Pregunta:
“Hola Nick, muchas gracias por toda tu ayuda y apoyo. Leo mucho en
textos no dualistas la necesidad de dejar de hacer, de dejar de
manipular y controlar y permitir que las cosas sean tal y como son.
Entiendo que eso es el significado profundo de la aceptación. Sin
embargo uno de los "pasos" propuestos por Un curso de milagros es
entregar al Espíritu Santo todas nuestras ilusiones de la mente egóica,
tanto las agradables como las desagradables. Este acto de entrega, ¿No
es en sí mismo un hacer para que las cosas se acomoden a nuestro gusto,
en este caso el bienestar interno?. ¿Permitimos que la mente sea tal y
como tiene que ser en ese momento si se intercambian ilusiones por paz y
de esta forma "controlamos" el proceso?. Muchas gracias de nuevo y un
saludo!”
Comentario: Cuando preguntas, ”¿Permitimos
que la mente sea tal y como tiene que ser en ese momento si se
intercambian ilusiones por paz y de esta forma "controlamos" el
proceso?.” En realidad no estas “controlando” ningún proceso, simplemente no estas sufriendo.
Dentro de la aceptación no hay sufrimiento, y las cosas son y serán como tienen que ser.
Esto
tampoco es una excusa para sentarse en un sillón y no “hacer” nada.
Cosas se harán, decisiones se tomarán, solo que desde un estado de paz
en vez desde uno de miedo.
Como la canción de Julio Iglesias La vida sigue igual:
“Al final las obras quedan
Las gentes se van
Otros que vienen las continuaran
La vida sigue igual”
La
diferencia es que el que no controla y acepta vive una vida normal solo
que en paz, y el que intenta controlar y no acepta vive en sufrimiento.
Es así de simple!