu mundo alrededor muy atentamente, luego cierra los ojos y mantén la misma imagen que los ojos estaban viendo pero en tu mente. Luego toma conciencia de que la imagen está en tu mente y poco a poco mientras abres los ojos, aunque los ojos están viendo la imagen “fuera”, continúa percibiéndola como que viene de tu mente.

Ese sería un ejercicio para que tomes conciencia de que lo que tus ojos están viendo son nada más que un producto de la mente y eso te apoya a recordar que el mundo es ilusorio.

Por lo general no obstante, el problema que surge es que aunque puedas reconocer intelectualmente, y hasta cierto punto que el mundo es ilusorio, todavía tú quieres sentir que eres parte de este mundo, Y en sí, ese es el miedo que tenemos. El miedo a soltar este mundo y retornar a nuestro estado natural de Ser, que una vez mas, no tiene nada que ver con esta experiencia física.

Siempre recuerda que si estuvieses identificada con el Ser, esta experiencia física no tendría lugar debido a que el Ser es Uno y este mundo es la apariencia de la separación.

Por lo tanto el curso no necesariamente me va a llevar a experimentar el Ser, que por eso me dice: “Este curso te conducirá al conocimiento (Ser), pero el conocimiento en sí está más allá del alcance de nuestro programa de estudios. Y no es necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de estar más allá de las palabras.” T-18.IX.11:1-2 Otra manera de decir exactamente lo mismo lo encontraras en la introducción: “Este curso no pretende enseñar el significado del amor (Ser), pues eso esta mas allá de lo que se puede enseñar.” T-In.1:6

Lo que sí va a hacer no obstante, es a ver dónde están los obstáculos que son nada más que los apegos, los juicios, las interpretaciones para qué la mente pueda ser sanada y liberada de todo miedo. Por algo es que la oración siguiente del extracto del curso que compartí es: “Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.” T-In.1:7 

Esas interpretaciones, esos apegos, esos juicios son nada mas que derivados del miedo el cual es simplemente el deseo de querer seguir siendo un ser humano en un mundo por el miedo a desaparecer, por el miedo de regresar al Padre, a la Unidad, a Dios, al Ser.

Sin embargo, según vas tomando conciencia del proceso en el cual dejas de interpretar las ilusiones, en el cual dejas de proyectarle significado a las ilusiones, ya estarás descansando en esa paz que sobrepasa todo entendimiento y ese es el equivalente a decir que no le estás dando realidad a las ilusiones.

Una vez que no hay miedo de dejar las ilusiones a un lado porque sabes que este mundo es un mundo sin significado y ahora estás abierta a retornar a tu estado natural, ya no hay necesidad de estar aquí escondido en el cuerpo. “El cuerpo es una cerca que el Hijo de Dios se imagina haber erigido para separar partes de su Ser de otras partes. Cree vivir dentro de esa cerca, para morir a medida que ésta se deteriora y se desmorona. Pues cree estar a salvo del amor dentro de ella. Al identificarse con lo que considera es su seguridad, cree ser lo que ésta es. ¿De qué otro modo, si no, podría estar seguro de que permanece dentro del cuerpo, y de que mantiene al amor afuera?“ W-pII.5.1:1-5

Y en su debido momento cuando se deja a un lado el cuerpo, es ahí donde Dios toma el último paso.

Pero este proceso de dejar de interpretar, de dejar de proyectarle significado a las ilusiones, al mundo, a los pensamientos es un proceso que haces a diario porque quieres recordar lo que eres a raíz de no dejarte distraer por las interpretaciones y el significado que le estás proyectando a tu mundo.

Si ésta no es tu práctica diaria lo que sucederá es que aunque te vayas en silencio evadiendo el grupo o lo que sea, de todos modos cuando llegue alguna de las ilusiones a través la cual saca ese miedo que le quieres proyectar, te será prácticamente imposible poder hacer este proceso de recordar que nada tiene significado, pues el hecho de que sientes esas emociones es lo que da testimonio que el mundo es real para ti.

Por lo tanto no es esperar a que cosas difíciles aparentemente sucedan en tu vida para practicar que el mundo no es real. Es practicarlo cuando estás haciendo la sopa de verduras, cuando estás hablando con tu esposo, cuando estás interactuándo de alguna forma u otra con las ilusiones. Durante cada momento te haces consciente del recuerdo en tu mente de que nada de lo que veo significa nada.

Una vez que este proceso ya es tu práctica diaria, entonces cuando lleguen los momentos fuertes te darás cuenta que no son diferentes que estar en la cocina cocinando una parrilla de pescado o estar en el jardín sembrando flores, o hablando con algún familiar por el teléfono. Es todo lo mismo.

Yo por ejemplo no puedo pretender que es una ilusión que yo esté en esta computadora escribiendo esta nota y que no se la estoy enviando a alguien que “supuestamente” está al otro lado del mundo. Pero sí puedo recordar que nada de lo que hago significa nada, que nada de lo que siento significa nada, que nada de lo que veo significa nada, que nada de lo que pienso significa nada, y a raíz de ese dejar de interpretar y de proyectarle significado a un mundo que ya dijimos carece de significado, va ocurriendo muy naturalmente un desapego psicológico (cambio de mentalidad) y experimento más y más paz. Y es así como dejo de hacer el mundo real en mi mente, aun cuando aparento estar viviendo en él.

Por lo tanto, y repito, si yo trato de no hacer el mundo real, sigue siendo el ego tratando de no hacer el mundo real. Pero si al contrario observó todos los obstáculos que me molestan, o me excitan, o me atraen, y práctico recordar que nada significa nada, por defecto el mundo dejará de ser real en la mente, aun cuando una vez mas, mis ojos aparenten estar viendo “algo.” Es ahí donde descansa la paz.

Así que vive tu vida normal, y según dejas de interpretar, de proyectarle significado a nada, el proceso de deshacimiento continuará ocurriendo en la mente, aun cuando todavía sigues interactuando con el mundo. Solo que el contenido de tu interacción con el mundo va a ir cambiando.

Observarás que ya no te sientes tan inclinada a opinar, o a argumentar. Las cosas te resbalan, no sientes el deseo de defender tu punto de vista, y te conviertes mas y mas en la observadora. Y de nuevo, eso sucederá como consecuencia de un cambio de mentalidad, no como un esfuerzo de que trates de que eso suceda por voluntad propia.

Esto me recuerda de los principios de los milagros: “Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. no deben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento.” T-1.I.5:1-2

Lo que ese principio nos dice es que si yo intento controlar los efectos de un milagro, digamos que voy a “voluntariamente” hacer un milagro en el mundo invocando el Espíritu Santo, diciendo unas palabras “espirituales”, etc., todo lo que estoy haciendo es dándole realidad al mundo y por consiguiente estoy siendo asesorado por el ego.

Si de lo contrario me identifico con el amor, que eso es lo que hacemos cada vez que dejamos de juzgar, cada vez que dejamos de interpretar, entonces entendemos lo que se nos quiere decir con el tercer principio de los milagros el cual es: “Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de amor. El verdadero milagro es el amor que los inspira. En este sentido todo lo que procede del amor es un milagro.” T-1.I.3:1-3

Por lo tanto, si tomas consciencia de ello, todo el tiempo estás experimentando milagros, solo que no los consideras milagros porque no tienen algún tipo de contexto “sobrenatural” para ti.

Así que si con amor le hiciste una comida a tu marido, experimentaste el efecto de un milagro. Si con amor le ofreciste una sonrisa a tu vecino, experimentaste el efecto de un milagro. En otras palabras, si te sientes unida a tu hermano por el mero hecho de pasar por alto su comportamiento al dejar de darle significado, en tu mente experimentaste el efecto de un milagro.